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Categoría: Reflexiones
Boletín diario del Evangelio de hoy por email

Cuando sientes que andas como paralizado ante la vida, aprovecha el tiempo y agradece a Dios. Gracias Señor porque contigo no me falta nada

¿Paralizado ante la vida? Aprovecha el tiempo y agradece a Dios.

Seguramente muchas cosas son las que pueden abrumarnos ahora y pensamos que estamos como paralizados ante la vida, pero en esos momentos, ¡detengámonos! Aprovechemos el tiempo y agradezcamos a Dios, tanto por todo lo bueno, como lo no tan bueno que ha venido a nuestra para dejarnos alguna enseñanza.

Cuando nos sentimos como paralizado ante la vida, sea cual sea el evento que nos haya sucedido, siempre debemos meditar, pensar, reflexionar y luego seguir adelante. Las cosas, buenas o malas, o situaciones que nos dejan una enseñanza de vida, son para el crecimiento, para sacar algún aprendizaje.

A continuación, un testimonio que puede darte una perspectiva sobre las acciones a tomar cuando vienen esos momentos paralizantes. Aprovechemos el tiempo y agradezcamos a Dios por todo lo que sucede, aunque a veces sea difícil.

Ser agradecidos y no estar paralizados.

Aquel día me desperté con mucha pereza y renegando. Con esfuerzo, pude deshacerme de las mantas. Me dirigí al baño arrastrando los pies mientras maldecía el tener que levantarme de la cama sin poder quedarme en ella todo el día.

Desayuné con los ojos tan cerrados como mi mente. Tal pereza me dominaba, que por no meter el pan en la tostadora, preferí comerlo frío y beber la leche directamente de la botella. ¿Por qué tener que trabajar? ¡Esa sí era una verdadera maldición!

Salí de mi casa en dirección a la oficina en mi vehículo con asientos de piel y calefacción, observando en el camino el pavimento humedecido por la lluvia, mientras refunfuñaba porque estaba lloviendo, igual que lo hacía cuando había sol, nubes, viento, gente.

El semáforo se puso en rojo y, de pronto, como un rayo, se colocó frente a todos los automóviles, algo que parecía un bulto. Por curiosidad, abrí más mis ojos somnolientos y pude descubrir que era un joven montado en un pequeño carro de madera. Aquel chico no tenía piernas y le faltaba un brazo.

Sin embargo, con su mano izquierda lograba conducir el pequeño vehículo y manejar con maestría un conjunto de pelotas con las que hacía juegos malabares.

Las ventanillas de los automóviles se abrían para darle una moneda al malabarista, el cual mostraba un pequeño letrero sobre el pecho. Cuando se acercó a mi auto pude leerlo:

"Gracias por ayudarme a sostener a mi hermano paralítico". Con su mano izquierda señaló hacia la banqueta y ahí pude ver a su hermano, sentado en una silla de ruedas colocada frente a un atril que sostenía un lienzo, en el cual estaba pintando algo con un pincel que manejaba con su boca.

El malabarista, al ver el asombro de mi cara, me dijo:

- "¿Verdad que mi hermano es un artista? Por eso escribió esa frase sobre el respaldo de su silla".

Entonces leí la frase que decía:

"Gracias, Señor, por los dones que nos das. Contigo no nos falta nada".

Recibí un fuerte golpe en mi interior mientras este hombre se retiraba. Y así como el semáforo de la calle pasó del color rojo al verde, mi "semáforo" interior también cambió desde aquel día.

Nunca más me volví a dejar paralizar por la luz roja de la pereza, ni volví a renegar, por lo que no aceptaba. Ahora trato de mantener la luz verde y hacer mis trabajos y actividades con renovada energía.

Aprovecha el tiempo y agradece a Dios.

Ante aquellos jóvenes de la calle, aquel día descubrí que yo era el paralítico. Desde aquel mismo día, nunca he dejado de agradecer. Ahora no tengo todo lo que quiero, pero le doy gracias a Dios por lo que tengo.

El salario apenas me alcanza para pagar las cuentas, pero gracias a Dios que por lo menos tengo un trabajo para ganar el sustento. Los problemas se me han venido multiplicando como si fueran mágicos, pero gracias a Dios tengo paciencia y fortaleza para- sobrellevarlos.

Los años han ido pasando rápidamente, mi piel está un poco arrugada y mis cabellos se están poniendo blancos, pero le doy gracias a Dios por la alegría que siento de vivir, por los conflictos que pude resolver, por los problemas que pude superar, por la enfermedad que pude soportar, por el odio que se transformó en amor, por la soledad que pude sobrellevar. Cada día lo bendigo por haberme enseñado a decir:

"Gracias, Señor mío, por todos los dones que me has dado. Contigo no me falta nada. A tu lado todo lo puedo. Gracias, mi Dios, porque cuando me siento paralizado ante la vida, vienes en mi rescate. Es por ello que aprovecho el tiempo, me pongo en oración. Agradezco a Dios por todo lo bueno recibido ¡Gracias, Señor mío!".

Oración de agradecimiento a Dios.

La siguiente es una oración para cuando sientes que, algunas situaciones, te llevan por caminos turbios y quedas como paralizado.

Señor Jesús, no permitas que nos volvamos como estériles en la fe y la esperanza, que se nos sequen las raíces de nuestro corazón sin dar frutos. Mueve nuestra vida al amor y al perdón. Cuántas veces no nos hemos sentido como paralizados por todas las situaciones difíciles que acontecen en nuestra vida y no nos deja experimentar el poder de tu amor. Toca nuestro corazón, Señor, llénalo de esperanza y agradecimiento, líbralo de la tibieza que nos mantiene como paralizados en la vida y haznos personas de fe, seguras y valientes para seguir adelante aún en las circunstancias más adversas. Gracias, Señor, gracias por todo tu amor y tu providencia. Amén.

Oración para cuando te sientes paralizado ante la Vida
[Oración de fuerza para cuando sientas como paralizado. Imagen vía: Instagram.com/pildorasdefe]

Ya no nos sintamos con temor o paralizados ante la vida por ningún motivo. Debemos tener la certeza en nuestro corazón de que Dios es nuestro compañero de viaje, quien permanece a nuestro lado y nos guía como ese Divino Maestro que es.

Adaptación y contenido agregado: Andrea Pérez, PildorasdeFe.net | Con información de extraída de: Web Católico de Javier

pildorasdefe andrea perez de quero firmaAndrea Pérez, Venezolana viviendo en Ecuador, hija de Dios, mujer de fe, madre y esposa. De profesión ingeniera, y de corazón misionera. Trabajando día a día en mi crecimiento espiritual y buscando la coherencia, tomando como guía la frase de San Pablo: Cambia tu manera de pensar y cambiará tu manera de vivir (Ro 12,2)

Contenido publicado originalmente en Píldoras de fe, bajo el Link: https://www.pildorasdefe.net/aprender/reflexiones/paralizado-ante-vida-aprovecha-tiempo-agradece-dios - Puede copiar esta información en su Blog citando siempre la referencia a esta fuente consultada. Para compartir en sus redes sociales, utilice los botones compartir. Conozca términos legales - Pildorasdefe.net
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