Hagamos todo lo que esté en nuestras manos por promover y proteger el matrimonio y la familia, el futuro del mundo depende de ello
Es importante que entendamos una realidad esencial actual: ¡La familia está bajo un ataque violento! La estabilidad y el futuro de la sociedad depende de la estabilidad de la familia, Dios creó a hombre y mujer para que se enamoraran el uno del otro, para cimentar su amor y unión con el Sacramento del Santo Matrimonio y luego el regalo más soñado del matrimonio es el nacimiento de un niño.
Los padres colaboran con Dios al traer una nueva vida al mundo; a esto lo llamamos procreación. Dios, de hecho, es el Creador y Señor del Universo. Sin embargo, el llama al hombre y la mujer a unirse en matrimonio y a colaborar con Él en traer esta nueva vida al mundo. En el momento de la concepción, el mismo Dios interviene al infundir un alma inmortal en ese nuevo ser humano, la cual vivirá por toda la eternidad. ¡Cuán sublime y noble es el Sacramento del Santo Matrimonio y la formación de la familia!
Nos gustaría entonces, ofrecer algunos consejos y sugerencias en cuanto al Sagrado Matrimonio, entre el hombre y la mujer hasta que la muerte los separe. Esperamos y oramos para que el matrimonio tradicional y la familia como fue querida por Dios, reciban una renovada y vigorosa esperanza para el futuro de los niños, la sociedad y la salvación del mundo a largo plazo.
1. Prepararse bien y abundantemente para el Matrimonio.
Los atletas se preparan antes de entrar en competencia. Los futuros doctores pasan años preparándose para su misión de mantener la vida y curar las enfermedades. Los futuros sacerdotes pasan largos años en el Seminario, estudiando Filosofía, Teología y la Doctrina de la Iglesia. Aquellos que van a las Olimpiadas se preparan por años antes de estar listos para los juegos. ¿No deberían las parejas que aspiran casarse invertir tiempo y esfuerzo estudiando la naturaleza del matrimonio, la familia y los posibles obstáculos que se les presentarán en el camino, para así vivir al máximo su vocación matrimonial para toda la vida?
Las parroquias deben proveer a las parejas de tres herramientas muy valiosas:
• Un mentor matrimonial: para que las parejas tengan guía espiritual y consejos prácticos sobre cómo vivir el matrimonio.
• Enseñanza del método y técnica de Planificación Familiar Natural (PNF): Una de las principales razones de la tensión en el matrimonio, la muerte del amor y una eventual separación, es la mentalidad anticonceptiva. Una mujer que utiliza anticonceptivos tenderá a sentirse usada como un objeto al transcurrir el tiempo, y eso puede causar mucha tensión y amargura en su corazón. Las parejas deberían aprender la PNF, la cual los une en la planeación de los hijos, y entender que sólo deben evitar tener hijos si tienen justas y suficientes razones reales de peso para hacerlo, como el Beato Pablo VI nos recuerda en su encíclica Humanae Vitae.
• Retiros para las parejas comprometidas: Hacer un retiro de fin de semana cuando están comprometidos, puede resultar muy útil para el futuro matrimonio y familia. Si este retiro está bien organizado y bien hecho, las parejas recibirán en él las herramientas para vivir su matrimonio pacíficamente, con fidelidad, en armonía y con abundantes bendiciones sobre sus hijos.
2. Hagan una Confesión General antes de casarse.
Es altamente recomendable para las parejas que quieren casarse, que antes de recibir el Sacramento del Matrimonio, realicen una Confesión General de los pecados de cada uno durante su vida. San Ignacio de Loyola, exhorta a quienes hacen los Ejercicios Espirituales a hacer una Confesión General de toda la vida. Es igualmente importante que como pareja que está a punto de tomar la decisión más importante de su vida, comiencen con borrón y cuenta nueva, confesando todos sus pecados, purificando sus conciencias, sumergiéndose a sí mismos en la infinita misericordia de Dios y experimentando una paz que va más allá de cualquier explicación. Un nuevo comienzo y una nueva vida pueden ser experimentados al hacer una Confesión General. ¡Qué trágico sería para una pareja recibir el Sacramento del Santo Matrimonio en estado de pecado mortal! Muchos matrimonios son más propensos a experimentar constantes tensiones, debido a que las parejas comienzan con el pie izquierdo al no estar en estado de gracia. El Padre del hijo pródigo (Lucas 15,11-32) siempre nos está esperando con sus brazos abiertos.
3. Tengan un Noviazgo y Matrimonio Cristocéntrico.
El venerable Arzobispo Fulton J. Sheen, fue uno de los primeros tele-evangelistas en los Estados Unidos. Fue un gran predicador y maestro, además de un prolífico y profundo escritor. Uno de sus clásicos sobre el matrimonio se titula “Se necesitan tres para llegar al matrimonio”. ¿Quiénes son estos tres? Simple, el esposo, la esposa, y el tercero – y más importante – es Jesús. Jesús es el súper-pegamento que mantiene unido al matrimonio.
4. Trasplanten en ustedes el Sagrado Corazón de Jesús.
Las parejas casadas deben tener recurrir frecuentemente a los Sacramentos, pero en especial al más sublime de todos, el más sagrado, la Eucaristía (sería ideal que, en la medida de sus posibilidades se acercaran a comulgar diariamente). En cada Eucaristía, en la Hostia Consagrada, Jesús está siempre presente, en Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad. En el cuerpo, el más noble órgano es el corazón. Así que, cada vez que recibimos la Sagrada Comunión, recibimos el Sagrado Corazón de Jesús, es un trasplante de corazón espiritual. No hay manera más eficaz de fortificar el amor entre una pareja que recibir la Sagrada Comunión juntos, si es posible incluso diariamente. Si lo hacen, ambos, esposo y esposa, pueden amarse en el más Sagrado Corazón de Jesús, ¡Qué sublime, y qué cierto!
5. Conságrense como Matrimonio y Familia al Inmaculado Corazón de María.
El hombre y la mujer que toman la decisión de casarse hasta que la muerte los separe, y que están abiertos a tener hijos y llevarlos al cielo, deben invitar a la Virgen, María Santísima, la Madre de Dios, a estar constantemente presente con ellos. Deben consagrar su pureza y su noviazgo al Inmaculado Corazón de María. En el día de la boda se debe presentar el ramo de flores ante la imagen de María y consagrar su matrimonio y familia al Inmaculado Corazón de María. Luego, durante toda su vida de casados, deben tomar la firme decisión de rezar el Santo Rosario a la Virgen María cada día. El San Juan Pablo II, en su obra maestra espiritual “La Santísima Virgen María y el Rosario” (Carta Apostólica Rosarium Virginis Mariae), nos exhorta enérgicamente a que el Santo Rosario debe ser rezado por dos intenciones especialmente: 1) La paz mundial 2) Por la familia. El Padre Patrick Peyton, muy conocido por su amor al Rosario, acuñó estas frases inmortales: “Las familias que rezan juntas se mantienen juntas” y “Un mundo de oración es un mundo de paz”.
En conclusión, hagamos todo lo que esté en nuestras manos por promover y proteger el matrimonio y la familia. El futuro del mundo pasa a través de la familia. ¡Qué la Sagrada Familia de Nazaret, Jesús, María y San José sean nuestra guía y fuerza!
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Traducción al español, modificaciones y adaptación de PildorasdeFe.net del artículo publicado originalmente en CatholicExchange.com. Autor: Fr. Ed Broom, OMV
