Permite que Jesús sea tu Maestro, tu Entrenador Personal y de vida. Entra en Su Plan de Amor para tu vida, un plan que te llevará a la felicidad verdadera
Deja que Jesús sea tu maestro y entrenador personal y serás feliz.
El arzobispo José H. Gómez de Los Ángeles, dijo a 1.600 adolescentes católicos reunidos en la Conferencia "Ciudad de los Santos" que su fe y amor por Jesús es una inspiración. El arzobispo Gómez, en una homilía pronunciada el 5 de agosto en la Universidad de California, expresó lo siguiente: "Es hermoso atestiguar su deseo de vivir su fe y compartirla, es tan inspirador".
El arzobispo y la Oficina de Educación Religiosa de la Arquidiócesis de Los Ángeles organizaron la tercera Conferencia Anual "Ciudad de los Santos" para adolescentes, ofreciéndoles un encuentro con Cristo a través de la comunión, la alabanza y la adoración.
Adolescentes que asistieron provenían de 80 parroquias y escuelas a través de los condados de Los Ángeles, Santa Bárbara y Ventura, los tres condados que componen la archidiócesis. El evento que tomó lugar del 4 al 6 de agosto contó con oradores y música de la banda cristiana católica contemporánea WAL.
El arzobispo Gómez celebró una misa de la tarde el 4 de agosto para dar la bienvenida a los adolescentes y luego los condujo en una procesión eucarística al aire libre para abrir un área designada como Espacio Sagrado, donde directores espirituales describieron diferentes caminos de oración para el fin de semana.
El arzobispo Gómez cerró el día de la conferencia con las siguientes palabras sobre la Transfiguración del Señor.
La transfiguración de Nuestro Señor Jesucristo.
Quiero decir, como escuchamos a San Pedro decir en el pasaje del Evangelio esta noche: ¡Es bueno que estemos aquí, Señor! ¡Gracias a Dios! La montaña alta, la montaña de Dios. Es casi como si fuéramos testigos escogidos para subir con Jesús, así como Él eligió a los tres apóstoles para acompañarlo en el Evangelio, San Pedro, Santiago y San Juan.
Tenemos el privilegio esta noche en este Evangelio de ver lo que vieron, de escuchar lo que escucharon, la transfiguración de nuestro Señor Jesucristo. Esa escena es asombrosa, con la cara de Jesús resplandeciente como el sol, su ropa convirtiéndose en luz blanca, y los profetas Moisés y Elías apareciendo de la nada.
Imaginar lo que vieron nos recuerda que nuestras vidas forman parte de un gran misterio, una realidad cósmica, el plan amoroso del Dios vivo. Mis jóvenes amigos, tú y yo, somos parte de este plan.
El propósito de nuestras vidas es ser transformados y transfigurados, ser cada vez más como Jesús todos los días de nuestras vidas, hasta que un día brillemos como el sol, así como vimos su rostro brillar en el Evangelio de hoy. Este es el plan de Dios para nuestras vidas: Ser sus hijos e hijas, así como Jesús fue su Hijo amado. Jesús es la respuesta en cuanto a cómo hacer esto. Escúchenlo, este es el mejor consejo que jamás recibirán, porque viene de Dios mismo.
Que Jesús sea su maestro, su entrenador de vida, su entrenador personal. Entra en su plan para tu vida, es un plan de amor, un plan que te llevará a la felicidad.
Consejos para escuchar a Jesús.
El arzobispo Gómez habló a los adolescentes acerca de dos cosas prácticas que en su vida le ayudaron a escuchar a Jesús: La oración y la lectura de los Evangelios. Les instó a hacer de esas dos cosas un hábito en sus propias vidas.
Él sugirió que descargaran una aplicación de la Biblia en sus teléfonos inteligentes, por lo que tendrán los Evangelios a dondequiera que vayan.
Cuando tengan un minuto, pueden leer un pasaje del Evangelio. Es mucho mejor que revisar tu feed de Instagram. Y también pueden seguirme en Instagram, así comprueban que yo también estoy adentrado en esos mundos.
Oremos, reflexionemos.
Cuanto más oramos, más fácil resulta abrir nuestros corazones a Dios. Cuanto más reflexionamos sobre los Evangelios, más comenzamos a ver a Jesús vivo y trabajando en nuestras vidas y en el mundo. Cuanto más tratamos de escuchar a Jesús, más fácil es escucharlo. Cuanto más queremos estar con él, en la Eucaristía, en el sacramento de la reconciliación. Siguiendo estas prácticas, lentamente, experimentamos la transfiguración en nuestras vidas, así es como funciona.