San Modesto. Patriarca de Jerusalén y restaurador. Biografía

San Modesto, fue un Patriarca de Jerusalén quien, desde su juventud, tuvo una fuerte inclinación y llamado a la vida monástica, es especialmente reconocido en la Iglesia Católica por haber sido el restaurador de los templos de los Santos Lugares de Jerusalén, después del terrible destrozo que hicieron allí los persas.

Fiesta: 18 de diciembre.

Martirologio Romano: En Jerusalén, san Modesto, obispo, el cual, después de que la Santa Ciudad fuese conquistada y devastada por los árabes, reconstruyó monasterios y los llenó de monjes, y con mucho trabajo rehizo los santuarios destruidos por el incendio.

Biografía de San Modesto.

San Modesto, arzobispo de Jerusalén, nació en una familia cristiana en Capadocia, Sebasteia (Asia Menor). Tenía tan solo cinco meses de edad cuando sus padres murieron. Pero, por la Providencia de Dios, fue criado en un espíritu cristiano.

Desde su juventud, San Modesto sintió una fuerte atracción por la vida monástica estricta. Pero luego fue apresado y vendido como esclavo a un pagano en Egipto al que le sirvió por algunos Años. Pero San Modesto, inspirado por el Espíritu de Dios, logró llevar a su dueño a la fe cristiana, y este lo liberó.

Así fue como entonces San Modesto se retiró al Monte Sinaí, donde vivió en el ascetismo. Después, se convirtió en jefe del monasterio de San Teodosio Magno en Palestina.

En este momento (el año 614), las fuerzas militares del gobernante persa Chosroes invadieron Siria y Palestina, devastando la Iglesia tanto a las personas como a las construcciones. En esta invasión se asesinaron a más de noventa mil cristianos y destruyeron multitud de iglesias cristianas.

El Patriarca Zacarías de Jerusalén y una multitud de cristianos fueron llevados en cautiverio, junto con la Cruz del Señor. A San Modesto se le encomendó gobernar temporalmente la Iglesia de Jerusalén como "locum tenens" (suplente de forma temporal de los deberes y responsabilidades) de la cátedra patriarcal.

El emperador Heráclito de Constantinopla derrotó a Cosroes y le quitó la Santa Cruz que se habían robado los persas de Jerusalén y quiso el mismo ir a la ciudad santa para restaurarla. Al ver la devastación, el emperador lloró.

Habiendo muerto San Zacarías en el destierro, San Modesto, superior de un convento de Palestina, fue escogido como sucesor verdadero. Fue elegido entonces como Patriarca de Jerusalén, y gobernó el rebaño de Cristo como un verdadero pastor.

San Modesto y su dedicación a la restauración.

Siendo ya el Patriarca de Jerusalén, San Modesto se dedicó con todas sus fuerzas a restaurar los templos, poniendo atención a conservar lo original.

Lo primero que reconstruyó fue el templo del Santo Sepulcro, y luego el de Getsemaní o el Huerto de los Olivos y la Casa de la Última Cena, o Cenáculo. Después siguieron centenares de otras iglesias y capillas.

Una de las grandes contribuciones fue la del arzobispo de Alejandría en Egipto le envió mil cargas de harina para los obreros, mil trabajadores, mil láminas de hierro y mil bestias de carga.

Un 18 de diciembre, mientras llevaba un valioso cargamento de ayudas para la restauración de los santos lugares, fue envenenado para poder robarle los tesoros que llevaba. Era el año 634 D.C. en el momento en que el Patriarca San Modesto entraba en la Patria Celestial.

Oración a San Modesto.

Oh glorioso siervo de Dios y patriarca San Modesto, te rogamos que nos liberes de circunstancias dolorosas y adversas. Concédenos la curación de nuestras enfermedades y protege el rebaño de Cristo de los lobos rapaces. Alcánzale la fuerza de Dios al Papa, para que gobierne con espíritu de firmeza y no se deje doblegar ante las contrariedades y oposiciones del mundo. Por tu intercesión, sé nuestro ayudante en el hogar y libéranos de todo mal. En el Nombre de Jesucristo te lo pedimos. Amén.