Sonríe porque Dios ha puesto amor en tu corazón
Dios escucha siempre tus ruegos, tus suspiros de soledad. Sonríe porque Dios ha puesto amor en tu corazón
Sonríe porque Dios ha puesto amor en tu corazón para alegrarte en los momentos de angustias y depresión. Dios no se resiste a un alma noble y sencilla, no resiste sus oraciones y siempre va en su rescate. Él se apresura en atrapar ese suspiro del corazón que se levanta como incienso agradable ante sus ojos.
Dios escucha tus silenciosos suspiros baja las pesadas cargas de tu día ni las injusticias por las que has tenido que atravesar. Él no se ha ido de tu lado. Él está escuchando tus ruegos, tus melancólicos suspiros de soledad o agotamiento o de esa pena que te sofoca y que pasa desapercibida ante los demás.
Solo en Dios encontrarás el más grande de todos los consuelos. Esos lamentos y suspiros de tu alma, elevadas en oraciones hacia Dios, pronto encontrarán alivio.
Que nos consuele siempre saber que nuestro Padre escucha nuestros más mínimos suspiros como como lamentos que agrietan su corazón, irresistibles a su amor.
Que el Dios de la alegría y el amor infunda en sus corazones una nueva esperanza por vivir.
Sonríe porque Dios ha puesto amor en tu corazón.
Siempre vale la pena sonreír y seguir adelante, aunque la prueba por la que estés atravesando parezca insoportable, sonríe y mantén el entusiasmo.
La sonrisa es una poderosa aliada contra la apatía y el miedo, es capaz de iluminar el rostro de quien la recibe y regala esperanzas en medio del dolor.
Sonríe siempre, aunque el dolor quiera abatirte, aunque el sufrimiento toque a tu puerta, enséñale al mundo que el amor es un poderoso instrumento que Dios ha puesto en tu corazón.
Sonríele a la vida, sonríele al tiempo y a toda circunstancia difícil, sonríele al mundo y comienza a restar tristezas y sumar felicidad a tus seres amados. Sonríe porque Dios ha puesto amor en tu corazón para superar los obstáculos y llenarte de paz.
"Hermanos, alégrense profundamente cuando se vean sometidos a cualquier clase de pruebas, sabiendo que la fe, al ser probada, produce la paciencia" (Santiago 1,2-3)
Ni los problemas, ni las turbulencias o tempestades, ni los que buscan hacerte daño podrán detener al que camina alegremente con Dios. Sonríe y ama.
