Todo lo que hagan háganlo con amor de verdad. Si entregan amor y tiempo a sus hijos, háganlo con amor, si enseñan al que no sabe, háganlo con amor, si sirven a los demás en cualquier cosa, háganlo con amor.

Conversando con el amor quiere decirte que todas las cosas debemos hacerlas con entrega, pasión y amor, no importa el trabajo, la ocupación, el apostolado, la misión, todo lo que hagan háganlo con amor.

Hacerlo todo con amor. Conversando con el amor.

Ponte ahora mismo a través de esta misión de Conversando con el amor, y enfócate en tu relación con Dios. Intima a profundidad con su corazón y dile:

Señor mío, quiero darte gracias en este momento por todo el amor que a diario me regalas. Tú me haces sentir valioso, alguien especial, lleno de vida y que puedo enfrentarme a los retos de mi vida sin dar paso al temor.

Quiero dedicarte desde ahora todas mis acciones, pensamientos y buenos deseos. Quiero poner mi grano de arena para que, al menos una persona a mi alrededor, sonría y sea feliz. Cuento contigo.

Tu mano amiga es necesaria en mi vida para que yo pueda cumplir con esta misión. Libérame, antes que nada, de todos mis egoísmos, de esos sentimientos de inseguridad que hay en mi corazón.

Acudo a tu misericordia para que me llenes de tu paz que todo lo supera. Acaba con ese miedo que me perturba y no me deja avanzar.

Sé que me amas Señor, y por eso confío en tu poder con el que obras milagros sorprendentes en mi vida, sobre todo en aquellos momentos en que permito que la debilidad se apodere de mis pensamientos.

Todo lo que hagan, háganlo con amor.

Por todas esas situaciones complicadas a las que hoy estaré expuesto, te pido que soples sobre mí la fuerza del Espíritu Santo para que me ayude a creer y a vencer el miedo a hacer las cosas, porque sé que debo hacerlas con amor.

"Todo lo que hagan, háganlo con amor". (1 corintios 16,14)

Que Dios esté delante de ti, que te abra paso a través de eso que vislumbras imposible para que su paz venga y respose en tu caminar haciéndote sentir a salvo en sus brazos en medio de esa tormenta.

Una oración de protección para ti.

Que Dios esté sobre ti y que sus rayos de luz y de gracias bajen desde el Cielo para aclarar tus caminos.

Que Dios esté detrás de ti, con manantiales de agua pura para que cierre toda herida de dolor que la vida te ha causado.

Que Dios esté debajo de ti, que limpie tus pies adoloridos, cansados y agrietados de tanto andar por sin rumbo. Que tus pies sean conducidos por las suaves arenas de gracia.

Que Dios esté a tu lado, acompañándote, tomando tu mano y haciéndote sentir que puedes cumplir tus propósitos.

Que Dios esté dentro de ti, haciendo morada en tu corazón, restaurando tu alma con rocíos de sanación.