Dios te da las fuerzas para vencer cualquier problema
Si muchos han logrado salir adelante, tú también lo puedes lograr. Dios te da las fuerzas para vencer cualquier problema, solo basta creer
Dios te da las fuerzas para vencer cualquier problema u obstáculo que haya venido a tu vida para quebrar tu paz y alterar tu paciencia. Recuerda que todos nosotros podemos descansar seguros en la fe de que Dios, que es el Dios de los milagros y de las transformaciones, escucha nuestras oraciones. Él es un Dios todopoderoso, ni siquiera un gorrión cae al suelo, sino es por su voluntad.
En aquellos días, cuando el cristianismo estaba comenzando y la Iglesia naciendo, Dios usó milagros sorprendentes por todas partes para ir edificando la fe. Pero el común denominador en todos estos milagros radica en esa única palabra: FE. No se puede lograr la sanación sin fe en Dios, quien es todopoderoso para salvar.
Jesús le dijo a la mujer que tocó el borde de Su manto y fue sanada:
"Hija, tu fe te ha salvado. Vete en paz, y queda curada de tu enfermedad". (Marcos 5,34)
Ten fe y no desmayes, Dios está pronto a actuar en tu vida si te entregas a Él de todo corazón
"¡El Señor, tu Dios, está en medio de ti, es un guerrero victorioso! Él exulta de alegría a causa de ti, te renueva con su amor y lanza por ti gritos de alegría". (Sofonías 3,17)
Dios te da las fuerzas para vencer cualquier problema.
Debes convencerte de que los creyentes no pueden ser cobardes ni miedosos. Tienes que ser un guerrero, un batallador; capaz de enfrentar la prueba y de superarla.
En ti está la fuerza y el poder, dado por Dios, para vencer todas las dificultades. Pon de tu parte y esfuérzate por vencer esa circunstancia que ha desafiado tu vida.
Piensa en esto: si muchos han logrado salir adelante, tú también lo puedes lograr, solo basta creer en las fuerzas que Dios ha puesto en tu corazón y los talentos que ha sembrado en ti.
Toma las riendas de tu vida, aprovecha las oportunidades que Dios te ha dado y deja que Él te libere toda frustración que entorpece tu proyecto de felicidad. Aférrate a su amor.
"¡Qué bueno es el Señor! Su misericordia permanece para siempre, y su fidelidad por todas las generaciones". (Salmo 100,5)
Te invito a que le digas a tu Dios esta pequeña oración de fortaleza que puede ayudarte en este momento
"Señor, ilumina mi mente, dale paz a mi corazón y sabiduría en mis decisiones. Te necesito. Sólo Tú puedes llevarte mis sufrimientos y transformarlos en energía espiritual poderosa capaz de mover mi vida hacia la victoria.
Creo en Ti mi Señor, creo en tu poder que libera y rompe toda atadura de miedo, de dolor, ansiedad, angustia y depresión. Me confío a la protección de tu preciosísima Sangre. Amén".
