Entrégale tu corazón a Dios que Él lo llenará de felicidad
No importa donde estés, recuerda que Dios siempre estará a tu lado. Entrégale tu corazón a Dios, Él lo llenará de felicidad
Entrégale tu corazón a Dios, Él lo llenará de felicidad, de paz,. de bendiciones y salud, porque Dios desea verte feliz en medio de todo eso que te perturba.
Sabemos que es inevitable preocuparse por los problemas que nos agobian, pero lo importante es la manera de enfrentar esas situaciones. Muchas veces gastamos todas nuestras energías preocupándonos por cosas que sucedieron en el pasado y hasta por otras tantas que podrían suceder en el futuro. Tal vez Dios quiere decirte algo importante a través de estas palabras:
"Arroja todas tus preocupaciones sobre DIOS porque él se preocupa por ti". (1 Pedro 5,7)
Entrégale tu corazón a Dios, Él lo llenará de felicidad.
No sólo es fácil comprender que debemos poner nuestras preocupaciones en las manos de Dios, pero no se trata de comprender, se trata de soltar, de entregar y confiar, esto es un gran y valioso consejo para ti.
Dios puede hacer todas las cosas posible y además se preocupa por ti, por tu bienestar, por eso, entrégale tu corazón a Dios, Él lo llenará de felicidad. Déjañlo manejar tus problemas, tan sencillo como eso. Quizás puedas verlo más claro con el siguiente versículo de amor que Dios entrega para ti:
"Humíllense bajo la mano poderosa de Dios, para que Él los eleve en el momento oportuno". (1 Pedro 5,6)
Con el poder de Dios, puedes transformar esa situación dolorosa a tu favor. No permitas que te controle, toma tú el control de ella con la oración y Dios pronto actuará.
No puedes arreglar el pasado, pero puedes cambiar tu futuro dando lo mejor de ti en este momento. Sé paciente, Dios es capaz de transformar problemas en bendiciones.
No importa donde estés, recuerda que Dios siempre estará a tu lado dándote las fuerzas que necesitas para lograr tu felicidad. Él jamás abandona en la prueba ¡Confía en su amor paternal!
No permitas que nada te desanime. Déja que Dios sea tu fuerza en tu debilidad. Él pondrá luz en tu corazón y te apartará de todo aquel que busque hacerte daño.
"Inclina tu oído, Señor, respóndeme, porque soy pobre y miserable; protégeme, porque soy uno de tus fieles, salva a tu servidor que en ti confía". (Salmo 86,1-2)
Tu problema tiene solución en DIOS. Ora, clama, implora, recuerda su Palabra poderosa:
"En su angustia clamaron al Señor, y Él los salvó de su aflicción". (Salmo 107,13)
Entonces ¡ya no dudes más! Entrégale tu corazón a Dios con entera confianza, que Él lo llenará de felicidad y de paz.
