Abre tu corazón al Corazón de Dios y recibirás bendiciones
Permite que Dios sea el Sol que traiga luz a tu vida y fuerza a tu espíritu. Abre tu corazón al Corazón de Dios y recibirás bendiciones
Abre tu corazón al Corazón de Dios y recibirás bendiciones jamás soñadas. Solo Dios puede sostener en tus momentos de quiebre y debilidad. Aún cuando la tormenta aparezca y comience a dar azotes, nada debes temer, porque Dios jamás te deja solo, Él nunca te hará pasar a través de una prueba sin antes preparar tu corazón y darte las fuerzas para que salgas vencedor.
Aunque no todo se dé como esperas, lo poco que consigas debe seguir animándote para trabajar más duro, esforzándote en dar más de ti.
Es posible que en algunas ocasiones te olvides de las maravillas de Dios y de todas sus bendiciones; pero el amor de Dios no cambia por eso.
Abre tu corazón al Corazón de Dios y recibirás bendiciones.
No hay lugar en tu vida para perder nunca la fe ni la esperanza, porque Dios siempre te acompaña, te anima y te bendice. Él es capaz de encender la llama de fuego en tu corazón.
Permite que Dios sea ese Sol que irradie luz a toda tu vida y fuerza a tu espíritu, llene tu vida de alegría y que su paz llene tu corazón y te abrigue en donde quiera que te encuentres.
Abre tu corazón al corazón de Dios y te aseguro que estarás disfrutando de todas esas bendiciones que Él quiere regalarte. Que tu fe sea la llave que abra esas puertas a las respuestas que necesitas.
Invita al Sagrado Corazón de Jesús a tu vida, decídete a ser optimista, a tener esperanza, a amar sin ataduras, a estar alegre en todo momento y creer que podrás salir adelante.
"Nuestra alma espera en el Señor: Él es nuestra ayuda y nuestro escudo. Nuestro corazón se regocija en él: nosotros confiamos en su santo Nombre. Señor, que tu amor descienda sobre nosotros, conforme a la esperanza que tenemos en ti". (Salmo 33,20-22)
Quizás no puedas cambiar las circunstancias, pero sí puedes cambiar tu manera de enfrentarlas, con fe y esperanza. Vale la pena dejarse sostener por Dios, Él es tu refugio, quien te da fortaleza.
