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Categoría: Defiende tu fe
Boletín diario del Evangelio de hoy por email

No arriesgues tu salvación abriendo la puerta a algo aparentemente inofensivo de una supuesta sanación sin Dios, pero con energía poderosa

Muchos son los que acuden a ciertas terapias alternativas buscando algún tipo de bienestar emocional o espiritual sin importarles mucho (o por ignorancia) poner en riesgo su propia fe y su salvación. otros buscan esa "energía poderosa del universo" en la que creen encontrar la sanación sin Dios. Es por ello que, debes tener mucho cuidado donde te metes, porque al eternidad de tu alma está en juego.

Como católicos, creemos que el sufrimiento y la muerte de Jesús dan sentido al sufrimiento. Cuando la fe en Dios se desvanece a medida que sugen dificultades en la vida, la gente busca en otra parte para encontrar la sanación. El Primer Mandamiento advierte contra la idolatría y el Catecismo de la Iglesia Católica (2115-2117) aborda las diversas formas de idolatría que resultan de la falta de fe en la Divina Providencia.

La fe cristiana rechaza las formas de adivinación, el culto a Satanás, la conjuración de los muertos y similares. El Catecismo (2116) dice:

"La consulta de horóscopos, la astrología, la lectura de la mano, la interpretación de los presagios y las suertes, los fenómenos de clarividencia y el recurso a los médiums ocultan un deseo de poder sobre el tiempo, la historia y, en última instancia, sobre los demás seres humanos, así como un deseo de conciliar los poderes ocultos. Se contradicen con el honor, el respeto y el miedo amoroso que debemos a Dios solamente".

Aún así muchas personas creen que, lo que ofrecen algunos centros de terapias alternativas, está en consonancia con Dios. Tal es el caso de esta pregunta que le hicieron a una hermana católica con conocimiento en la fe, Lupita Venegas:

"Pregunta: Querida Lupita: Tengo una amiga que me pide con insistencia que asista a un curso de sanación con técnicas de la "Nueva Era", y en especial del reiki. Quisiera tener argumentos para decirle que eso me parece como magia, y que, por lo tanto, no creo que se lleve con las verdades de nuestra religión. Pero ella dice que yo puedo seguir creyendo y confiando en Dios, y que cuando ellos hablen del "poder superior" yo mentalmente piense en mi fe. Por otro lado, muchas personas me han dicho que se sienten muy bien con el empleo de estas técnicas. Afirman que sólo se trata de otra rama de la Medicina Naturista. ¿Sería correcto asistir a un Curso de éstos? - Marianela".

Sobre esta supuesta sanación sin Dios con alguna clase de energía poderosa ofrecida por el Reiki, tenemos mucho que decir, así que vamos a utilizar documentos oficiales de la iglesia y exhortaciones dodctrinales.

Este tema es delicado e importante. Conviene ir a la fuente doctrinal antes de dar un juicio superficial. Es recomendable leer un Documento doctrinal que ha sido publicado por el Consejo Pontificio de la Cultura y el Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso.

Jesucristo, portador del agua de la vida, una reflexión cristiana sobre la "Nueva Era"

En éste documento se nos presenta una visión general de la espiritualidad de la "Nueva Era" y sus diferencias fundamentales con la espiritualidad cristiana. El reiki, entre otras prácticas, figura dentro de las opciones de sanación en esta línea de pensamiento.

Por su utilidad y objetividad, presento algunos argumentos publicados por el Comité Doctrinal de la Conferencia Estadunidense de Obispos Católicos, con el nombre de Directrices para evaluar el reiki como terapia alternativa:

  • El reiki es una técnica de curación descubierta en Japón a principios del Siglo XIX por Mikao Usui, quien estudiaba textos budistas. De acuerdo con la enseñanza del reiki, la enfermedad es consecuencia de algún tipo de trastorno o desequilibrio en la «energía vital» de la persona. Un practicante de reiki lleva a cabo la curación al poner sus manos sobre el órgano enfermo para facilitar el flujo de la «energía vital universal».

  • Aunque los partidarios del reiki parecen estar de acuerdo en que no representa una religión en sí mismo, sino sólo una técnica, deben aceptar que sí contiene diversos conceptos de tipo religioso.

  • Gran parte de la literatura sobre el reiki está llena de referencias a un dios, a una diosa, al «poder de curación divino» y a la «mente divina». Y a pesar de que algunas personas han intentado identificar el reiki con sanaciones de origen divino reconocidas por los cristianos, se equivocan, pues la diferencia radical estriba en el hecho de que para el practicante de reiki el poder sanador está a disposición del hombre. En cambio, para los cristianos el acceso a la curación divina se da sólo mediante la oración a Cristo como Señor y Salvador.

  • Algunas formas de reiki enseñan la necesidad de invocar la asistencia de seres angélicos o guías espirituales reiki. Esto introduce el riesgo de exponerse a fuerzas o poderes malévolos.

  • Hay algunos practicantes de Reiki, principalmente enfermeras, que intentan acercarse al Reiki simplemente como un medio natural de curación. Considerado como un medio natural de curación, sin embargo, el Reiki se somete a las normas de las ciencias naturales. Es cierto que puede haber medios de curación natural que aún no han sido comprendidos o reconocidos por la ciencia. La base Sin embargo, los criterios para juzgar si uno debe o no confiarse a algún medio natural de curación en particular, siguen siendo los de la ciencia.

  • Juzgado de acuerdo con estos criterios, el Reiki carece de credibilidad científica. No ha sido aceptado por las comunidades científicas y médicas como una terapia eficaz. La reputación científica faltan estudios que atestigüen la eficacia del Reiki, así como una explicación científica plausible de cómo podría ser eficaz. La explicación de la eficacia del Reiki depende enteramente en una visión particular del mundo como permeado por esta "energía vital universal" (Reiki) que está sujeta a la manipulación del pensamiento y la voluntad humana.

  • Los practicantes de Reiki afirman que su entrenamiento permite canalizar la "energía vital universal" que está presente en todas las cosas. Esta "energía vital universal", sin embargo, es desconocida para las ciencias naturales. Como la presencia de dicha energía no ha sido observado por medio de la ciencia natural, la justificación de estas terapias necesariamente debe provenir de algo que no sea la ciencia.

  • La diferencia entre lo que los cristianos reconocen como curación por gracia divina y la terapia de Reiki también es evidente en los términos básicos utilizados por los defensores del Reiki para describir lo que sucede en La terapia Reiki, particularmente la de "energía vital universal". Ni las Escrituras ni la tradición cristiana en su conjunto hablan del mundo natural como basado en la "energía vital universal" que está sujeta a la manipulación por el poder natural humano del pensamiento y la voluntad. De hecho, esta visión del mundo tiene sus orígenes en las religiones orientales y tiene un cierto carácter monista y panteísta, en que las distinciones entre el yo, el mundo y Dios tienden ya hemos visto que los practicantes de Reiki son incapaces de diferenciar claramente entre el poder curativo divino y el poder que está a disposición de los humanos.

En conclusión.

El documento concluye que la terapia Reiki no encuentra apoyo ni en los hallazgos de la ciencia natural ni en la creencia cristiana. Para un católico creer en la terapia Reiki presenta problemas insolubles. En términos de cuidado para la salud física propia o la de los demás, emplear una técnica que no tiene apoyo científico (o incluso plausibilidad) no suele ser prudente.

En cuanto al cuidado de la salud espiritual de uno, existen importantes peligros. Para utilizar el Reiki habría que aceptar al menos de manera implícita elementos centrales de la visión del mundo que respalda la teoría del Reiki, elementos que no pertenecen ni a la fe cristiana ni a las ciencias naturales. Sin justificación ni de la fe cristiana ni de las ciencias naturales, sin embargo, un católico que pone su confianza en el Reiki operaría en el reino de la superstición, la tierra de nadie que no es ni la fe ni la ciencia. [ix] La superstición corrompe la adoración de Dios. Aunque a veces la gente cae en la superstición por ignorancia, es responsabilidad de todos los que enseñan en nombre de la Iglesia eliminar tales ignorancia tanto como sea posible.

Dado que la terapia Reiki no es compatible ni con la enseñanza cristiana ni con la evidencia científica, sería inapropiado que las instituciones católicas, como el cuidado de la salud católica instalaciones y centros de retiro, o personas que representen a la Iglesia, como capellanes católicos, promuevan o proporcionen apoyo a la terapia de Reiki.

No hay sanación sin Dios con energía poderosa.

La decisión es tuya; sé prudente. Los católicos tenemos la perla preciosa No pongas en riesgo tu fe abriendo la puerta a un método aparentemente inofensivo de sanación que ni es científico y que, a nivel espiritual, podría llevarte lejos del Dios que se nos ha revelado.

Muchas de las cosas que le hacer creer a las personas sobre el Reiki son espiritualmente peligrosas y no están en armonía con la fe católica. Contiene un mensaje "atractivo" para cualquiera que desee la oferta de sumergirse en el mundo del Reiki. Gran parte de la práctica del Reiki es sutil y seductora, y, si bien es fácil de ser atraído, no es tan fácil de que las personas salgan de esta trampa.

No hay ninguna sanación sin Dios con alguna energía poderosa. Confíen sólo en Cristo, no necesitamos nada más. Concéntrese en las cosas que profundicen y corrijan su relación con Él. Los sacramentos de la Iglesia son un gran comienzo. Su gracia es suficiente para nosotros, no importa lo que estemos atravesando.

Adaptación y contenido agregado: Andrea Pérez, PildorasdeFe.net | Con información de extraída de: Valora Radio

pildorasdefe andrea perez de quero firmaAndrea Pérez, Venezolana viviendo en Ecuador, hija de Dios, mujer de fe, madre y esposa. De profesión ingeniera, y de corazón misionera. Trabajando día a día en mi crecimiento espiritual y buscando la coherencia, tomando como guía la frase de San Pablo: Cambia tu manera de pensar y cambiará tu manera de vivir (Ro 12,2)

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