Decir que una pareja no hablan el mismo idioma es una forma de decir que uno está más adelante o atrás que la otra. No van al mismo ritmo
Escucho a muchos matrimonios decir casi todo el tiempo las siguientes frases que son realmente tóxicas en una relación:
- "Es que nosotros no estamos en la misma página"
- "Es que pareciera que no hablamos el mismo idioma".
¿Sabes qué? En algún momento yo también las he dicho. Muchas han llegado a aceptarlo como una cosa normal que sucede con el matrimonio. Pero, mientras más tiempo se esté en páginas diferentes, más sufre el matrimonio.
Entonces, ¿cómo dejamos de estar en páginas diferentes para empezar?
Bueno, no sucede de la noche a la mañana. Sino que llega sigilosamente a menos que nosotros intencional y conscientemente invitarnos nuestro tiempo en nuestro matrimonio.
Primero, debemos entender lo que realmente significa estar en páginas diferentes. Estar en "páginas diferentes" es una forma de decir que una persona está más adelante o más atrás que la otra. Ambas no van por la vida siguiendo el mismo ritmo o la misma dirección.
Esto ocasiona grandes descontentos y peleas en el matrimonio. En lugar de sentir que somos parte del mismo equipo, terminamos sintiéndonos como adversarios.
Luego de trabajar durante años con matrimonios en crisis, mi esposo y yo hemos notado algunas razones comunes de por qué las parejas terminan hablando distintos idiomas y están en páginas diferentes.
4 razones por las que tú y tu pareja no hablan el mismo idioma
Es importante que repasemos y entendamos cómo llegamos al problema para que podamos encontrar una solución apropiada, o para evitar el problema del todo, antes de que sea muy tarde.
Sin ningún orden en particular, aquí tienes las razones por las que tú y tu pareja no hablan el mismo idioma.
1. Problemas de comunicación.
Ésta es posiblemente la más grande causa. A menos de que hagamos de la comunicación saludable una prioridad diaria, entonces se comenzará a quebrar y la pareja terminará por no hablar el mismo idioma.
Comunicación saludable significa hablar activamente y escucharse mutuamente, contestar las llamadas del otro, textos, mensajes. Silenciamos el teléfono, cerramos la computadora, apagamos la televisión y miramos directamente a los ojos del otro mientras compartimos lo que está en nuestro corazón.
Cuando fallamos al hacer esto, fallamos en conectarnos realmente y eventualmente nos encontramos en páginas diferentes.
2. Malas decisiones.
Ésta es difícil. En muchas situaciones, hay una persona en la pareja que continuamente toma malas decisiones mientras la otra trata de mantener el matrimonio y la familia a flote.
Esto ocasiona mucho estrés en el matrimonio y puede incluso destruirlo. Es importante recordar que cuando una persona toma malas decisiones, esto afecta a la pareja entera, no sólo a sí mismo.
Algunos ejemplos comunes de malas decisiones que se toman en un matrimonio son:
- Coquetear con otra persona fuera del matrimonio,
- Tomar en exceso,
- Llevar un estilo de vida poco saludable,
- Mentir,
- Esconder dinero,
- Tener una relación extramatrimonial,
- Robar.
Estas malas decisiones dañan la confianza y la intimidad en nuestra relación y lleva a problemas mayores en el matrimonio.
Es importante que ambas personas identifiquen el comportamiento destructivo y consigan ayuda antes de que se convierta en una adicción o algo peor. Y es aún más importante que el esposo y la esposa inicien el camino hacia la recuperación JUNTOS.
Nunca es solamente "problema de él" o "problema de ella"; en un matrimonio, siempre se trata de "NUESTRO PROBLEMA" y debemos escoger enfrentarlo juntos para que las heridas puedan sanar y que, como pareja, hablen el mismo idioma.
3. El orgullo.
La mayoría de nosotros somos culpables de esto. Queremos tener la razón más de lo queremos admitir nuestras fallas y debilidades.
Como marido y mujer, debemos a aprender a aceptarlas. No estamos en competencia con nuestra pareja. Somos compañeros jugando en el mismo equipo. De manera que, dejemos el "dime-que-te-diré" y presentémonos humildemente ante Dios y ante nuestra pareja.
La mejor manera de hacerlo es orando juntos. No tiene que ser una larga y muy elaborada oración. Simplemente encuentren un tiempo del día, inclinen sus cabezas y hablen con Dios.
Es muy difícil permanecer enojado con una persona y orar por ella al mismo tiempo. Cuando oramos juntos, Dios suaviza nuestros corazones hacia el otro y nos ayuda a abandonar el orgullo. Él nos ayuda a ver a nuestra pareja con ojos frescos, amorosos y a tener la sabiduría para trabajar para permanecer en la misma página.
4. Problemas de Prioridades
Ésta es otra causa grande. Querido lector, este mundo nos dice que escojamos el alcanzar metas por sobre relaciones y pasatiempos por sobre tiempo con la familia.
Pero esta forma de pensamiento terminará destruyendo nuestro matrimonio y dejándonos con un sentimiento de vacío al final.
No hay nada más importante en este mundo que nuestro matrimonio y nuestra familia. Nada. Ni el trabajo, el show de televisión, el juego, el pasatiempo, la comida, un amigo, un miembro de la familia extendida, un foro en los medios de comunicación social ni un reconocimiento son más importantes que nuestra pareja.
Así que, ¿por qué escogemos estas cosas por sobre nuestra pareja todo el tiempo? Es porque tenemos las prioridades al revés.
Debemos luchar para que nuestra familia sea la primera prioridad, pero la pelea vale la pena. Si nosotros no invertimos conscientemente tiempo para estar con nuestra pareja, entonces alguien o algo tomará este tiempo en nuestro lugar.
Querido lector, si tú y tu pareja no hablan el mismo idioma, y están luchando por ir al mismo ritmo, por favor traten esta situación antes de que sea muy tarde. Todo lo demás puede esperar.
Es tiempo de estar en la misma página y de que hablen el mismo idioma.