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Categoría: Evangelio del día
Boletín diario del Evangelio de hoy por email

Lecturas de hoy domingo para el Santo Evangelio de hoy 11 octubre 2020. Oración del día y reflexión del Papa. Mateo 22,1-14. Palabra del Evangelio del día

Lecturas de hoy domingo - Santo Evangelio del día 11 octubre, 2020.

Lecturas de hoy para el Santo Evangelio del día 11 de octubre, 2020. Reflexión sobre el Evangelio de Mateo 22,1-14 - Meditación del Evangelio de hoy por el Papa Francisco. Reflexión sobre las lecturas de hoy y la oración del día para tu vida en el domingo de la semana 27 del tiempo ordinario.

Fiesta de San Juan XXIII.

Lecturas de hoy domingo.

Primera Lectura de hoy para el Evangelio del día: Lectura del Libro del profeta Isaías. (Dios prepara un banquete para todos sus hijos)

"En esta montaña, el Señor de los ejércitos preparará para todos los pueblos un banquete de comida rica, un banquete de vinos finos, de comida rica y jugosa, de vinos finos de cepa. En esta montaña él quitará el velo de luto que cubre a todos los pueblos, y el sudario que envuelve a todas las naciones, destruirá a la muerte para siempre. El Señor limpiará las lágrimas de cada mejilla; él se llevará la vergüenza de su pueblo en todas partes de la tierra, porque el Señor lo ha dicho. Ese día, se dirá: Ves, este es nuestro Dios en el que esperábamos la salvación; el Señor es aquel en quien esperábamos. Nos alegramos y nos regocijamos que nos ha salvado; por la mano del Señor descansa en esta montaña

Salmo de hoy domingo.

Salmo 22(23). "En la propia casa del Señor viviré por siempre y para siempre." (R).

El Señor es mi pastor; no hay nada que me falte. Frescos y verdes son los pastos donde me da reposo. Cerca de aguas tranquilas me lleva, para revivir mi espíritu caído. (R).

Él me guía por el camino correcto; es fiel a su nombre. Si yo caminara en el valle de la oscuridad no temería ningún mal. Estás ahí con tu ladrón y tu bastón; con esto me das consuelo. (R).

Me has preparado un banquete a la vista de mis enemigos. Has ungido mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. (R).

Seguramente la bondad y la amabilidad me seguirán... todos los días de mi vida. En la propia casa del Señor habitaré por siempre y para siempre. (R).

Segunda lectura de hoy.

Filipenses 4:12-14,19-20: (Todo lo puedo en Aquel que me fortalece)

"Sé cómo ser pobre y también sé cómo ser rico. He pasado por mi iniciación y ahora estoy listo para cualquier cosa en cualquier lugar: estómago lleno o vacío, pobreza o abundancia. No hay nada que no pueda dominar con la ayuda, pues todo lo puedo en Aquel que me fortalece. De todos modos, fue bueno que compartieras conmigo mis dificultades. A cambio, mi Dios satisfará todas sus necesidades, en Cristo Jesús, tan abundantemente como solo Dios puede. Gloria a Dios, nuestro Padre, por los siglos de los siglos. Amén".

Aclamación del Evangelio de hoy.

"¡Aleluya, aleluya! El Verbo se hizo carne y vivió entre nosotros: a todos los que lo aceptaron les dio poder para convertirse en hijos de Dios. ¡Aleluya!". (Lecturas de hoy tomada de Juan 1,14.12)

Santo Evangelio de hoy - Mateo 22,1-14.

Evangelio de hoy  - Lecturas de hoy para el Santo Evangelio del día domingo 11 de octubre (El banquete celestial que aguarda a los hijos de Dios): En aquel tiempo, Jesús siguió hablándoles por medio de parábolas: Aprendan algo del Reino de los Cielos. Un rey preparaba las bodas de su hijo, por lo que mandó a sus servidores a llamar a los invitados a la fiesta. Pero estos no quisieron venir. De nuevo envió a otros servidores, con orden de decir a los invitados: He preparado un banquete, ya hice matar terneras y otros animales gordos y todo está a punto. Vengan, pues, a la fiesta de la boda. Pero ellos no hicieron caso, sino que se fueron, unos a sus campos y otros a sus negocios. Los demás tomaron a los servidores del rey, los maltrataron y los mataron. El rey se enojó y envió a sus tropas, que dieron muerte a aquellos asesinos e incendiaron su ciudad. Después dijo a sus servidores: El banquete de bodas sigue esperando, pero los que habían sido invitados no eran dignos. Vayan, pues, a las esquinas de las calles e inviten a la fiesta a todos los que encuentren. Los servidores salieron inmediatamente a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos, de modo que la sala se llenó de invitados. Después entró el rey para conocer a los que estaban sentados a la mesa, y vio un hombre que no se había puesto el traje de fiesta. Le dijo: Amigo, ¿cómo es que has entrado sin traje de bodas? El hombre se quedó callado. Entonces el rey dijo a sus servidores: Atenlo de pies y manos y échenlo a las tinieblas de fuera. Allí será el llorar y el rechinar de dientes. Sepan que muchos son llamados, pero pocos son elegidos.". Palabra del Señor. 

Reflexión del Evangelio de hoy por el Papa Francisco.

"Dios recibirá a sus hijos con el gran banquete celestial"

Sobre las lecturas de hoy, la parábola que hemos escuchado nos habla del Reino de Dios como un banquete de bodas (Cf. Mt. 22,1-14). El protagonista es el hijo del rey, el esposo, en el que resulta fácil entrever a Jesús. En la parábola no se menciona nunca a la esposa, pero sí se habla de muchos invitados, queridos y esperados: son ellos los que llevan el vestido nupcial. Esos invitados somos nosotros, todos nosotros, porque el Señor desea celebrar las bodas con cada uno de nosotros. Las bodas inauguran la comunión de toda la vida: esto es lo que Dios desea realizar con cada uno de nosotros.

Así pues, nuestra relación con Dios no puede ser solo como la de los súbditos devotos con el rey, la de los siervos fieles con el amo, o la de los estudiantes diligentes con el maestro, sino, ante todo, como la relación de la esposa amada con el esposo. En otras palabras, vemos que en las lecturas de hoy, el Señor nos desea, nos busca y nos invita, y no se conforma con que cumplamos bien los deberes u observemos sus leyes, sino que quiere que tengamos con él una verdadera comunión de vida, una relación basada en el diálogo, la confianza y el perdón.

Esta es la vida cristiana, una historia de amor con Dios, donde el Señor toma la iniciativa gratuitamente y donde ninguno de nosotros puede vanagloriarse de tener la invitación en exclusiva; ninguno es un privilegiado con respecto de los demás, pero cada uno es un privilegiado ante Dios. De este amor gratuito, tierno y privilegiado nace y renace siempre la vida cristiana.

Preguntémonos si, al menos una vez al día, manifestamos al Señor nuestro amor por él; si nos acordamos de decirle cada día, entre tantas palabras: "Te amo Señor. Tú eres mi vida". Porque, si se pierde el amor, la vida cristiana se vuelve estéril, se convierte en un cuerpo sin alma, una moral imposible, un conjunto de principios y leyes que hay que mantener sin saber por qué. En cambio, el Dios de la vida aguarda una respuesta de vida, el Señor del amor espera una respuesta de amor.

En el libro del Apocalipsis, se dirige a una Iglesia con un reproche bien preciso: "Has abandonado tu amor primero" (2,4). Este es el peligro: una vida cristiana rutinaria, que se conforma con la normalidad, sin vitalidad, sin entusiasmo, y con poca memoria. A partir de las lecturas de hoy, reavivemos en cambio la memoria del amor primero: somos los amados, los invitados a las bodas, y nuestra vida es un don, porque cada día es una magnífica oportunidad para responder a la invitación.

Pero el Evangelio de hoy nos pone en guardia: la invitación puede ser rechazada. Muchos invitados respondieron que no, porque estaban sometidos a sus propios intereses: "Pero ellos no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios", dice el texto (Mt, 22,5)...

(...) Entonces el Evangelio de hoy nos pregunta de qué parte estamos: ¿de la parte del yo o de la parte de Dios? Porque Dios es lo contrario al egoísmo, a la autorreferencialidad. Él, nos dice el Evangelio, ante los continuos rechazos que recibe, ante la cerrazón hacia sus invitados, sigue adelante, no pospone la fiesta. No se resigna, sino que sigue invitando. Frente a los «no», no da un portazo, sino que incluye aún a más personas.

(...) Las lecturas de hoy, subrayan un último aspecto: el vestido de los invitados, que es indispensable. En efecto, no basta con responder una vez a la invitación, decir SÍ y ya está, sino que se necesita vestir un hábito, se necesita el hábito de vivir el amor cada día. Porque no se puede decir "Señor, Señor" y no vivir y poner en práctica la voluntad de Dios (cf. Mt 7,21). Tenemos necesidad de revestirnos cada día de su amor, de renovar cada día la elección de Dios... (Homilía del Evangelio de hoy. Santa Misa de Canonización, 15 de octubre de 2017.)

Oración del día para el Evangelio de hoy.

Señor, ¿cómo no voy a prepararme para ese banquete que has preparado para mí, si me hablas de grandes maravillas que disfrutaré a tu lado? Deseo reunirme contigo, asistir a esa boda celestial. Quiero vestirme dignamente con obras que sean de tu agrado. Presentarme ante ti con todas las buenas acciones que puedo ofrecerte. Mi gran recompensa: estar entre los tuyos, vestirme de fiesta para deleitarme por siempre con las exquisiteces que solo en tu Reino podremos disfrutar. Te amo Señor. (Extraído de nuestro devocional diario de la oración del día para las lecturas de hoy @copyright 2020 - Qriswell Quero)

Propósito del Evangelio de hoy.

Dios ha preparado para cada uno de sus hijos, un gran banquete celestial. Todos estamos invitados a las bodas del Cordero, las bodas con el amor de los amores ¿Cómo me preparo? ¿Cómo será ese banquete? ¿Te gustaría ir a esa boda?

La boda y el gran banquete celestial.

Frase de reflexión.

"Todo ser humano tiene derecho a vivir con dignidad y a desarrollarse integralmente, aunque haya nacido o crecido con limitaciones. Porque eso no menoscaba su inmensa dignidad como persona humana, que no se fundamenta en las circunstancias sino en el valor de su ser". Papa Francisco.

Audio para las Lecturas de hoy domingo.

Al meditar las lecturas de hoy y después de haber leído el texto de Evangelio del día, escucha ahora la reflexión correspondiente a las lecturas de hoy con la meditación del Santo Evangelio de hoy Mateo 22,1-14, en audio. Palabra de Dios comentada para la vida diaria. (Un banquete de bodas para los hijos de Dios).

Pulsa en el ícono de Play para comenzar a escuchar la reflexión de las lecturas de hoy para el Evangelio del día domingo.

Índice de lecturas del día.

Intenciones para el día 11 de octubre.

No hay nada más sanador que la Palabra de Dios. Al meditar todas las lecturas de hoy con el Santo Evangelio del día con Mateo 22,1-14, profundizas en tu relación personal con Dios. La oración del día expresa una petición de transformación. Pidamos por todas esas intenciones de oración para hoy domingo que quieres expresar. Escribe en los comentarios todo aquello que quieres que Dios pueda darte o sanarte a través de las lecturas de hoy y su Palabra viva en el Evangelio de hoy 11 de octubre, 2020. Paz y bien a tu vida.

Otros Evangelios del día.

Audio Evangelio: Monseñor Han Lim Moon

Redacción y edición: Qriswell Quero, PildorasdeFe.net

pildorasdefe qriswell quero firma autorQriswell Quero, Venezolano, esposo y padre de familia, servidor, ingeniero y misionero de la fe. Comprometido con el anuncio del Evangelio. Creyente sólido de que siempre existen nuevos comienzos. Quien a Dios tiene nada lo detiene.

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