El objetivo de la crianza es el de lograr que el hijo sea una persona autónoma y al mismo tiempo, alguien que procure el bien para los demás
La crianza de los hijos representa una de los mayores retos que afrontan las personas valientes que deciden constituir una familia, ojalá dentro del vínculo sacramental del matrimonio.
Una vez que han pasado esos primeros momentos de alegría y misterio ante la llegada de un nuevo hijo, los papás tienen que "aterrizar" su realidad, y darse cuenta que es necesario formarlo.
En general, el objetivo de la crianza es el de lograr que el hijo sea una persona autónoma y al mismo tiempo, una persona que procure el bien para los demás, no solo dentro de sus posibilidades, sino algo mas allá de ellas.
A continuación, presentamos 3 consejos que pueden constituirse en pilares fundamentales para una buena crianza.
1.- El hijo es otro ser humano.
Esto quiere decir que no lo puedes tratar como una cosa que te obedece o utilizarlo como un servicio que te satisface necesidades. Tu hijo es una persona, y como tal, tendrás que convencerle de que actúe de tal o cual manera. Tendrás que seducirle.
La fuerza puede lograr lo que quieres, pero, ¿por cuánto tiempo? Apenas tu hijo tenga una mayor fuerza que tu, ¿qué vas a hacer? Golpearlo, o aguantarte sus golpes?
El camino es convencerlo de que quiera hacer lo que es bueno para él. Y eso toma tiempo, requiere de un buen ejemplo, y de carácter por parte de los papás.
2.- Acompañamiento de los hijos
Nadie nace aprendido, mas bien, es tarea de los adultos enseñarles a los niños, el camino adecuado para que puedan desarrollar los talentos que Dios les dio.
Esto requiere que los padres no solamente pasen tiempo de calidad con sus hijos o que les suplan sus necesidades. Es necesario hacer presencia en su vida.
3.- Supervisión de los hijos
Los hijos son bellos, pues son hijos de Dios, pero tenemos que tener muy claro que su corazón también está atravesado por el pecado y por lo tanto, deben ser corregidos.
Lo mas oportuno es que haya una supervisión respetuosa y digna pero cercana de las redes sociales, el celular, el rendimiento académico, las amistades, entre otras cosas, para poder detectar de manera temprana las dificultades y actuar sobre ellas.
No lo olvides: quien tiene el corazón de una persona, la ha conquistado. Gánate los afectos de tus hijos con tu coherencia, siendo un buen ejemplo, y sobretodo, amándolos de verdad, al punto de llegar a corregirlos y ser exigente con ellos por su propio bien.
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