Este sitio web utiliza Cookies para mejorar la experiencia de usuario, además de mejorar la velocidad y la seguridad del sitio durante su visita. Estas cookies se utilizan para adaptar el contenido de la web a las preferencias del Usuario del Servicio y optimizar el uso del sitio, las cuales permiten que el dispositivo reconozca al usuario y muestre adecuadamente el servicio ofrecido, adaptada a sus necesidades individuales. Puede retirar su consentimiento u oponerse al procesamiento de datos basado en intereses legítimos en cualquier momento haciendo clic en "Configuración" o en nuestra Política de Cookies en este sitio web. Te invitamos a leer nuestra política de privacidad
FACEBOOK
TWITTER
WHATSAPP
TELEGRAM
Categoría: Aprende sobre tu fe

Dios te regala un nuevo comienzo. Es bello ocuparse de una labor, pero también es bueno detenerse y recuperar la alegría. Encuentra el ritmo

Siempre, Dios te regala un nuevo comienzo para que hagas las cosas mejores. Encuentra el ritmo de tu vida ya que la vida en sí misma es un ritmo que va guiándote hacia nuevos y maravillosos propósitos.

La biología, nos enseña que nuestro cuerpo funciona a distintos ritmos, si analizamos los procesos propios de la vida cada uno tiene el propio: la respiración, las palpitaciones del corazón, por ejemplo, y ocurren sin que nos demos cuenta.

Encuentra el ritmo de tu vida.

El día transcurre, nos despertamos, trabajamos o estudiamos, descansamos, y durante todo ese proceso suceden en nuestro interior muchos otros ritmos, nuestro metabolismo cumple su ciclo. Incluso, el cuerpo femenino en particular tiene su propio ciclo cumplido en determinado número de días.

Todo lo antes mencionado sirve para entender que la vida humana es marcada por distintos ritmos, se puede decir que es como una especie de danza que tiene su propia música.

Parte de la sabiduría del vivir es encontrar ese ritmo que marca la realidad de nuestra existencia, porque cuando uno intenta violentarlo destruye la vida. Por ejemplo, cuando una persona no trabaja lo suficiente o no descansa lo suficiente, o está preocupada todo el tiempo termina enfermándose.

Dios te regala un nuevo comienzo.

De un modo muy hermoso, la palabra de Dios, a través de las leyes que el Señor le da a Moisés, invita al pueblo a vivir también esos ritmos, le enseña a descubrir algo que no es obvio: el ritmo del descanso semanal, esas pausas que permiten recuperar el sentido de la dignidad humana.

Ciertamente, es bello ocuparse en una labor pero también es importante detener la labor y recuperar la alegría de simplemente existir para encontrarme con mis hermanos en ese elemental, pero tan necesario gozo, que todos podemos disfrutar.

Recordemos que en la alegría del trabajo no todos pueden participar del mismo modo: el discapacitado, el niño muy pequeño, el anciano, el enfermo, etc. Pero todos sí que podemos participar de la alegría de existir.

Entonces el ritmo semanal que es el ritmo del Sabbat, del descanso, permite que la comunidad palpite y se reencuentre, que perciba su propia dimensión de regalo.

La Palabra de Dios, en el capítulo 25 del libro del Levítico, nos presenta el ritmo más extenso que está en la ley de Moisés:

"El Señor habló a Moisés en el monte Sinaí: "Haz el cómputo de siete semanas de años, siete por siete, o sea cuarenta y nueve años. A toque de trompeta darás un bando por todo el país, el día diez del séptimo mes. El día de la expiación haréis resonar la trompeta por todo vuestro país. Santificaréis el año cincuenta y promulgaréis manumisión en el país para todos sus moradores. Celebraréis jubileo; cada uno recobrará su propiedad, y retornará a su familia." (Levítico 25,8-10)

Establece el Señor un ritmo de 49 años, de forma tal que el año 50 sea el año jubilar, de manera análoga a como existe al Sabbat o descanso semanal.

Enseñanzas del jubileo.

Ese jubileo sería un volver a empezar, un reiniciar desde el principio, similar a lo que existe en nuestras computadoras, una forma de dar "reset" y empezar de cero.

1. Protección para los más pequeños.

Este jubileo del que nos habla el libro del Levítico es algo así como recuperar la experiencia de la creación, es algo muy profundo y hermoso.

Lamentablemente, las circunstancias en las que vivieron los israelitas realmente impidieron que esto se practicara, pero el texto está ahí para inspirarnos hoy en día.

Cada 50 años todo vuelve a empezar: el que era esclavo queda libre, el que tuvo que vender su tierra la recupera, cada uno vuelve a su tierra y durante ese año todos experimentan que la vida vuelve a empezar, es como una nueva creación.

Esa institución del jubileo fue establecida por Dios para proteger la integridad del pueblo de Israel, porque si no hay un momento de descanso general y de volver a empezar, sucede que la codicia y ambición de los más astutos poco a poco irá haciendo desparecer a los pequeños, explotándoles.

Nos damos cuenta que este año jubilar, lo mismo que tantos aspectos de la ley de Moisés, sirve de protección para los más pequeños, para que no desaparezcan y puedan sobrevivir, que puedan recuperar lo suyo.

2. Todo es prestado, somos simplemente administradores.

El jubileo nos recuerda que somos simplemente administradores, podemos comprar y podemos vender, pero cada 50 años las cosas volvían a los dueños que tenían. De modo que no hay compra ni hay venta, existe sólo el préstamo.

Eso nos recuerda hoy que todo lo que tenemos es prestado y que un día tendremos que entregarlo. Es una enseñanza supremamente sabia, porque libera al corazón de la idolatría del tener

¡Que hermoso mensaje y que lección nos da para aplicarlo a nuestra vida! Todo es prestado, todo tengo que dejarlo, nada es definitivamente mío, o quizá solo una cosa, la manera como vivo la alianza con mi Señor. Ya nos lo ha dicho el Papa Francisco:

"Nunca he visto un funeral con camión de mudanza". (Homilia 21/06/13).

En realidad, no somos dueños de nada.

Entender esto hace que nos relacionemos con las personas y con las cosas del modo apropiado. Ya que, si ninguno de nosotros es realmente dueño sino que todo es prestado y somos sólo administradores, entonces las cosas son para usarlas y las personas son para cuidarlas.

En cambio, cuando desaparece esta lógica y cuando empezamos a sentirnos muy dueños empezamos a cuidar las cosas y a usar las personas, y todo pierde su balance.

Un nuevo comienzo en Dios.

Es notable que el desastre de nuestro tiempo es que, precisamente, no hay un jubileo para volver a empezar, sino que el egoísmo de toda una vida de algún codicioso pasa a de generación en generación pues le enseñan esta conducta de codicia a sus hijos, vemos dinastías enteras de poderosos que cada vez acaparan más.

Según datos estadísticos, el 80% de la riqueza del mundo está en manos del 3 o 4% de la población. Esto sucede porque no respetamos el orden de Dios, no respetamos los ritmos que Dios quiere que conozcamos y sobre todo, practiquemos.

¡Qué bueno volver a esta lógica del jubileo! Aunque no se puede implementar fácilmente como ley en la sociedad si podemos tomar esta espiritualidad y hacerla nuestra: evitar la idolatría del trabajo, evitar que las cosas nos roben el corazón, evitar usar a las personas y sobre todo descubrir la libertad de ser, de gozar el hecho tan simple pero tan hermoso de existir.

Tomemos el ejemplo de Santa Clara de Asís, quien se regocija de que Dios la creara y ese gozo inunda todos sus escritos. Pidamos su intercesión y la de tantos otros santos que supieron usar las cosas y cuidar a las personas, para que logremos alcanzar ese ritmo del jubileo.

De esta forma, nuestra vida entera sea otro ritmo: empezamos en la infancia con las manos débiles propias de los bebés; crecen nuestras fuerzas y podemos tomar el timón de nuestra vida pero llegamos al ocaso y de nuevo nuestras manos son débiles.

La vida entera es un solo palpitar y es necesario que, cuando tengamos que dejar todo, lo podamos soltar en paz, para que podamos recibir el abrazo definitivo de nuestro Padre amoroso del cielo. Así nos lo conceda Cristo a quien sea la Gloria por los siglos Amen.

Transcripción, edición y adaptación: Andrea Pérez, PildorasdeFe.net, del audio ¿Qué significa el año jubilar para el pueblo de Dios? publicado en: FrayNelson.com

pildorasdefe andrea perez de quero firmaAndrea Pérez, Venezolana viviendo en Ecuador, hija de Dios, mujer de fe, madre y esposa. De profesión ingeniera, y de corazón misionera. Trabajando día a día en mi crecimiento espiritual y buscando la coherencia, tomando como guía la frase de San Pablo: Cambia tu manera de pensar y cambiará tu manera de vivir (Ro 12,2)

Contenido publicado originalmente en Píldoras de fe, bajo el Link: https://www.pildorasdefe.net/aprender/fe/encontrar-ritmo-vida-dios-regala-nuevo-comienzo - Puede copiar esta información en su Blog citando siempre la referencia a esta fuente consultada. Para compartir en sus redes sociales, utilice los botones compartir. Conozca términos legales - Pildorasdefe.net
Apoya a Píldoras de fe

Si crees que este apostolado ha sido de bendición para tu vida, y si está en tus posibilidades hacer una ofrenda voluntaria, de modo que sigamos llevando de forma gratuita esta buena obra, puedes hacerla a continuación.
Deja tus comentarios

Tus palabras importan, te invitamos a dejar tus comentarios sobre este tema. (Espera un momento que se cargue el sistema de comentarios)

RECURSOS DE UTILIDAD