Todos cometemos errores, y al mismo tiempo todos tenemos oportunidades para corregirlos. Sé fuerte y valiente. Dios renueva tus fuerzas. No te rindas, confía en Él
¡Dios Renueva tus fuerzas! No te des por vencido, no te rindas.
¿Qué es lo que crees que no puedes lograr? ¿En qué momento se te olvidó que Dios es quien te da las fuerzas para alcanzar todo lo que te propongas en tu vida? Creer en Dios, es, antes que nada, confiar en el amor que Él nos tiene. Nuestra fe no se basa en lo que vemos, sino en lo que no vemos, pero que sabemos que recibiremos "Sé fuerte y valiente" no solo fue un llamado para Josué (1,9), es también un llamado para cada uno de nosotros.
"¿No te lo he ordenado yo? ¡Sé fuerte y valiente! No temas ni te acobardes, porque el Señor tu Dios estará contigo dondequiera que vayas." (Josué 1,9)
"Sé fuerte y valiente", es un llamado a la confianza, a la valentía y la fe en Dios a pesar de los desafíos y dificultades que podamos enfrentar.
Sé fuerte y valiente. Renueva tus fuerzas
Hoy te invito a renovar tus fuerzas, a no darte por vencido ¡No te rindas! ¡Sé valiente! Esfuérzate y da más de ti. No importa lo que haya pasado, o las veces que te equivocaste, todos cometemos errores, y al mismo tiempo todos tenemos oportunidades para corregirlos, y hoy, es el día que te ha regalado el Señor para que te lo demuestres a ti mismo.
"Sé fuerte y valiente" nos recuerda que, a pesar de las adversidades, podemos confiar en la presencia y el poder de Dios en nuestras vidas. Esta confianza puede ser una fuente de consuelo y fortaleza en momentos de incertidumbre.
Jesús siempre quiere lo mejor para nuestras vidas. No debes rendirte aunque veas que todo el panorama se torne gris. Jesús no te defraudará.
Durante este día ten presente esta Palabra de vida que te regala Dios: "Aunque se aparten las montañas y vacilen las colinas, mi amor no se apartará de ti, mi alianza de paz no vacilará, dice el Señor, que se compadeció de ti" (Isaías 54,10)
Dios siempre nos hace este llamado, porque quiere que superemos todos los miedos que podamos afrontar. Nos anima a no temer ni acobardarnos. En la vida, a menudo enfrentamos miedos, dudas y obstáculos. La valentía y la fortaleza nos permiten superar estos miedos y avanzar con determinación.
Oración para renovar las fuerzas.
Señor mío, te doy gracias por este día que me has regalado y en el que puedo confiar en que te harás presente a lo largo de toda situación. Confío en que hoy abrirás caminos de bendición para mí. Quiero sentir tu alegría, que me abrazas en el viento que se desliza en mi rostro, que te escucho en cada canto de las aves.
Hoy, me animo a decirte en este momento: "Me siento feliz, Señor, porque sé que me amas, porque sé que soy valioso para Ti. Me siento feliz, Señor, porque sé que eres mi amigo".
Te alabo con todas las fuerzas de mi corazón. Gracias, Señor, gracias. Todo lo pongo en tus manos, ¿quién me hará dudar en el camino? ¡Ninguno! Solo Tú, Jesús mío, eres mi fortaleza y mi refugio. Estoy contigo y ya con eso me basta para saber que hoy estaré bajo tu poderosa bendición.
Gloria a tu santo nombre. Gloria a Ti por siempre Señor. Cuento contigo para superar todas las dificultades.
Tu Palabra es como un escudo para mí que evita que me dañen los malos deseos, críticas destructivas y malas acciones de aquellos que solo buscan dañarme. Tu presencia me protege y me ayuda a que todo salga bien. Confío en tu palabra que sana y que da vida. Amén.
Sé fuerte y valiente.
La vida está llena de desafíos y dificultades. Ser fuerte y valiente implica la capacidad de persistir y seguir adelante incluso cuando las cosas se tornan difíciles. Este llamado de Dios a ser fuertes y valientes subraya además la importancia de mantener la fe y la esperanza en Dios, incluso en medio de las circunstancias más desafiantes. La fe puede brindar consuelo y dirección en momentos de duda e incertidumbre. Es tiempo entonces de renovar nuestras fuerzas en Dios.
"Sé fuerte y valiente" es un poderoso recordatorio de la importancia de la fe, la valentía y la confianza en Dios, es un llamado a la fortaleza espiritual y sentirnos sostenidos siempre en la mano poderosa de un Alfarero que quiere y desea nuestro bien.
Dios está de tu lado y no te dejará sucumbir ante ninguna adversidad. Renueva tus fuerzas y sé valiente. Como diría aquella gran doctora de la Iglesia: "Para mí la oración es un impulso del corazón, una sencilla mirada al cielo, un grito de agradecimiento y de amor en las penas como en las alegrías". (Santa Teresa de Lisieux)