¿Cuántos de nosotros escuchamos el llamado de Dios a diario y tenemos miedo de seguirlo ¡Vengan y verán! (Juan 1,35-40) Es la llamada de Jesús para todos nosotros
¡Vengan y verán! La llamada que puede transformar el corazón.
¿Sabían que el Apóstol Andrés fue el primer discípulo que tuvo Jesús? Pues así es, junto con San Juan el evangelista, fueron los primeros en seguir a Jesús. Los primeros es escuchar la llamada y se dejaron transformar el corazón para siempre. "Dos discípulos, al oírlo hablar así, siguieron a Jesús. Él se dio vuelta y, viendo que lo seguían, les preguntó: "¿Qué quieren?". Ellos le respondieron: "Rabbí, que traducido significa Maestro, ¿dónde vives?". Jesús les respondió: "Vengan y lo verán".
Estos dos Apóstoles eran discípulos de San Juan el Bautista, pero cuando oyeron de su Maestro exclamar unas gloriosas palabras - que las pronunció cuando vio pasar a Jesús que venía de regreso de su ayuno y las tentaciones del desierto, dejaron a su Maestro en seguida y siguieron a Jesús. ¿Saben que fue lo que dijo San Juan el Bautista?: "He ahí el cordero de Dios".
San Andrés, apóstol, no pudo contener la emoción al escuchar estas palabras, debido a que ellos estaban esperando al Mesías, y su Maestro Juan, en ese momento, se los estaba señalando... Andrés se fue detrás de Jesús, junto con San Juan
¿Qué hizo Jesús cuando vio que estos dos Apóstoles lo seguían?: Les dijo: "¿Qué buscan?", y ellos dijeron: "Señor: ¿dónde vives?". Y nuestro Señor les dijo: "Vengan y verán". Y sin dudarlo ni un segundo se fueron y pasaron con Él aquella tarde. Este relato lo puedes encontrar en el Santo Evangelio de San Juan 1,35-40
"Vengan y verán".
Esa llamada cambió la Vida de San Andrés y San Juan Evangelista para siempre. Se convirtieron en Apóstoles del Hijo del Altísimo
¿Cuántos de nosotros escuchamos ese llamado de Jesús a diario y tenemos miedo de seguirlo? ¿Cuántos de nosotros no nos ponemos a pensar primero en los asuntos que vamos a dejar pendientes si damos el paso de seguir al Señor?
¿Señor, dónde vives?: "vengan y verán". Esta es una gran invitación de Jesús a su Reino, una invitación a su eternidad, un llamado al Amor infinito que nos tiene reservado.
De tal tamaño es ese inmenso amor, que Andrés y Juan no solo pasaron esa tarde cerca de Jesús, sino que le dedicaron todas las Tardes del resto de sus vidas.
El día del milagro de la multiplicación de los panes, fue Andrés el que llevó a Jesús el muchacho que tenía los cinco panes. Andrés presenció la mayoría de los milagros que hizo Jesús y escuchó, uno por uno, sus maravillosos sermones. Vivió junto a Él por tres años
Andrés fue el Apóstol que llevó a Jesús hasta San Pedro, el primer Papa de la Iglesia. Y hoy, en su día, vamos a pedirle para que también nosotros tengamos ese impulso de dar a conocer a Jesús a todos y cuantos pasen por nuestro camino, pues no sabemos si aquel, al que le estamos presentando a Jesús, sea el próximo Papa de la Iglesia.
Oración a San Andrés.
Dichoso tú, querido apóstol Andrés, que tuviste la suerte de ser el primero de los apóstoles en encontrar a Jesús. Pídele a Nuestro Señor, oh queridísimo San Andrés, que nosotros le seamos totalmente fieles en todo, hasta la muerte, y que tengamos siempre la buena disposición de acercar a otros a Jesús con ese mismo entusiasmo con que tú lo hiciste. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor. Amén