Evangelio de hoy jueves 16 de abril 2020. Lecturas de hoy. Reflexión del Papa. Lucas 24,35-48. Evangelio del día jueves: No teman; soy yo. ¿Por qué se espantan?
No teman; soy yo. ¿Por qué se espantan?.
Santo Evangelio de hoy jueves 16 de abril, 2020 y las Lecturas de hoy para reflexionar. Palabra diaria y reflexión sobre el Evangelio del día, en Lucas 24,35-48 - Meditación de la Palabra del Santo Evangelio de hoy por el Papa Francisco. "Cristo nos muestra las llagas para que podamos encontrar alivio y consuelo en ellas. Creamos por fe, pues de ellas nos vienen la sanación". Se propone las lecturas de hoy con la oración del día para tu vida en el jueves de la Octava Pascua del Evangelio de hoy. Palabra diaria para crecer con Dios.
Lecturas de hoy jueves.
Lecturas del día 16 de abril. Jueves de Pascua. Hechos 3,11-26.
En aquellos días, mientras el paralítico curado seguía aún con Pedro y Juan, la gente, asombrada, acudió corriendo al pórtico de Salomón, donde ellos estaban. Pedro, al ver a la gente, les dirigió la palabra: "Israelitas, ¿por qué os extrañáis de esto? ¿Por qué nos miráis como si hubiéramos hecho andar a este con nuestro propio poder o virtud? El Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su siervo Jesús, al que vosotros entregasteis y rechazasteis ante Pilato, cuando había decidido soltarlo. Rechazasteis al santo, al justo, y pedisteis el indulto de un asesino; matasteis al autor de la vida, pero Dios lo resucitó de entre los muertos, y nosotros somos testigos. Como este que veis aquí y que conocéis ha creído en su nombre, su nombre le ha dado vigor; su fe le ha restituido completamente la salud, a vista de todos vosotros. Sin embargo, hermanos, sé que lo hicisteis por ignorancia, y vuestras autoridades lo mismo; pero Dios cumplió de esta manera lo que había predicho por los profetas, que su Mesías tenía que padecer. Por tanto, arrepentíos y convertíos, para que se borren vuestros pecados; a ver si el Señor manda tiempos de consuelo, y envía a Jesús, el Mesías que os estaba destinado. Aunque tiene que quedarse en el cielo hasta la restauración universal que Dios anunció por boca de los santos profetas antiguos. Moisés dijo: "El Señor Dios sacará de entre vosotros un profeta como yo: escucharéis todo lo que os diga; y quien no escuche al profeta será excluido del pueblo." Y, desde Samuel, todos los profetas anunciaron también estos días. Vosotros sois los hijos de los profetas, los hijos de la alianza que hizo Dios con vuestros padres, cuando le dijo a Abrahán: "Tu descendencia será la bendición de todas las razas de la tierra." Dios resucitó a su siervo y os lo envía en primer lugar a vosotros, para que os traiga la bendición, si os apartáis de vuestros pecados."
Salmo de hoy jueves.
Lecturas del día para el Salmo 8,2,5-9: "Cuán grande es tu nombre, oh Señor, nuestro Dios, por toda la tierra". (R).
- ¡Señor, dueño nuestro, ¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él, el ser humano, para darle poder? (R).
- Lo hiciste poco inferior a los ángeles, lo coronaste de gloria y dignidad, le diste el mando sobre las obras de tus manos, todo lo sometiste bajo sus pies. (R).
- Rebaños de ovejas y toros, y hasta las bestias del campo, las aves del cielo, los peces del mar, que trazan sendas por el mar. (R).
Aclamación del Evangelio de hoy.
¡Aleluya, aleluya! Este día fue hecho por el Señor: nos regocijamos y nos alegramos. ¡Aleluya! (Cfr. Salmo 117,24)
Evangelio de hoy - Lucas 24,35-48.
Lecturas del Evangelio de hoy 16 de abril - (Jueves de Pascua. Jesús muestra las llagas de sus heridas): "Cuando los discípulos regresaron de Emaús y llegaron al sitio donde estaban reunidos los apóstoles, les contaron lo que les había pasado en el camino y cómo habían reconocido a Jesús al partir el pan. Mientras hablaban de esas cosas, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: "La paz este con ustedes". Ellos desconcertados y llenos de temor, creían ver un fantasma. Pero él les dijo: "No teman; soy yo. ¿Por qué se espantan? ¿Por qué surgen dudas en su interior? Miren mis manos y mis pies. Soy yo en persona, Tóquenme y convénzanse: un fantasma no tiene ni carne ni huesos, como ven que tengo yo". Y les mostró las manos y los pies. Pero como ellos no acababan de creer de pura alegría, y seguían atónitos, les dijo: "¿Tienen aquí algo de comer?" Le ofrecieron un trozo de pescado asado; él lo tomó y se puso a comer delante de ellos. Después les dijo: "Lo que ha sucedido es aquello de que les hablaba yo, cuando aún estaba con ustedes: que tenía que cumplirse todo lo que estaba escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos". Entonces les abrió el entendimiento para que comprendieran las Escrituras y les dijo: "Está escrito que el Mesías tenía que padecer y había de resucitar de entre los muertos al tercer día, y que en su nombre se había de predicar a todas las naciones, comenzando por Jerusalén, la necesidad de volverse a Dios para el perdón de los pecados. Ustedes son testigos de esto". Palabra del Señor.
Reflexión del Papa Francisco del Evangelio de hoy.
Sobre el Evangelio de hoy, la tarde de la resurrección, los discípulos estaban contando lo que habían visto: los dos discípulos de Emaús hablaban de su encuentro con Jesús durante el camino, y así también Pedro. En resumen, todos estaban contentos porque el Señor había resucitado: estaban seguros de que el Señor había resucitado.
Pero precisamente estaban hablando de estas cosas, relata el Evangelio, cuando se presenta Jesús en medio de ellos y les dice: "La Paz esté con ustedes".
En ese momento, sucedió algo diferente de la paz. En efecto, el Evangelio describe a los apóstoles aterrorizados y llenos de miedo. No sabían qué hacer y creían ver un fantasma. Así todo el problema de Jesús era decirles: "Pero miren, no soy un fantasma; tóquenme, miren mis heridas".
[...] Los discípulos no podían creer porque tenían miedo a la alegría. En efecto, Jesús los llevaba a la alegría: la alegría de la resurrección, la alegría de su presencia en medio de ellos.
Pero precisamente esta alegría se convirtió para ellos en un problema para creer: por la alegría no creían y estaban atónitos. En resumen, los discípulos preferían pensar que Jesús era una idea, un fantasma, pero no la realidad.
El miedo a la alegría es una enfermedad del cristiano. También nosotros tenemos miedo a la alegría, y nos decimos a nosotros mismos que es mejor pensar: sí, Dios existe, pero está allá, Jesús ha resucitado, está allá. Como si dijéramos: Mantengamos las distancias. Y así tenemos miedo a la cercanía de Jesús, porque esto nos da alegría.
Esta actitud explica también por qué hay tantos cristianos de funeral, cuya vida parece un funeral permanente. Cristianos que prefieren la tristeza a la alegría; se mueven mejor en la sombra que en la luz de la alegría.
Precisamente como esos animales que logran salir solamente de noche, pero que a la luz del día no ven nada. Como los murciélagos... Y con sentido del humor diríamos que son cristianos murciélagos, que prefieren la sombra a la luz de la presencia del Señor.
En cambio, muchas veces nos sobresaltamos cuando nos llega esta alegría o estamos llenos de miedo; o creemos ver un fantasma o pensamos que Jesús es un modo de obrar. Hasta tal punto que nos decimos a nosotros mismos:
Pero nosotros somos cristianos, y debemos actuar así. E importa muy poco que Jesús no esté. Más bien, habría que preguntar: "Pero, ¿tú hablas con Jesús? ¿Le dices: Jesús, creo que estás vivo, que has resucitado, que estás cerca de mí, que no me abandonas?".
Este es el diálogo con Jesús, propio de la vida cristiana, animado por la certeza de que Jesús está siempre con nosotros, está siempre con nuestros problemas, con nuestras dificultades y con nuestras obras buenas. (Homilía del Evangelio de hoy. Santa Marta, 24 de abril de 2014)
Oración del día para el Evangelio de hoy.
Jesús, Tú vives en cada uno de los rostros afligidos. Que no me cueste reconocer tu presencia en los que sufren, y que pueda utilizar los talentos que me has dado para beneficio de todos. Abre mi corazón al amor y al perdón. Tú eres Padre de consuelo. Amén.
Propósito para hoy.
Durante mi almuerzo, bendeciré los alimentos, daré gracias a Dios por todo lo que me ha provisto y pediré por todos aquellos a los que les falta el pan sobre la mesa.
Frase de reflexión.
"La cruz es el precio del amor verdadero. Señor, danos fuerza para aceptar nuestra cruz y cargar con ella" Papa Francisco.
Audio Evangelio de hoy.
Escucha ahora la reflexión correspondiente al Evangelio de hoy de Lucas 24,35-48 en audio, comentado para la vida diaria. Vive y reflexiona la Palabra de Dios.
Pide ayuda al Espíritu Santo antes de comenzar a escuchar la reflexión de las lecturas del día para el Evangelio de hoy jueves.
Intenciones del Evangelio de hoy.
Rige tu vida con la Palabra de Dios. Al meditarlas lecturas de hoy con el Santo Evangelio del día en Lucas 24,35-48, profundizas en tu relación personal con Dios. La oración del día expresa una petición de transformación en el Evangelio de hoy. "Cristo resucita y deja las marcas de sus llagas para que podamos encontrar en ellas sanación y consuelo.". Con la lectura de hoy jueves, pidamos por esas intenciones que quieres expresar. Escribe en los comentarios tus peticiones a través de las lecturas de hoy y su Palabra diaria en el Evangelio de hoy 16 de abril, 2020. Paz y bien a tu vida.
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