Evangelio del Día Miércoles: ¡Bienaventurados los Pobres de Espíritu!

Santo Evangelio de hoy explicado del Miércoles 7 de Septiembre, 2022 y las Lecturas de hoy para reflexionar. Palabra diaria con el Evangelio del día, en Lucas 6,20-26: "¿Cuáles son y en qué consisten las bienaventuranzas? ¡Bienaventurados los Pobres, los que lloran, los que tienen hambre!". Pequeña meditación del Evangelio de hoy Miércoles: "Las bienaventuranzas son el mejor camino para llegar al Padre". Lecturas de hoy con la oración del día (Miércoles de la Semana 23 del Tiempo Ordinario). Reflexión del Papa Francisco para hoy: "Estamos llamados a la felicidad, a ser dichosos, y lo somos desde ahora, en la medida en que nos ponemos del lado de Dios".

 Oración de Encuentro.

Índice de las lecturas de hoy.

Celebraciones del día:

Santa Regina, Virgen y mártir.

Antífona de hoy.

Tú eres justo, Señor, y tu juicio es recto; trata a tu siervo según tu amor misericordioso (Cfr. Salmo 118,137.124)

Oración colecta.

Oh Dios, por quien somos redimidos y recibimos la adopción, mira con benevolencia a tus amados hijos e hijas, para que los que creen en Cristo reciban la verdadera libertad y una herencia eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

Lecturas de hoy Miércoles.

Primera Lectura para el Evangelio de hoy Miércoles. Lectura del Libro de 1 Corintios 7,25-31: "El mundo, tal como lo conocemos, pasa".

Sobre la permanencia en el celibato, no tengo indicaciones del Señor, sino que doy mi propia opinión como alguien que, por la misericordia del Señor, ha permanecido fiel. Pues bien, creo que en estos tiempos de tensión actual esto es lo correcto: que es bueno que un hombre se quede como está. Si está atado a una esposa, no busque la libertad; si está libre de una esposa, entonces no busque una. Pero si se casan, no es pecado, y no es pecado que una joven se case. Sin embargo, tendrán sus problemas en su vida matrimonial, y me gustaría ahorrárselos. Hermanos, esto es lo que quiero decir: nuestro tiempo es cada vez más corto. Los que tienen esposa deberían vivir como si no la tuvieran, y los que se lamentan deberían vivir como si no tuvieran nada por lo que lamentarse; los que están disfrutando de la vida deberían vivir como si no hubiera nada de lo que reírse; aquellos cuya vida es comprar cosas deberían vivir como si no tuvieran nada propio; y los que tienen que tratar con el mundo no deberían enfrascarse en él. Digo esto porque el mundo, tal como lo conocemos, está desapareciendo.

Salmo de hoy Miércoles.

Salmo Responsorial de las lecturas de hoy tomado del Libro de los Salmos 45(44),11-12,14-17:

"Escucha, hija, presta atención a mis palabras". (R).

• Escucha, hija, presta atención a mis palabras: olvida a tu pueblo y a la casa de tu padre. Así deseará el rey tu belleza: Él es tu señor, ríndele homenaje.

"Escucha, hija, presta atención a mis palabras". (R).

• La hija del rey está vestida con esplendor, sus ropas bordadas con perlas engastadas en oro. Es llevada ante el rey con sus compañeras.

"Escucha, hija, presta atención a mis palabras". (R).

• Son escoltadas en medio de la alegría y el júbilo; pasan por el palacio del rey. Los hijos serán tuyos en lugar de tus padres los harás príncipes sobre toda la tierra.

"Escucha, hija, presta atención a mis palabras". (R).

Aclamación de hoy.

¡Aleluya, aleluya! Cuando alguien obedece lo que Cristo ha dicho, el amor de Dios llega a la perfección en él. ¡Aleluya! (Aclamación del Evangelio de hoy tomada de 1 Juan 2,5)

Evangelio de hoy - Lucas 6,20-26.

Evangelio de hoy explicado - Lecturas de hoy Miércoles, para el Santo Evangelio del día: "Bienaventurados los pobres, los hambrientos, los que lloran".

En aquel tiempo, Jesús, fijando la mirada en sus discípulos, dijo: "¡Bienaventurados, los pobres, porque el Reino de Dios les pertenece! ¡Bienaventurados ustedes, los que ahora tienen hambre, porque serán saciados! ¡Bienaventurados ustedes, los que ahora lloran, porque reirán! ¡Bienaventurados ustedes, cuando los hombres los odien, los excluyan, los insulten y proscriban su nombre, considerándolo infame, a causa del Hijo del hombre! ¡Alégrense y llénense de gozo en ese día, porque la recompensa de ustedes será grande en el cielo! ¡De la misma manera, los padres de ellos trataban a los profetas! Pero ¡ay de ustedes, los ricos, porque ya tienen su consuelo! ¡Ay de ustedes, los que ahora están satisfechos, porque tendrán hambre! ¡Ay de ustedes, los que ahora ríen, porque conocerán la aflicción y las lágrimas! ¡Ay de ustedes, cuando todos los elogien! ¡De la misma manera, los padres de ellos trataban a los falsos profetas!. Palabra del Señor.

Reflexión del Papa Francisco.

"Estamos llamados a la felicidad, a ser dichosos, y lo somos desde ahora, en la medida en que nos ponemos del lado de Dios". Papa Francisco.

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días! El Evangelio de hoy nos presenta el pasaje de San Lucas sobre las Bienaventuranzas. El texto está organizado en cuatro bienaventuranzas y cuatro amonestaciones denotadas por la expresión "ay de vosotros". Con estas palabras asertivas y agudas, Jesús nos abre los ojos y nos hace mirar con su mirada, más allá de las apariencias, más allá de la superficie y nos enseña a discernir las situaciones con fe.

Jesús proclama bienaventurados a los pobres, a los hambrientos, a los que sufren y a los perseguidos, y amonesta a los ricos, satisfechos, que ríen y son alabados por el pueblo. La razón de esta paradójica bienaventuranza radica en que Dios está cerca de los que sufren, e intercede para liberarlos de su esclavitud. Jesús ve esto; ya ve la bienaventuranza más allá de su realidad negativa. Y del mismo modo, el "ay de vosotros" dirigido a los que hoy están bien, tiene el propósito de "despertarlos" del peligroso engaño del egoísmo, y abrirlos a la lógica del amor, mientras tienen tiempo de hacerlo.

La página del Evangelio de hoy nos invita, pues, a reflexionar sobre el sentido profundo de tener fe, que consiste en confiar plenamente en El Señor. Se trata de derribar los ídolos mundanos para abrir nuestro corazón al Dios verdadero y vivo. Solo Él puede dar a nuestra vida esa plenitud tan deseada y, sin embargo, difícil de alcanzar.

Hermanos y hermanas, en efecto, también en nuestros días hay muchos que pretenden ser dispensadores de felicidad: vienen y nos prometen un éxito rápido, grandes beneficios a nuestro alcance, soluciones mágicas a todos los problemas, etc. Y aquí es fácil resbalar sin querer en el pecado contra el primer mandamiento: la idolatría, la sustitución de Dios por un ídolo. La idolatría y los ídolos parecen cosas de otra época, pero en realidad son de todas las épocas. Incluso hoy en día. Describen ciertas actitudes contemporáneas mejor que muchos estudios sociológicos.

Por eso Jesús nos abre los ojos a la realidad. Estamos llamados a la felicidad, a ser dichosos, y lo somos desde ahora, en la medida en que nos ponemos del lado de Dios, de su Reino, del lado de lo que no es efímero, sino que perdura para la vida eterna. Somos felices si nos reconocemos necesitados ante Dios, y esto es muy importante: "Señor, te necesito", y si, como Él y con Él, estamos cerca de los pobres, de los que sufren y de los hambrientos. También nosotros somos así ante Dios: somos pobres, sufridos, tenemos hambre ante Dios. Aunque poseamos bienes mundanos, experimentamos la alegría cuando no idolatramos ni vendemos nuestra alma a ellos, sino que somos capaces de compartirlos con nuestros hermanos. Hoy la liturgia nos invita una vez más a interrogarnos sobre esto y a ser sinceros en nuestro corazón.

Las Bienaventuranzas de Jesús son un mensaje decisivo que nos exhorta a no poner nuestra confianza en las cosas materiales y fugaces, a no buscar la felicidad siguiendo a los vendedores de humo, que a menudo son vendedores de muerte, expertos en la ilusión. No debemos seguirlos porque son incapaces de darnos esperanza. Que el Señor nos ayude a abrir los ojos para adquirir una visión más penetrante de la realidad, para curar la miopía crónica con la que nos infecta el espíritu mundano. Con su paradójica Palabra nos remueve y nos hace reconocer lo que verdaderamente nos enriquece, nos satisface, nos da alegría y dignidad; es decir, lo que verdaderamente da sentido y plenitud a nuestra vida. Que la Virgen María nos ayude a escuchar este pasaje del Evangelio con el corazón y la mente abiertos para que dé frutos en nuestra vida y seamos testigos de la felicidad que no defrauda, la de Dios que nunca defrauda. (Homilía del Papa Francisco sobre el Evangelio de hoy)

Oración para el Evangelio de hoy.

Reza la oración de hoy Miércoles. Una oración de Calma por tus intenciones. Palabras a reflexionar del Evangelio de hoy: "¿Cuáles son y en qué consisten las bienaventuranzas?".

Recomendado para hoy.

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Frase de reflexión.

La misericordia de Dios, que nos ha hecho hermanos y hermanas, nos llama a ser artesanos de paz y de concordia. (Papa Francisco)

Reflexión del Evangelio de hoy.

Al meditar las lecturas y el Evangelio del día explicado, escuchemos ahora la meditación en audio del Santo Evangelio de hoy Miércoles, según San Lucas 6,20-26: "¡Bienaventurados los Pobres de espíritu, los que lloran, los que tienen hambre, los que son perseguidos y odiados!".

Pidamos ayuda al Espíritu Santo, para que nos ayude a meditar lo que nos ha dicho a cada uno de nosotros, la reflexión del Evangelio de hoy.

Intenciones para el Evangelio de hoy.

Profundicemos con las lecturas de hoy y el Santo Evangelio de hoy Miércoles, en Lucas 6,20-26: "¿Cuáles son las bienaventuranzas? ¡Bienaventurados los Pobres, los que lloran, los que tienen hambre!". La oración del día nos ayuda en con esta pequeña meditación. "Cristo nos da el mejor de los consuelos a los que sufrimos por seguirle, nos premia con la entrada a su Reino". Escribe ahora en los comentarios tus peticiones de oración. Paz y bien a tu vida.