Evangelio del Dí­a Domingo: Habrá grandes Terremotos Peste y Hambre

Santo Evangelio de hoy explicado del Domingo, 13 de Noviembre, 2022 y las Lecturas de hoy para reflexionar. Palabra diaria con el Evangelio del día, en Lucas 21,5-19: "Habrá grandes terremotos; peste y hambre en muchas partes; se verán también fenómenos aterradores y grandes señales en el cielo". Pequeña meditación del Evangelio de hoy Domingo. Lecturas de hoy con la oración del día (Domingo de la semana 33 del Tiempo Ordinario). Reflexión del Papa Francisco para hoy: "Es el Señor, quien guía nuestra existencia y conoce el fin último de las cosas y de los acontecimientos".

Índice de las lecturas de hoy.

Celebraciones del día:

San Leandro, quien introdujo el Credo en la Misa.

Antífona de hoy.

"El Señor dijo: Pienso en la paz y no en la aflicción. Me invocaréis, y yo os responderé, y haré volver a vuestros cautivos de todos los lugares". (Cfr. Jeremías 29,11.12.14

Oración colecta.

Concédenos, te rogamos, Señor, nuestro Dios, la alegría constante de estar consagrados a ti, porque es una felicidad plena y duradera servir con constancia al autor de todo lo bueno. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

Lecturas de hoy Domingo.

Primera Lectura para el Evangelio de hoy Domingo. Lectura del Libro de Malaquías 3,19-20: "Para vosotros brillará el sol de la justicia".

Ya viene el día que arde como un horno; y todos los arrogantes y los malhechores serán como rastrojos. El día que viene los va a quemar, dice El Señor de los Ejércitos, sin dejarles ni raíz ni tallo. Pero para ustedes que temen mi nombre, el sol de justicia brillará con la curación en sus rayos.

Salmo de hoy Domingo.

Salmo Responsorial de las lecturas de hoy tomado del Libro de los Salmos 98(97),5-9:

"El Señor viene a gobernar a los pueblos con justicia". (R).

• Cantad salmos al Señor con el arpa al son de la música. Con trompetas y sonido de cuerno aclamad al Rey, el Señor.

"El Señor viene a gobernar a los pueblos con justicia". (R).

• Que truene el mar y todo lo que hay en él; el mundo y todos sus pueblos. Que los ríos aplaudan y las colinas resuenen de alegría ante la presencia del Señor.

"El Señor viene a gobernar a los pueblos con justicia". (R).

• Porque el Señor viene, viene a gobernar la tierra. Gobernará el mundo con justicia y a los pueblos con justicia.

"El Señor viene a gobernar a los pueblos con justicia". (R).

Segunda Lectura de hoy.

La segunda lectura para el Evangelio de hoy es tomada de 2 Tesalonicenses 3,7-12: "No dejéis que nadie tenga comida si se niega a trabajar".

Ya sabéis cómo debéis imitarnos: no hemos estado ociosos cuando estábamos con vosotros, ni hemos comido nunca en la mesa de nadie sin pagar por ello; no, hemos trabajado de noche y de día, trabajando y esforzándonos, para no ser una carga para ninguno de vosotros. Esto no era porque no tuviéramos derecho a serlo, sino para convertirnos en un ejemplo a seguir para vosotros. Os dimos una norma cuando estábamos con vosotros: no dejéis que nadie tenga comida si se niega a hacer algún trabajo. Ahora nos enteramos de que hay algunos de vosotros que viven en la ociosidad, sin hacer ningún trabajo ellos mismos, pero interfiriendo en el de los demás. En nombre del Señor Jesucristo, ordenamos y exhortamos a las personas de este tipo a que sigan trabajando tranquilamente y se ganen el alimento que comen.

Aclamación de hoy.

¡Aleluya, aleluya! Permaneced despiertos, rezando en todo momento por la fuerza para estar con confianza ante el Hijo del Hombre. ¡Aleluya! (Aclamación del Evangelio de hoy, tomado de Lucas 21,36)

Evangelio de hoy - Lucas 21,5-19.

Evangelio de hoy explicado - Lecturas de hoy Domingo, para el Santo Evangelio del día: "Cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará fe sobre la tierra".

En aquel tiempo, como algunos, hablando del Templo, decían que estaba adornado con hermosas piedras y ofrendas votivas, Jesús dijo: "De todo lo que ustedes contemplan, un día no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido". Ellos le preguntaron: "Maestro, ¿cuándo tendrá lugar esto, y cuál será la señal de que va a suceder?". Jesús respondió: "Tengan cuidado, no se dejen engañar, porque muchos se presentarán en mi Nombre, diciendo: "Soy yo", y también: "El tiempo está cerca". No los sigan. Cuando oigan hablar de guerras y revoluciones no se alarmen; es necesario que esto ocurra antes, pero no llegará tan pronto el fin". Después les dijo: "Se levantará nación contra nación y reino contra reino. Habrá grandes terremotos; peste y hambre en muchas partes; se verán también fenómenos aterradores y grandes señales en el cielo. Pero antes de todo eso, los detendrán, los perseguirán, los entregarán a las sinagogas y serán encarcelados; los llevarán ante reyes y gobernadores a causa de mi Nombre, y esto les sucederá para que puedan dar testimonio de mí. Tengan bien presente que no deberán preparar su defensa, porque yo mismo les daré una elocuencia y una sabiduría que ninguno de sus adversarios podrá resistir ni contradecir. Serán entregados hasta por sus propios padres y hermanos, por sus parientes y amigos; y a muchos de ustedes los matarán. Serán odiados por todos a causa de mi Nombre. Pero ni siquiera un cabello se les caerá de la cabeza. Gracias a la constancia salvarán sus vidas". Palabra del Señor.

Reflexión del Papa Francisco.

"Es el Señor, quien guía nuestra existencia y conoce el fin último de las cosas y de los acontecimientos". Papa Francisco.

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!, el Evangelio de este penúltimo domingo del año litúrgico (Cfr. Lc 21,5-19) nos presenta el discurso de Jesús sobre el fin de los tiempos. Jesús lo pronuncia ante el templo de Jerusalén, un edificio admirado por el pueblo por su grandeza y esplendor. Pero Él profetizó que de toda la belleza del templo, de esa grandeza, "no quedará aquí una piedra sobre otra que no sea derribada" (v. 6). La destrucción del templo predicha por Jesús no es tanto una figura del fin de la historia como del propósito de la misma. En efecto, ante los oyentes que quieren saber cómo y cuándo sucederán estos signos, Jesús responde con el típico lenguaje apocalíptico de la Biblia.

Utiliza dos imágenes aparentemente contrastadas: la primera es una serie de acontecimientos aterradores: catástrofes, guerras, hambrunas, disturbios y persecuciones (vv. 9-12); la otra es tranquilizadora: "No perecerá ni un pelo de vuestra cabeza" (v. 18). En primer lugar, hay una mirada realista a la historia, marcada por las calamidades y también por la violencia, por los traumas que hieren la creación, nuestra casa común, y también la familia humana que la habita, y la propia comunidad cristiana. Pensemos en las muchas guerras de hoy, en las muchas calamidades de hoy. La segunda imagen, encerrada en la tranquilidad de Jesús, nos indica la actitud que debe adoptar el cristiano al vivir esta historia, caracterizada por la violencia y la adversidad.

¿Y cuál es la actitud del cristiano? Es la actitud de esperanza en Dios, que nos permite no dejarnos abrumar por los acontecimientos trágicos. De hecho, son una "oportunidad para dar testimonio" (v. 13). Los discípulos de Cristo no pueden ser esclavos de los miedos y las angustias, sino que están llamados a vivir la historia, a frenar la fuerza destructiva del mal, con la certeza de que la acción de bondad del Señor va siempre acompañada de su ternura providencial y tranquilizadora. Este es el signo elocuente de que el Reino de Dios está llegando a nosotros, es decir, de que se acerca la realización del mundo como Dios lo quiere. Es Él, el Señor, quien guía nuestra existencia y conoce el fin último de las cosas y de los acontecimientos.

El Señor nos llama a colaborar en la construcción de la historia, convirtiéndonos, junto a Él, en artífices de la paz y testigos de la esperanza en un futuro de salvación y resurrección. La fe nos hace caminar con Jesús por los caminos, muchas veces tortuosos, de este mundo, con la certeza de que la fuerza de su Espíritu doblegará las fuerzas del mal, sometiéndolas al poder del amor de Dios. El amor es superior, el amor es más poderoso, porque es Dios: Dios es amor. Los mártires cristianos son un ejemplo para nosotros, nuestros mártires, también de nuestro tiempo, que son más numerosos que los de los comienzos, que, a pesar de la persecución, son hombres y mujeres de paz. Ellos nos dan una herencia para conservar e imitar: el Evangelio del amor y de la misericordia. Este es el tesoro más precioso que se nos ha dado y el testimonio más eficaz que podemos dar a nuestros contemporáneos, respondiendo al odio con el amor, a la ofensa con el perdón. Incluso en nuestra vida cotidiana: cuando recibimos una ofensa, sentimos dolor; pero debemos perdonar de corazón. Cuando nos sentimos odiados, debemos rezar con amor por la persona que nos odia. Que la Virgen María, por su maternal intercesión, sostenga nuestro camino diario de fe, siguiendo al Señor que guía la historia. (Homilía del Papa Francisco sobre el Evangelio de hoy)

Oración para el Evangelio de hoy.

Reza la oración de hoy Domingo. Una oración de Calma por tus intenciones. Palabras a reflexionar del Evangelio de hoy: "Se verán también fenómenos aterradores y grandes señales en el cielo".

Recomendado para hoy.

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Frase de reflexión.

Quien se ha equivocado, a menudo se siente reprendido por su propio corazón; distancia, indiferencia y palabras hirientes no ayudan. Por eso, según el Padre, es necesario ofrecerles una acogida cálida, que aliente para ir adelante. (Papa Francisco)

Reflexión del Evangelio de hoy.

Al meditar las lecturas y el Evangelio del día explicado, escuchemos ahora la meditación en audio del Santo Evangelio de hoy Domingo, según San Lucas 21,5-19: Habrá grandes terremotos; peste y hambre en muchas partes".

Pidamos ayuda al Espíritu Santo, para que nos ayude a meditar lo que nos ha dicho a cada uno de nosotros, la reflexión del Evangelio de hoy.

Intenciones para el Evangelio de hoy.

Profundicemos con las lecturas de hoy y el Santo Evangelio de hoy Domingo, 13 de Noviembre, 2022, en Lucas 21,5-19: "Habrá grandes terremotos; peste y hambre en muchas partes; se verán también fenómenos aterradores y grandes señales en el cielo". La oración del día nos ayuda con la meditación. Frase del Papa Francisco para recordar hoy: "Es el Señor, quien guía nuestra existencia y conoce el fin último de las cosas y de los acontecimientos". Escribe ahora en los comentarios tus peticiones de oración. Paz y bien a tu vida.