Evangelio de hoy domingo, 19 de marzo, 2023. Lecturas de hoy y Reflexión del Papa Francisco (Juan 9,1-41): Nació así para que se manifiesten en él las obras de Dios
¿Nació ciego porque pecó él o sus padres?.
Santo Evangelio de hoy explicado del domingo, 19 de marzo, 2023 y las Lecturas de hoy para reflexionar. Palabra diaria con el Evangelio del día según San Juan 9,1-41: "¿Quién ha pecado, él o sus padres, para que haya nacido ciego?... Nació así para que se manifiesten en él las obras de Dios". Meditación del Evangelio (Cuarto Domingo de Cuaresma). Reflexión del Papa Francisco para hoy: "Tantas veces una buena acción, una obra de caridad, origina habladurías, discusiones porque hay algunos que no quieren ver la verdad"
Índice de lecturas de hoy.
Celebración del día:
Cuarto Domingo de Cuaresma: Domingo de Laetare. Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo Único para salvarnos. Oración para el cuarto Domingo de Cuaresma
Antífona de hoy.
Alégrate, Jerusalén, y todos los que la aman. Alégrense, todos los que estaban de luto; exultad y saciaos ante su pecho consolador. (Isaías 66,10-11)
Oración colecta.
Oh Dios, que por tu Palabra reconcilias maravillosamente contigo al género humano, concédenos, te rogamos, que con pronta devoción y fe ferviente el pueblo cristiano se apresure hacia las solemnes celebraciones venideras. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
Lecturas de hoy domingo.
Primera Lectura para el Evangelio de hoy domingo. Lectura del Libro de 1 Samuel 16,1.6-7.10-13: "David es ungido por Samuel"
El Señor dijo a Samuel: "Llena tu cuerno de aceite y vete. Te envío a Isaí de Belén, porque me he elegido rey entre sus hijos". Cuando Samuel llegó, vio a Eliab y pensó: "Seguramente el ungido del Señor está allí delante de él", pero el Señor dijo a Samuel: "No te fijes en su aspecto ni en su estatura, porque yo lo he rechazado": Dios no ve como ve el hombre: el hombre mira las apariencias, pero El Señor mira el corazón". Jesé presentó sus siete hijos a Samuel, pero Samuel dijo a Jesé: "El Señor no ha elegido a estos". Entonces preguntó a Isaí: "¿Estos son todos tus hijos? Él respondió: "Todavía queda uno, el más joven, que está cuidando las ovejas". Samuel dijo a Isaí: "Mándalo llamar; no nos sentaremos a comer hasta que venga". Isaí lo mandó llamar, un muchacho de tez fresca, ojos finos y porte agradable. El Señor dijo: "Ven, úngelo, porque este es". Al oír esto, Samuel tomó el cuerno de aceite y lo ungió donde estaba con sus hermanos; y el espíritu del Señor se apoderó de David y permaneció con él desde aquel día.
Salmo de hoy domingo.
Salmo Responsorial de las lecturas de la Santa Misa de hoy, tomado del Salmo 23(22)
"El Señor es mi pastor, nada me falta". (R)
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El Señor es mi pastor, nada me falta. Frescos y verdes son los pastos donde él me da reposo. Cerca de aguas tranquilas me conduce, para reanimar mi espíritu decaído.
"El Señor es mi pastor, nada me falta". (R)
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Me guía por el camino recto; es fiel a su nombre. Si caminara por el valle de las tinieblas, ningún mal temería. Tú estás allí con tu cayado y tu cayado; con ellos me das consuelo.
"El Señor es mi pastor, nada me falta". (R)
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Me has preparado un banquete a los ojos de mis enemigos. Has ungido mi cabeza con aceite, mi copa está rebosando.
"El Señor es mi pastor, nada me falta". (R)
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El bien y la bondad me seguirán todos los días de mi vida. En la casa del Señor habitaré por los siglos de los siglos.
"El Señor es mi pastor, nada me falta". (R)
Segunda lectura de hoy.
La segunda lectura para el Evangelio de hoy es tomada de Efesios 5:8-14: "Todo lo que es expuesto a la luz se convierte en luz".
En otro tiempo erais tinieblas, pero ahora sois luz en el Señor; sed como hijos de la luz, porque los efectos de la luz se manifiestan en la bondad completa, en la vida recta y en la verdad. Tratad de descubrir lo que El Señor quiere de vosotros, sin tener nada que ver con las obras vanas de las tinieblas, sino exponiéndolas por contraste. Las cosas que se hacen en secreto son cosas de las que la gente se avergüenza hasta de hablar; pero todo lo que es expuesto por la luz será iluminado, y todo lo iluminado se convierte en luz. Por eso se dice: Despertad de vuestro sueño, resucitad de entre los muertos, y Cristo brillará sobre vosotros.
Aclamación de hoy.
Gloria a ti, Cristo, que eres la Palabra de Dios. Yo soy la luz del mundo, dice El Señor; el que me siga tendrá la luz de la vida. Gloria a ti, Cristo, que eres la Palabra de Dios. (Aclamación del Evangelio de hoy tomada del Juan 8,12)
Evangelio de hoy: Juan 9,1-41.
Evangelio de hoy explicado - Lecturas de hoy domingo, para el Santo Evangelio del día: "Jesús cura a un ciego de nacimiento".
En aquel tiempo, al pasar Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento. Sus discípulos le preguntaron: "Maestro, ¿quién ha pecado, él o sus padres, para que haya nacido ciego?". "Ni él ni sus padres han pecado", respondió Jesús; "nació así para que se manifiesten en él las obras de Dios. Debemos trabajar en las obras de aquel que me envió, mientras es de día; llega la noche, cuando nadie puede trabajar. Mientras estoy en el mundo, soy la luz del mundo". Después que dijo esto, escupió en la tierra, hizo barro con la saliva y lo puso sobre los ojos del ciego, diciéndole: "Ve a lavarte a la piscina de Siloé", que significa "Enviado". El ciego fue, se lavó y, al regresar, ya veía. Los vecinos y los que antes lo habían visto mendigar, se preguntaban: "¿No es este el que se sentaba a pedir limosna?". Unos opinaban: "Es el mismo". No, respondían otros, es uno que se le parece". Él decía: "Soy realmente yo". Ellos le dijeron: "¿Cómo se te han abierto los ojos?". Él respondió: "Ese hombre que se llama Jesús hizo barro, lo puso sobre mis ojos y me dijo: "Ve a lavarte a Siloé". Yo fui, me lavé y vi". Ellos le preguntaron: "¿Dónde está?". Él respondió: "No lo sé". El que había sido ciego fue llevado ante los fariseos. Era sábado cuando Jesús hizo barro y le abrió los ojos. Los fariseos, a su vez, le preguntaron cómo había llegado a ver. Él les respondió: "Me puso barro sobre los ojos, me lavé y veo". Algunos fariseos decían: "Ese hombre no viene de Dios, porque no observa el sábado". Otros replicaban: "¿Cómo un pecador puede hacer semejantes signos?". Y se produjo una división entre ellos. Entonces dijeron nuevamente al ciego: "Y tú, ¿qué dices del que te abrió los ojos?". El hombre respondió: "Es un profeta". Sin embargo, los judíos no querían creer que ese hombre había sido ciego y que había llegado a ver, hasta que llamaron a sus padres y les preguntaron: "¿Es este el hijo de ustedes, el que dicen que nació ciego? ¿Cómo es que ahora ve?". Sus padres respondieron: "Sabemos que es nuestro hijo y que nació ciego, pero cómo es que ahora ve y quién le abrió los ojos, no lo sabemos. Pregúntenle a él: tiene edad para responder por su cuenta". Sus padres dijeron esto por temor a los judíos, que ya se habían puesto de acuerdo para excluir de la sinagoga al que reconociera a Jesús como Mesías. Por esta razón dijeron: "Tiene bastante edad, pregúntenle a él". Los judíos llamaron por segunda vez al que había sido ciego y le dijeron: "Glorifica a Dios. Nosotros sabemos que ese hombre es un pecador". "Yo no sé si es un pecador", respondió; "lo que sé es que antes yo era ciego y ahora veo". Ellos le preguntaron: "¿Qué te ha hecho? ¿Cómo te abrió los ojos?". Él les respondió: "Ya se lo dije y ustedes no me han escuchado. ¿Por qué quieren oírlo de nuevo? ¿También ustedes quieren hacerse discípulos suyos?". Ellos lo injuriaron y le dijeron: "¡Tú serás discípulo de ese hombre; nosotros somos discípulos de Moisés! Sabemos que Dios habló a Moisés, pero no sabemos de dónde es este". El hombre les respondió: "Esto es lo asombroso: que ustedes no sepan de dónde es, a pesar de que me ha abierto los ojos. Sabemos que Dios no escucha a los pecadores, pero sí al que lo honra y cumple su voluntad. Nunca se oyó decir que alguien haya abierto los ojos a un ciego de nacimiento. Si este hombre no viniera de Dios, no podría hacer nada". Ellos le respondieron: "Tú naciste lleno de pecado, y ¿quieres darnos lecciones?". Y lo echaron. Jesús se enteró de que lo habían echado y, al encontrarlo, le preguntó: "¿Crees en el Hijo del hombre?". Él respondió: "¿Quién es, Señor, para que crea en él?". Jesús le dijo: "Tú lo has visto: es el que te está hablando". Entonces él exclamó: "Creo, Señor", y se postró ante él. Después Jesús agregó: "He venido a este mundo para un juicio: Para que vean los que no ven y queden ciegos los que ven". Los fariseos que estaban con él oyeron esto y le dijeron: "¿Acaso también nosotros somos ciegos?". Jesús les respondió: "Si ustedes fueran ciegos, no tendrían pecado, pero como dicen: "Vemos", su pecado permanece. Palabra del Señor.
Reflexión del Papa Francisco.
"Tantas veces una buena acción, una obra de caridad, origina habladurías, discusiones porque hay algunos que no quieren ver la verdad". Papa Francisco.
El Evangelio de hoy nos presenta el episodio del hombre ciego de nacimiento, a quien Jesús dona la vista... El milagro es narrado por Juan en apenas dos versículos, porque el evangelista quiere atraer la atención no sobre el milagro en sí, sino sobre aquello que ocurre después, sobre las discusiones que origina. También sobre las habladurías, ¿no? Tantas veces una buena acción, una obra de caridad, origina habladurías, discusiones porque hay algunos que no quieren ver la verdad.
(...) El ciego curado es en primer lugar interrogado por la multitud sorprendida- han visto el milagro y lo interrogan; luego por los doctores de la ley, y estos interrogan también a sus padres. Al final el ciego curado llega a la fe, y esta es la gracia más grande que le viene dada por Jesús: no solo poder ver, sino conocer a Él, ver a Él, como la luz del mundo
Mientras el ciego se acerca gradualmente a la luz, los doctores de la ley, al contrario, se hunden cada vez más en su ceguera interior. Encerrados en su presunción, creen tener ya la luz; por esto no se abren a la verdad de Jesús.
(...) El camino del ciego es un camino por etapas, que parte del conocimiento del nombre de Jesús. No conoce a otro que a Él; de hecho dice: "Ese hombre que se llama Jesús hizo barro, lo puso sobre mis ojos".
Como consecuencia de las insistentes preguntas de los doctores, primero lo considera un profeta y después un hombre cercano a Dios. Luego que ha sido alejado del templo, excluido de la sociedad, Jesús lo vuelve a encontrar y le abre los ojos por segunda vez, revelándole la propia identidad: "Yo soy el Mesías", le dice. A este punto aquel que había sido ciego exclama: "¡Creo, Señor!", y se inclina ante Jesús.
Este es un relato del Evangelio que hace ver el drama de la ceguera interior de tanta gente: también nuestra gente, ¿eh?, porque nosotros tenemos, algunas veces, momentos de ceguera interior.
Nuestra vida, a veces, es parecida a aquella del ciego que se ha abierto a la luz, que se ha abierto a Dios y a la gracia. A veces, lamentablemente, es un poco como aquella de los doctores de la ley: desde lo alto de nuestro orgullo juzgamos a los demás, y ¡hasta al Señor! Hoy estamos invitados a abrirnos a la luz de Cristo para llevar fruto a nuestra vida, para eliminar los comportamientos que no son cristianos. (Homilía del Evangelio de hoy, 30 de marzo de 2014)
Oración de hoy.
Señor, me abandono en tus manos, sabiendo que ya no temeré ningún mal y no habrá obstáculo que me haga perder la esperanza. Quiero vivir para Ti, que eres poderoso y reinas con verdad y justicia. Ayúdame a vivir en humildad, pues un corazón humilde y piadoso Tú no lo desprecias. Es por ello, que te pido que me libres de las garras del egocentrismo, que no viva solo para mí, que aprenda a desechar ese egoísmo cruel que me aparta del buen camino. Todo te lo entrego, todo lo que soy y todo lo que quiero ser para pertenecerte. Amén. (Redacción: Qriswell Quero, servidor católico en Pildorasdefe.net)
Frase de reflexión.
La Palabra de Dios nos consuela y nos anima. Al mismo tiempo, provoca la conversión, nos sacude, nos libera de la parálisis del egoísmo. Porque tiene el poder de cambiar la vida, hace pasar de la oscuridad a la luz. (Papa Francisco, 23 de enero de 2021)
Reflexión del Evangelio de hoy.
Al meditar las lecturas y el Evangelio del día explicado, escuchemos ahora la meditación en audio del Santo Evangelio de hoy domingo, según San Juan 9,1-41: "Nació así para que se manifiesten en él las obras de Dios".
Pidamos ayuda al Espíritu Santo, para que nos ayude a meditar lo que nos ha dicho a cada uno de nosotros, la reflexión del Evangelio de hoy.
Intenciones del día.
Reflexión del Santo Evangelio de hoy domingo, 19 de marzo, 2023, según San Juan 9,1-41: "¿Quién ha pecado, él o sus padres, para que haya nacido ciego?... Nació así para que se manifiesten en él las obras de Dios". La oración del día nos ayuda con la meditación. ¿Qué pudiste reflexionar con el Evangelio del día? Escribe en los comentarios tus peticiones de oración.
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