Evangelio de hoy Martes, 31 de Enero, 2023. Lecturas de hoy y Reflexión del Papa Francisco (Marcos 5,21-43): ¡Talitha qumi!: La niña se levantó y comenzó a caminar
Niña, Yo te lo ordeno, levántate.
Santo Evangelio de hoy explicado del Martes, 31 de Enero, 2023 y las Lecturas de hoy para reflexionar. Palabra diaria con el Evangelio del día según San Marcos 5,21-43: "La tomó de la mano y le dijo: "Talitha Qumi", que significa: "¡Niña, yo te lo ordeno, levántate!". En seguida la niña se levantó y comenzó a caminar". Meditación del Evangelio (IV Martes del Tiempo Ordinario). Reflexión del Papa Francisco para hoy: "Jesús realiza dos signos de curación para decirnos que ni el sufrimiento ni la muerte tienen la última palabra"
Índice de lecturas de hoy.
Celebración del día:
San Juan Bosco, Padre de la Juventud.
Antífona de hoy.
El Espíritu del Señor está sobre mí porque me ha ungido y me ha enviado a anunciar la buena noticia a los pobres, a curar a los quebrantados de corazón (Cfr. Lucas 4,18)
Oración colecta.
Oh Dios, que suscitaste al Sacerdote San Juan Bosco como padre y maestro de los jóvenes concédenos, te rogamos, que, inflamados en el mismo fuego de amor, podamos buscar almas y servirte solo a ti. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
Lecturas de hoy Martes.
Primera Lectura para el Evangelio de hoy Martes. Lectura de la Carta a los Hebreos 12,1-4: "Debemos seguir corriendo con constancia en la carrera que hemos emprendido".
Con tantos testigos en una gran nube a nuestro lado, también nosotros debemos despojarnos de todo lo que nos estorba, especialmente del pecado, que se aferra con tanta facilidad, y seguir corriendo con constancia la carrera que hemos emprendido. No perdamos de vista a Jesús, que nos guía en nuestra fe y la lleva a la perfección: por el gozo que aún estaba en el futuro, soportó la cruz, haciendo caso omiso de la vergüenza que suponía, y desde ahora ocupa su lugar a la derecha del trono de Dios. Piensa en cómo soportó la oposición de los pecadores y no te rendirás por falta de valor. En la lucha contra el pecado, todavía no has tenido que seguir luchando hasta la muerte.
Salmo de hoy Martes.
Salmo Responsorial de las lecturas de la Santa Misa de hoy, tomado del Salmo 22(21),26-28.30-32:
"Te alabarán, Señor, los que te buscan". (R).
-
Mis votos pagaré ante los que le temen. Los pobres comerán y se saciarán. Alabarán al Señor, los que le buscan. Que sus corazones vivan por los siglos de los siglos.
"Te alabarán, Señor, los que te buscan". (R).
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Toda la tierra se acordará y volverá al Señor, todas las familias de las naciones adorarán ante él; Le adorarán todos los poderosos de la tierra; ante él se inclinarán todos los que descienden al polvo.
"Te alabarán, Señor, los que te buscan". (R).
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Por él vivirá mi alma, a él servirán mis hijos. Hablarán del Señor a las generaciones venideras, declararán su fidelidad a los pueblos aún no nacidos: "Estas cosas ha hecho El Señor".
"Te alabarán, Señor, los que te buscan". (R).
Aclamación de hoy.
¡Aleluya, aleluya! Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida, dice el Señor; Nadie puede llegar al Padre si no es por mí. ¡Aleluya! (Aclamación del Evangelio de hoy tomada de Juan 14,6)
Evangelio de hoy: Marcos 5,21-43.
Evangelio de hoy explicado - Lecturas de hoy Martes, para el Santo Evangelio del día: "Talitha Qumi: ¡Niña, yo te lo ordeno, levántate!".
En aquel tiempo, cuando Jesús regresó en la barca a la otra orilla, una gran multitud se reunió a su alrededor, y él se quedó junto al mar. Entonces llegó uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo, y al verlo, se arrojó a sus pies, rogándole con insistencia: "Mi hijita se está muriendo; ven a imponerle las manos, para que se cure y viva". Jesús fue con él y lo seguía una gran multitud que lo apretaba por todos lados. Se encontraba allí una mujer que desde hacía doce años padecía de hemorragias. Había sufrido mucho a manos de numerosos médicos y gastado todos sus bienes sin resultado; al contrario, cada vez estaba peor. Como había oído hablar de Jesús, se le acercó por detrás, entre la multitud, y tocó su manto, porque pensaba: "Con solo tocar su manto quedaré curada". Inmediatamente, cesó la hemorragia, y ella sintió en su cuerpo que estaba curada de su mal. Jesús se dio cuenta en seguida de la fuerza que había salido de él, se dio vuelta y, dirigiéndose a la multitud, preguntó: "¿Quién tocó mi manto?". Sus discípulos le dijeron: "¿Ves que la gente te aprieta por todas partes y preguntas quién te ha tocado?". Pero él seguía mirando a su alrededor, para ver quién había sido. Entonces la mujer, muy asustada y temblando, porque sabía bien lo que le había ocurrido, fue a arrojarse a sus pies y le confesó toda la verdad. Jesús le dijo: "Hija, tu fe te ha salvado. Vete en paz, y queda curada de tu enfermedad". Todavía estaba hablando, cuando llegaron unas personas de la casa del jefe de la sinagoga y le dijeron: "Tu hija ya murió; ¿para qué vas a seguir molestando al Maestro?". Pero Jesús, sin tener en cuenta esas palabras, dijo al jefe de la sinagoga: "No temas, basta que creas". Y sin permitir que nadie lo acompañara, excepto Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago, fue a casa del jefe de la sinagoga. Allí vio un gran alboroto, y gente que lloraba y gritaba. Al entrar, les dijo: "¿Por qué se alborotan y lloran? La niña no está muerta, sino que duerme". Y se burlaban de él. Pero Jesús hizo salir a todos, y tomando consigo al padre y a la madre de la niña, y a los que venían con él, entró donde ella estaba. La tomó de la mano y le dijo: "Talitha Qumi", que significa: "¡Niña, yo te lo ordeno, levántate!". En seguida la niña, que ya tenía doce años, se levantó y comenzó a caminar. Ellos, entonces, se llenaron de asombro, y él les mandó insistentemente que nadie se enterara de lo sucedido. Después dijo que dieran de comer a la niña. Palabra del Señor.
Reflexión del Papa Francisco.
"Jesús realiza dos signos de curación para decirnos que ni el sufrimiento ni la muerte tienen la última palabra". Papa Francisco.
Queridos hermanos y hermanas: ¡Buenas tardes! Hoy en el Evangelio (cf. Mc 5,21-43) Jesús se encuentra con nuestras dos situaciones más dramáticas, la muerte y la enfermedad. Libera de ellas a dos personas: a una niña, que muere justo cuando su padre ha ido a pedir ayuda a Jesús; y a una mujer, que tiene pérdidas de sangre desde hace muchos años. Jesús se deja tocar por nuestro sufrimiento y nuestra muerte, y realiza dos signos de curación para decirnos que ni el sufrimiento ni la muerte tienen la última palabra. Nos dice que la muerte no es el final. Él vence a este enemigo, del que solo nosotros no podemos liberarnos.
Sin embargo, en esta época en la que la enfermedad sigue siendo el centro de la actualidad, nos centraremos en el otro signo, la curación de la mujer. Más que su salud, sus relaciones afectivas estaban comprometidas. ¿Por qué? Tenía pérdidas de sangre y, por tanto, según la mentalidad de la época, se la consideraba impura. Era una mujer marginada; no podía tener relaciones estables; no podía tener marido; no podía tener familia, y no podía tener relaciones sociales normales, porque era "impura", una enfermedad que la convertía en "impura". Vivía sola, con el corazón herido. ¿Cuál es la mayor enfermedad de la vida? ¿La tuberculosis? ¿La pandemia? No. La mayor enfermedad de la vida es la falta de amor; es no poder amar. Esta pobre mujer estaba enferma, sí, de pérdida de sangre, pero, como consecuencia, de falta de amor, porque no podía estar socialmente con los demás. Y la curación que más cuenta es la del amor. Pero, ¿cómo lo encontramos? Podemos pensar en nuestra propia capacidad de amar: ¿estamos enfermos o gozamos de buena salud? Si nuestra capacidad de amar no está bien. Jesús es capaz de curarnos... (Homilía del Papa Francisco sobre el Evangelio de hoy)
Frase de reflexión.
Dios se hace pequeño como un pedazo de pan y justamente por eso es necesario un corazón grande para poder reconocerlo, adorarlo, acogerlo. (Papa Francisco)
Reflexión del Evangelio de hoy.
Al meditar las lecturas y el Evangelio del día explicado, escuchemos ahora la meditación en audio del Santo Evangelio de hoy Martes, según San Marcos 5,21-43: Talitha Qumi: ¡Niña, yo te lo ordeno, levántate!". En seguida la niña se levantó y comenzó a caminar".
Pidamos ayuda al Espíritu Santo, para que nos ayude a meditar lo que nos ha dicho a cada uno de nosotros, la reflexión del Evangelio de hoy.
Intenciones del día.
Reflexión del Santo Evangelio de hoy Martes, 31 de Enero, 2023, según San Marcos 5,21-43: "La tomó de la mano y le dijo: "Talitha Qumi", que significa: "¡Niña, yo te lo ordeno, levántate!". En seguida la niña se levantó y comenzó a caminar". La oración del día nos ayuda con la meditación. ¿Qué pudiste reflexionar con el Evangelio del día? Escribe en los comentarios tus peticiones de oración.
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