Evangelio de hoy Lunes, 27 de Febrero, 2023. Lecturas de hoy y Reflexión del Papa Francisco (Mateo 25,31-46): Dirá a los de su derecha: Vengan, benditos de mi Padre
¡Vengan, benditos de mi Padre!.
Santo Evangelio de hoy explicado del Lunes, 27 de Febrero, 2023 y las Lecturas de hoy para reflexionar. Palabra diaria con el Evangelio del día según San Mateo 25,31-46: "Vengan, benditos de mi Padre, y reciban en herencia el Reino que les fue preparado desde el comienzo del mundo". Meditación del Evangelio (Lunes de la primera Semana de Cuaresma). Reflexión del Papa Francisco para hoy: "Al final de nuestra vida seremos juzgados por el amor, es decir, por nuestro compromiso concreto de amar y servir"
Índice de lecturas de hoy.
Celebración del día:
San Gregorio de Narek fue un monje místico que llegó a convertirse en un distinguido teólogo y uno de los poetas más importantes de la literatura armenia
Antífona de hoy.
Como los ojos de los esclavos en la mano de sus señores, así nuestros ojos están puestos en El Señor, nuestro Dios, hasta que nos muestre su misericordia. Ten piedad de nosotros, Señor, ten piedad. (Cfr. Salmo 122,2-3)
Oración colecta.
Conviértenos, oh Dios Salvador nuestro e instruye nuestras mentes con la enseñanza celestial para que nos beneficiemos de las obras de la Cuaresma. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
Lecturas de hoy Lunes.
Primera Lectura para el Evangelio de hoy Lunes. Lectura del Libro del Levítico 19,1-2.11-18: "Solo juzga a tu prójimo según la justicia".
Habló Yahveh a Moisés, diciendo: Habla a toda la comunidad de los israelitas y diles: Sed santos, porque yo, Yahveh, vuestro Dios, soy santo. No hurtaréis; no mentiréis ni os defraudaréis unos a otros. No juraréis en falso por mi nombre: profanarías el nombre de tu Dios. Yo, Yahveh. No oprimirás a tu prójimo, ni lo despojarás. No retendrás el salario del jornalero hasta el día siguiente. No maldecirás a un mudo, ni pondrás tropiezo ante un ciego, sino que temerás a tu Dios. Yo, Yahveh. Siendo juez no hagas injusticia, ni por favor del pobre, ni por respeto al grande: con justicia juzgarás a tu prójimo. No andes difamando entre los tuyos; no demandes contra la vida de tu prójimo. Yo, Yahveh. No odies en tu corazón a tu hermano, pero corrige a tu prójimo, para que no te cargues con pecado por su causa. No te vengarás ni guardarás rencor contre los hijos de tu pueblo. Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo, Yahveh.
Salmo de hoy Lunes.
Salmo Responsorial de las lecturas de la Santa Misa de hoy, tomado del Salmo 19(18),8-10.15
"Tus palabras, Señor, son espíritu y vida". (R)
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La ley del Señor es perfecta, vivifica el alma. La ley del Señor es de confianza, da sabiduría a los sencillos.
"Tus palabras, Señor, son espíritu y vida". (R)
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Los preceptos del Señor son rectos, alegran el corazón. El mandato del Señor es claro, da luz a los ojos.
"Tus palabras, Señor, son espíritu y vida". (R)
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El temor del Señor es santo, permanece para siempre. Los decretos del Señor son la verdad y todos ellos justos.
"Tus palabras, Señor, son espíritu y vida". (R)
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Que las palabras de mi boca, los pensamientos de mi corazón, obtengan favor ante tus ojos, El Señor, mi salvador, mi roca.
"Tus palabras, Señor, son espíritu y vida". (R)
Aclamación de hoy.
¡Alabado seas, oh Cristo, rey de gloria eterna! Sacudid todos vuestros pecados, es el Señor quien habla, y haceos un corazón nuevo y un espíritu nuevo. Alabado seas, Cristo, Rey de gloria eterna. (Aclamación del Evangelio de hoy tomado de Ezequiel 18,31)
Evangelio de hoy: Mateo 25,31-46.
Evangelio de hoy explicado - Lecturas de hoy Lunes, para el Santo Evangelio del día: "Vengan, benditos de mi Padre".
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "cuando el Hijo del hombre venga en su gloria rodeado de todos los ángeles, se sentará en su trono glorioso. Todas las naciones serán reunidas en su presencia, y él separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos, y pondrá a aquellas a su derecha, y a estos a la izquierda. Entonces el Rey dirá a los que tenga a su derecha: "Vengan, benditos de mi Padre, y reciban en herencia el Reino que les fue preparado desde el comienzo del mundo, porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; estaba de paso, y me alojaron; desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver". Los justos le responderán: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos de paso, y te alojamos; desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o preso, y fuimos a verte?". Y el Rey les responderá: "Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo". Luego dirá a los de la izquierda: "Aléjense de mí, malditos; vayan al fuego eterno que fue preparado para el demonio y sus ángeles, porque tuve hambre, y ustedes no me dieron de comer; tuve sed, y no me dieron de beber; estaba de paso, y no me alojaron; desnudo, y no me vistieron; enfermo y preso, y no me visitaron". Estos, a su vez, le preguntarán: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, de paso o desnudo, enfermo o preso, y no te hemos socorrido?". Y él les responderá: "Les aseguro que cada vez que no lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, tampoco lo hicieron conmigo". Estos irán al castigo eterno, y los justos a la Vida eterna". Palabra del Señor.
Reflexión del Papa Francisco.
"Al final de nuestra vida seremos juzgados por el amor, es decir, por nuestro compromiso concreto de amar y servir". Papa Francisco.
El pasaje del Evangelio de hoy se abre con una visión grandiosa. Jesús, dirigiéndose a sus discípulos, dice: "Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria, y todos los ángeles con él, entonces se sentará en su trono glorioso" (Mt 25,31). Es una introducción solemne a la narración del Juicio Final. Después de haber vivido su existencia terrena en la humildad y la pobreza, Jesús se muestra ahora en la gloria divina que le corresponde, rodeado de huestes de ángeles. Toda la humanidad es convocada ante él y él ejerce su autoridad, separando a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos.
A los que ha colocado a su derecha les dice: "Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo; porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme" (vv. 34-36). Los justos quedan desconcertados, porque no recuerdan haber conocido nunca a Jesús, y mucho menos haberle ayudado de esa manera, pero él declara: "cuanto hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí me lo hicisteis" (v. 40). Estas palabras no dejan de conmovernos, porque revelan hasta dónde llega el amor de Dios: hasta tomar carne, pero no cuando estamos bien, cuando estamos sanos y felices, no; sino cuando estamos necesitados. Y de esta manera oculta se deja encontrar; nos tiende la mano como un mendigo. De este modo, Jesús revela el criterio decisivo de su juicio, es decir, el amor concreto al prójimo en dificultad. Y así se revela el poder del amor, la realeza de Dios: en la solidaridad con los que sufren para engendrar en todas partes compasión y obras de misericordia.
Continúa la Parábola del Juicio, presentando al Rey que rechaza a los que, durante su vida, no se preocuparon de las necesidades de sus hermanos. También en este caso se sorprenden y preguntan: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo o en la cárcel, y no te servimos?" (v. 44). Dando a entender: "¡Si te hubiéramos visto, seguro que te habríamos socorrido!". Pero el Rey responderá: "como no lo hicisteis con uno de estos más pequeños, tampoco conmigo lo hicisteis" (v. 45). Al final de nuestra vida seremos juzgados por el amor, es decir, por nuestro compromiso concreto de amar y servir a Jesús en nuestros hermanos más pequeños y necesitados. Ese mendigo, ese necesitado que tiende la mano, es Jesús; ese enfermo al que debo visitar es Jesús; ese preso es Jesús, ese hambriento es Jesús. Pensemos en esto.
Jesús vendrá al final de los tiempos para juzgar a todas las naciones, pero viene a nosotros cada día, de muchas maneras, y nos pide que le acojamos. Que la Virgen María nos ayude a encontrarlo y acogerlo en su Palabra y en la Eucaristía, y al mismo tiempo en los hermanos y hermanas que sufren hambre, enfermedad, opresión, injusticia. Que nuestro corazón lo acoja en el presente de nuestra vida, para que seamos acogidos por Él en la eternidad de su Reino de luz y de paz. (Homilía del Papa Francisco al Evangelio de hoy. 26 de noviembre, 2017)
Frase de reflexión.
"Dios nos ha acariciado con su misericordia: llevemos esa caricia a los demás, a aquellos que tienen necesidad". (Papa Francisco, 9 de marzo, 2016)
Reflexión del Evangelio de hoy.
Al meditar las lecturas y el Evangelio del día explicado, escuchemos ahora la meditación en audio del Santo Evangelio de hoy Lunes, según San Mateo 25,31-46: "Vengan, benditos de mi Padre".
Pidamos ayuda al Espíritu Santo, para que nos ayude a meditar lo que nos ha dicho a cada uno de nosotros, la reflexión del Evangelio de hoy.
Intenciones del día.
Reflexión del Santo Evangelio de hoy Lunes, 27 de Febrero, 2023, según San Mateo 25,31-46: "Vengan, benditos de mi Padre, y reciban en herencia el Reino que les fue preparado desde el comienzo del mundo". La oración del día nos ayuda con la meditación. ¿Qué pudiste reflexionar con el Evangelio del día? Escribe en los comentarios tus peticiones de oración.
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