San Alberto Magno fue un obispo, teólogo, filósofo y Doctor de la Iglesia, santo patrono de las Ciencias: San Alberto fue maestro de Santo Tomás de Aquino
San Alberto Magno, Doctor de la Iglesia: Patrono de las Ciencias.
San Alberto Magno fue maestro de un gran sabio de la Iglesia Católica: Santo Tomás de Aquino. San Alberto descubrió el genio que había en el joven Santo Tomás. Los contemporáneos de San Alberto, fueron quienes le dieron el título de "Magno" por la profundidad y amplitud de sus conocimientos, solían llamarle también "el Doctor Universal" pues sus conocimientos en todos los campos eran extraordinarios. Fue un excelente obispo, teólogo y filósofo. Es Doctor de la Iglesia.
Fiesta: 15 de noviembre.
San Alberto Magno fue uno de los pensadores más universales que apareció durante la Edad Media. Aún más que su alumno más famoso, Santo Tomás de Aquino, los intereses de San Alberto iban desde las ciencias naturales hasta la teología. Hizo contribuciones a la lógica, la psicología, la metafísica, la meteorología, la mineralogía y la zoología. San Alberto Magno Ingresó en la Orden de Predicadores, en la que ejerció con éxito el profesorado en varios lugares. Ordenado obispo de Ratisbona, puso todo su empeño en pacificar pueblos. San Alberto Magno es autor de muchas e importantes obras de teología, como también de ciencias naturales. Murió en Colonia el año 1280.
Biografía de San Alberto Magno.
San Alberto Magno nació en Lauingen, Baviera, Alemania, en el Danubio, en algún momento entre 1193 y 1206, y era el hijo mayor del Conde Bollstadt. Se educó principalmente en Padua, Italia, donde recibió instrucción en los escritos de Aristóteles.
Después de haber tenido encuentro místico con la Santísima Virgen María, San Alberto Magno ingresó en la Orden de los Dominicos en 1223, atraído además por la predicación del Beato Jordán de Sajonia. Estudió teología con los dominicos en Bolonia y posiblemente en París o Colonia.
San Alberto Magno y la visión de María.
En una oportunidad, San Alberto Magno contaba que de joven le costaban los estudios y por eso una noche dispuso huir del colegio donde estudiaba. Pero al tratar de huir por una escalera colgada de una pared, en la parte de arriba, le pareció ver a Nuestra Señora, la Virgen María, que le dijo: "Alberto, ¿por qué en vez de huir del colegio, no me rezas a Mí que soy Trono de la Sabiduría? Si me tienes fe y confianza, yo te daré una memoria prodigiosa. Y para que sepas que si fui yo quien te la concedí, cuando ya te vayas a morir, olvidarás todo lo que sabías".
Y así sucedió. Y al final de su vida, un día, en un sermón, se le olvidó todo lo que sabía, y dijo: "Es señal de que ya me voy a morir, porque así me lo anunció la Virgen Santísima".
Y así, San Alberto Magno se retiró de sus labores y se dedicó a orar y a prepararse para morir, y a los pocos meses murió.
El brillante profesor San Alberto Magno.
Después de terminar sus estudios, San Alberto Magno enseñó teología en Colonia, donde la Orden tenía una casa, y en Regensburgo, Friburgo, Estrasburgo y Hildesheim.
En 1245 fue llamado de Colonia a París, recibió su doctorado y enseñó durante algún tiempo, de acuerdo con las normas, con gran éxito. En Colonia, uno de sus alumnos había sido Santo Tomás de Aquino; acompañó a Alberto a París en 1245 y regresó con él a Colonia en 1248, cuando San Alberto Magno fue nombrado para organizar allí el nuevo Studium Generale (Casa de Estudios). San Alberto Magno fue nombrado regente, y Aquino se convirtió en segundo profesor y Magister Studentium ("Maestro de Estudiantes").
San Alberto Magno: Cronología.
En el Capítulo General de los Dominicos de 1250, junto con Santo Tomás de Aquino y Pedro de Tarentasia (más tarde Papa Inocencio V), redactó las reglas para el curso de estudios y el sistema de graduación en la Orden de los Dominicos.
En 1254 fue elegido provincial de la Orden de los Dominicos en Alemania.
En 1256 viajó a Roma para defender las Órdenes Mendicantes contra los ataques de Guillermo de San Amour, cuyo libro, de novissimis temporum periculis, fue condenado por el Papa Alejandro IV, el 5 de octubre de 1256. También habló en contra de los errores de los Averroistas con un tratado.
En 1257 renunció al cargo de provincial en 1257 y se dedicó al estudio y a la enseñanza.
En 1260 el Papa Alejandro IV lo nombró obispo de Ratisbona, cargo al que renunció después de la muerte del Papa en 1261 para volver a sus funciones como profesor en Colonia.
En 1270 envió un memorándum a París para ayudar a Aquino a combatir al Siger de Brabant y a los Averroistas. El resto de su vida se dedicó en parte a la predicación en Baviera y en los distritos colindantes, y en parte a la jubilación en las diversas casas de su orden.
En 1270 predicó la octava cruzada en Austria.
En 1274 fue llamado por el Papa Gregorio X al Concilio de Lyon, en el que participó activamente. En su camino a Lyon se enteró de la muerte de Aquino, y se dice que derramó lágrimas después cada vez que se mencionaba el nombre de su antiguo alumno.
En 1277 viajó a París para defender la ortodoxia de Aquino contra la acusación de Stephen Tempier y otros que querían condenar sus escritos por ser demasiado favorables a los "filósofos incrédulos".
Muerte de San Alberto Magno.
Después de sufrir un colapso en 1278, San Alberto Magno murió de forma muy apacible el 15 de noviembre de 1280, en Colonia, Alemania. Él mismo se había mandado a construir su propia tumba antes de morir, ante la cual todos los días iba a rezar el Oficio de Difuntos. Su tumba está en la cripta de la iglesia dominicana de San Andrés en Colonia.
San Alberto Magno fue beatificado en 1622, canonizado y nombrado oficialmente Doctor de la Iglesia en 1931 por el Papa Pío XII en una carta decretal. Su fiesta se celebra el 15 de noviembre.
Según el Papa Pío XII, San Alberto Magno poseyó el don raro y divino del espíritu científico en uno de los más altos grados registrados.
Legado de San Alberto Magno.
San Alberto Magno se destacó por ser un gran científico, filósofo, astrólogo, teólogo, escritor espiritual, ecuménico y diplomático. Bajo los auspicios de Humberto de los Romanos, Albert moldeó el plan de estudios de todos los estudiantes dominicanos, introdujo a Aristóteles en el aula y sondeó el trabajo de los neoplatónicos, como Plotino. De hecho, fueron los treinta años de trabajo realizado por Aquino y él mismo los que permitieron la inclusión del estudio aristotélico en el plan de estudios de las escuelas dominicanas.
De sus grandes obras, San Alberto Magno escribió 38 volúmenes, de todos los temas. Teología, filosofía, geografía, química, astronomía, etc. Era una verdadera enciclopedia viviente.
San Alberto Magno se hizo famoso por sus amplios conocimientos y por demostrar que el estudio de la ciencia era compatible con la fe religiosa. Es considerado en nuestros tiempos como el más grande filósofo y teólogo alemán de la Edad Media, y se le conocía como "Doctor Universalis" por su amplio conocimiento de todas las áreas de la ciencia y la filosofía medievales. Escribió un comentario detallado sobre cada obra atribuida a Aristóteles, y es considerado el primer erudito medieval en aplicar la filosofía aristotélica al pensamiento cristiano contemporáneo.
San Alberto Magno es frecuentemente mencionado por el artista Dante Alighieri, quien hizo de su doctrina del libre albedrío, la base de su sistema ético.
En su Divina Comedia, Dante sitúa a San Alberto Magno, junto con su discípulo Santo Tomás de Aquino, entre los grandes amantes de la sabiduría (Spiriti Sapienti) en el Cielo del Sol.
San Alberto Magno, además de ser Doctor de la Iglesia, es el santo patrono de los estudiantes de ciencias naturales.
Oración a San Alberto Magno.
Señor, acudimos a ti en este momento, Tú, que eres la Verdad suprema, y que sabiduría viene de ti. Te suplicamos, oh Señor, Tú, que te dignaste conceder una muy alta sabiduría a tu siervo San Alberto Magno, para glorificarte en obra y acciones, que también nosotros podamos ser colmados de esta sabiduría para hacer las cosas bien en nuestra vida. Te amamos, Señor, te amamos por encima de todo. Te buscamos, te seguimos, y estamos listos para servirte con esa sabiduría que tú bien sabes darnos. Deseamos vivir siempre bajo tu poder, porque Tú eres el Rey de todos. Todo esto te lo pedimos, en el nombre que está sobre Todo nombre, Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
San Alberto Magno, digno sabio y Doctor de la Iglesia, ruega por nosotros que acudimos a ti.
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