La importancia para sus hijos de permanecer unidos como padres

La unidad es una parte esencial del matrimonio, pero cada pareja casada será desafiada a mantenerse unificada a través de las diversas estaciones de la vida.

Para Dave y para mí, nuestros años más difíciles como matrimonio han sido aquellos desde que tuvimos hijos. Nuestros cuatro muchachos son sin duda bellas bendiciones de Dios, pero tratar de criarlos bien mientras también se esfuerzan por mantener nuestro matrimonio fuerte ha demostrado ser una de las cosas más difíciles que hemos hecho.

A lo largo de los años, nosotros hemos aprendido que debemos ser superintencionales con nuestro tiempo, nuestras respuestas y nuestra atención mutuas para mantenernos en sintonía y cultivar un matrimonio próspero, especialmente a través de los ajetreados años de crianza de los hijos.

Si usted y su cónyuge están luchando para mantenerse unidos en la crianza de los niños, tenga en cuenta que hay algunos pasos prácticos que ambos pueden tomar para crear esta armonía. Sin ningún orden en particular:

1.- Acueste a sus hijos un poco temprano.

Esto variará en función de la edad, pero una hora de acostarse temprano para sus hijos significa un poco más de tiempo uno a uno para ustedes dos.

Tómese una o dos horas para sentarse y hablar al final del día. Use este tiempo para hablar abiertamente, escuchar atentamente, reconectarse, soñar juntos, reír juntos y acercarse.

Se sorprenderá de lo que esta vez hará por la unidad en su matrimonio, y sus hijos podrían incluso comportarse mejor al día siguiente porque se sentirán más descansados (¡bono!).

2.- Una cita semanal nocturna regularmente

Cuando Dave y yo estábamos pasando por nuestra consejería prematrimonial, nuestra "pareja de mentores" nos animó a intentar y hacer esto "... especialmente una vez que tienes hijos".

Y, así que hemos hecho todo lo posible para mantener una cita semanal nocturna con la ayuda de algunos asistentes confiables y confiables ya que vivimos lejos de nuestras familias.

Las noches de citas definitivamente requieren un poco de planificación y presupuesto, pero este tiempo especial juntos servirá a la unidad de su matrimonio, especialmente en medio de la crianza de los hijos.

Estas citas no tienen que ser muy caras. Si las cosas son especialmente difíciles, acueste a los niños una noche más temprano, haga una cena agradable en casa y vea una nueva película en Netflix juntos. Apague el teléfono y la computadora portátil y pase tiempo ininterrumpido juntos.

No podemos establecer o mantener la unidad entre nosotros cuando constantemente sentimos que estamos compitiendo por el tiempo y la atención del otro. Por lo tanto, tómese este tiempo para enfocarse el uno en el otro y su relación.

Si no pueden ser capaces de establecer una cita todas las semanas, está bien. Comience con una cita nocturna al mes y trate de aumentarla desde allí. Sea creativo con la forma en que usa ese tiempo, y encontrará que las noches de cita son una excelente manera de reconectarse, aligerar un poco la tensión que se siente en casa y seguir la misma línea.

Las citas nocturnas les dan a los dos la oportunidad de ser solo ustedes dos por un tiempo. Y, eso es algo hermoso.

3.- No se vean como enemigos cuando se trata de disciplinar a sus hijos.

Apóyense el uno al otro siendo un frente unificado. Dave y yo no peleamos muy a menudo, pero este problema nos ha llevado a algunos argumentos...

Es importante que las parejas se sienten y hablen sobre las expectativas que tienen para sus hijos cuando se trata de comportamiento. Hable sobre las consecuencias cuando los niños se portan mal. Sea específico. Incluso podría escribirlo para que lo vea toda la familia, para que no haya malentendidos.

Usted y su cónyuge fueron criados en diferentes hogares, por lo que es muy probable que difieran en su enfoque de la disciplina. Esa es precisamente la razón por la que debe hablar sobre cómo quiere criar y disciplinar a sus hijos.

Hablen sobre el objetivo final. ¿Qué tipo de personas estás buscando levantar? ¿Qué es lo más importante: calificaciones, carácter, fe, respeto a los ancianos, etc.? Realmente vean los detalles esenciales. Una vez que hablen de todo, ambos estarán en la misma página en sus expectativas y se sentirán más en equipo para enseñar y disciplinar a sus hijos como un frente unido.

Sus hijos se darán cuenta de que no pueden jugar contra ustedes dos el uno contra el otro, lo que intentarán hacer, al menos una vez... esos pequeños son unos mocositos muy ingeniosos...

4.- Criar a los niños no es excusa para descuidar su matrimonio.

Esto puede sonar duro, pero esto es un camino común para muchas parejas casadas con hijos.

Nos decimos a nosotros mismos que nuestros hijos nos necesitan más que a nuestro cónyuge, por lo que dejamos de prestar atención y cuidado a nuestra pareja y prestamos toda nuestra atención a nuestros hijos.

Sí, nuestros hijos necesitan nuestra mayor atención, pero dejar nuestro matrimonio en un segundo plano para satisfacer más las necesidades de nuestros hijos es una búsqueda insalubre y desequilibrada. Y, conduce a un matrimonio dividido y disfuncional.

No podemos esperar que nuestro matrimonio prospere con el piloto automático. Debemos ser intencionales con nuestro tiempo e invertir en nuestro matrimonio diariamente haciendo pequeños actos de amor por nuestro cónyuge.

Hay días en que esto será extremadamente difícil, pero debemos elegir hacerlo de todos modos.

Conclusión

No debemos sentirnos culpables por dedicar tiempo en invertir en nuestro matrimonio mientras tenemos hijos en nuestro hogar. De hecho, ellos también se benefician. Los niños verán el amor que sus padres tienen el uno por el otro y que un matrimonio saludable es una prioridad que vale la pena el tiempo y el esfuerzo.

Cuando elegimos invertir en nuestro matrimonio todos los días, cultivaremos la unidad y un mayor amor y respeto mutuo. Habrá más paz y comprensión en nuestro hogar, y tendremos el tipo de matrimonio que hace que nuestros hijos se sientan más seguros. Pero, sobre todo, no nos quedaremos juntos "por los niños".

Construiremos un matrimonio sólido y unificado que prosperará durante los años de crianza de los hijos y anticiparemos felizmente y mano a mano, la temporada del nido vacío.