Los problemas que se forman en el transcurso un matrimonio, casi siempre pueden ser superados. Una relación perfecta no existe.
Cuando el Papa Francisco se dirigió a 20 parejas que habían contraído matrimonio a principios de este mes, les recordó que el matrimonio nunca es fácil. Sus palabras fueron:
"La vida diaria puede llegar a ser difícil de llevar y a menudo se puede tornar nauseabunda.
Es normal que los esposos discutan, siempre sucede, pero mi consejo es éste: No dejes que el día termine sin haber llegado a un acuerdo de paz. ¡Nunca!"
Nunca irse a la cama enojados.
Sus palabras de consejo me recordaron a una pareja de ancianos que entrevisté hace muchos años. Se trataba de baluartes de la parroquia, siempre presentes en la misa diaria, siempre involucrados en cualquier actividad parroquial que se realizara.
El esposo trabajaba como chófer y jardinero para la casa grande local, y la esposa trabajaba como cocinera. Cuando se retiraron vivieron en un bungalow del consejo frente a la iglesia. Cuando murieron, el banco en el que siempre se sentaban, ahora parecía muy vacío y solitario.
Me dijeron que el secreto de su largo y feliz matrimonio, a pesar de sus altibajos, había sido nunca irse a la cama enojados.
El consejo suena tan simple, casi un cliché. Pero refleja una profundidad de sabiduría hogareña, autocontrol, perdón y sentido común, y de hecho, estos son los ingredientes necesarios para hacer que el matrimonio funcione.
Crisis del divorcio en Europa.
Luego leí las deprimentes estadísticas de que Gran Bretaña es considerada la capital del divorcio de Europa y que el costo financiero de la ruptura de la familia es de 46 mil millones de libras al año. El costo humano y emocional en los involucrados en tal descomposición, especialmente los niños, es incalculable.
Las parejas casadas por el Santo Padre recordarán sus palabras en San Pedro durante toda su vida. Pero ¿qué pasa con los jóvenes de nuestro país que sueñan con un matrimonio completo y duradero, pero que tal vez no tengan ninguna comprensión de cómo lograr esto?
Explore: Aprende sobre las realidades de la vida matrimonial.
Para ellos se estableció una organización benéfica en el 2000 llamada Explore. Está diseñada específicamente para vincular a personas de 14 a 17 años con parejas casadas voluntarias en las escuelas, para que puedan aprender sobre las realidades de la vida matrimonial de aquellos que ya tienen una larga experiencia de la misma.
Los jóvenes aprenden sobre lo que hace que una relación exitosa funcione y cómo lidiar con los argumentos y las diferentes opiniones.
En presencia de un facilitador capacitado y usualmente un profesor, pueden hacerle a la pareja preguntas francas sobre su matrimonio y aprender a apreciar la dinámica de una relación real, en lugar de aferrarse a una aspiración romántica con demandas imposibles a dos seres humanos ordinarios.
Una amiga que no había visto durante muchos años me dijo recientemente que el secreto de su propio matrimonio largo y feliz era que ella y su marido primero se habían hecho mejores amigos.
Habían aprendido a disfrutar de la compañía del otro antes de tomar la decisión de pasar la vida juntos. Escucharlo hace que suene tan obvio, y, sin embargo, ¿cuántos adolescentes saben de esto?
Las relaciones perfectas no existen.
Explore está destinado a dar esperanza a la juventud moderna de que permanecer juntos es posible y satisfactorio, pero sin hacer juicios sobre aquellos que han fracasado.
El mensaje que las parejas dan es que los problemas que se pueden formar en el transcurso de la relación, casi siempre pueden ser superados, y que las relaciones perfectas no existen.
Hasta la fecha, la organización ha organizado sesiones de clase para más de 45.000 jóvenes y ha visitado más de 180 escuelas, así como 18 prisiones.
La mayoría de los prisioneros, no es de extrañar, provienen del sistema de cuidado y de los hogares rotos, y ellos mismos están en relaciones pesadas y difíciles.
El arzobispo Peter Smith de Southwark es el patrón católico de la organización. Aunque no es una caridad específicamente cristiana, la fuerza de trabajo, los fideicomisarios y los voluntarios son principalmente cristianos, y su trabajo está impregnado con un ethos cristiano con respecto al matrimonio fiel de por vida.
La diócesis de Westminster también está buscando más parejas voluntarias. El compromiso no es muy grande: Por lo general dos o tres sesiones al año.
Justo ahora los medios católicos están llenos de especulaciones sobre el próximo sínodo de octubre sobre el matrimonio y la familia.
Cualquiera que sea su resultado, el hecho es que la mayoría de los jóvenes todavía aspiran a un matrimonio feliz y tenemos que hacer todo lo posible para ayudarlos. Después de todo, ellos y las familias que plantean son el futuro de nuestro país.
