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Categoría: Caminando en la fe

Conoce la verdadera medida del éxito en la vida... Nombres famosos, grandes posesiones, ninguna de estas cosas impresionan a Dios.

Vas a conocer ahora la verdadera medida del éxito en la vida. Todos quieren conocer esta medida del éxito. Todos los que quieran ser unos fracasados, por favor levanten la mano... ¡Eso pensé!

Todos queremos ser buenos en lo que hacemos, queremos ser competentes, respetados y admirados. Incluso pasamos grandes cantidades de dinero en cosas que no necesitamos para mostrar que tan exitosos somos.

Pero no nos gusta solamente que piensen en nosotros como exitosos- también juzgamos a otros por el nivel de su éxito, naturalmente admiramos a aquellos que tienen trabajos con altos niveles de poder y grandes cuentas de banco. Asumimos que esos con más reconocimientos, o dinero, o posesiones son mejores personas. Admiramos al CEO más que al encargado de mantenimiento simplemente porque el lleva a su casa un cheque de pago más grande y mucho poder. No deberíamos, pero muy a menudo lo hacemos.

¿Entre más grande mejor?

Este pensamiento que se orienta al éxito también se arrastra en otras áreas de nuestra vida, especialmente en cuanto a números se refiere. A los hombres les gustan los números grandes. Entre más grande y más impresionante sea el número, mas pensamos que importa. Un millón debe ser mejor que un millar, ¿verdad?

Incluso dentro de la iglesia, es fácil juzgar el éxito en términos de números. ¿Está creciendo tu parroquia? ¿Cuántos bautismos hicieron este año? ¿Qué tal estuvo la colecta de esta semana? ¿Cuantas personas participan en tus asambleas?

No tienen nada de malo las estadísticas, pero muy fácilmente se convierte en una especie de 

idolatría, la única forma en que medimos el éxito. La cantidad reemplaza a la calidad, el trabajo de Dios es tratado como un negocio y los números son la ley que nos rige.

Pero hay una cosa: en lo que se refiere a la economía del Señor, por raro que parezca, el éxito numérico no significa nada.

¿Seguimos a un fracasado?

Esto lo digo con mucho respeto, pero humanamente hablando, es decir, como lo ve el mundo, la vida terrenal de Jesús, fue un completo fracaso. Jesús no logró derrumbar el imperio Romano y erigir un glorioso reino como muchos lo habían esperado. Él no se hizo amigo de los poderosos e influyentes. No logró ganarse a muchos para la verdad del Evangelio. Sino todo lo contrario. Él fue despreciado y rechazado en casi todos los lugares donde fue. Para el mundo, esto fue un fracaso.

Las muchedumbres que alguna vez lo siguieron, después se voltearon contra Él porque estaba predicando muchas cosas que resultaban difíciles de aceptar. Los de su pueblo natal se mofaron de Él y lo quisieron lanzar por un despeñadero. Los líderes religiosos lo odiaban y lo consideraban un blasfemo poseído por un demonio. Uno de sus amigos más cercanos lo traicionó por dinero, y el resto de sus amigos lo deshonraron y abandonaron. Se burlaron de Él, se reían de Él y fue considerado un loco. ¿Y en el auge de su vida? Fue injustamente condenado a muerte, desnudado, humillado, clavado en la cruz junto a criminales comunes, enterrado en una tumba que no era ni siquiera suya.

A pesar de todo esto, Jesús es el hombre más importante que alguna vez haya pasado por este mundo. Su vida, muerte y resurrección es la base sobre la que la historia gira. ¿Por qué? Porque las formas del Señor no son las nuestras. Su juicio no es nuestro juicio. Es superior y mayor al nuestro.

La economía espiritual hacia el éxito.

Dios no evalúa el valor superficialmente como nosotros. En la economía espiritual, los trabajos más exitosos del ser humano -esos grandes, brillantes, llenos de grandes cifras que todos adulan como logros tan increíbles-valen casi siempre muy poco o nada. Los nombres famosos, los libros más vendidos, las grandes sumas de dinero, ninguna de estas cosas impresionan al Dios eterno.

No hay ni que decir que el éxito superficial es incorrecto por defecto. Dios bien podría bendecir y multiplicar nuestros esfuerzos abundantemente. Existen muchos famosos, respetados y ricos que son santos y justos.

Pero el punto es que no es la riqueza ni el poder o la fama lo que hace nuestras almas agradables a los ojos de Dios. Es lo que hay en nuestros corazones.

La verdadera medida del éxito en la vida.

¿Entonces qué nos hace exitosos en la economía de Dios? ¿Qué nos hace verdaderamente grandes hombres? ¿Qué hace que nuestros esfuerzos valgan la pena sino son nuestros números y estadísticas? El amor. El amor es lo único que Dios desea de nosotros. Solo el amor hace que nuestras acciones sean valiosas a Sus ojos. Fue la viuda, no el rico, el que se ganó el corazón de Jesús con su ofrenda.

La fama no significa nada. 

El dinero 

no significa nada. Las estadísticas de tus blogs, lo que comparten en redes sociales o los likes no significan nada, los contratos para escribir libros, grandes cheques de paga, poder, ascensos y adulación, no significan nada en la eternidad. Solo el amor durará por siempre. Solo el amor nos une a Dios y llena nuestros corazones de felicidad.

Así que yo te pregunto. ¿Para qué estás viviendo? ¿Poder, riqueza, fama, la admiración de otros? Si es así, puede que obtengas lo que deseas y tendrás tu recompensa. Pero va a ser mucho ruido y pocas nueces. Será mucha vanidad a los ojos de Dios.

Solo hay una forma de ser un gran hombre- no solo en el tiempo, sino en la eternidad. Y es convertirse en un hombre que ama el Divino Corazón de Jesús profundamente, al volverse un hombre que pertenece completamente a Dios.

Esta es la suma de todo lo que importa: Ahora existe el éxito, el fracaso y el amor. Pero el mayor de todos es el amor. Esa es la verdadera medida del éxito en la vida.

Más sobre el éxito en la vida.

Traducción y adaptación: Manuel Rivas, PildorasdeFe.net. Con información extraida de: Catholic Gentleman

pildorasdefe manuel rivasManuel Rivas, Salvadoreño, feliz esposo y padre de familia. Testimonio fiel de como Dios puede tocar nuestras vidas. A través de estos medios quiero ayudar a llevar el mensaje de Jesús a todo el que lo necesite y poner mi vida a trabajar para su obra

Contenido publicado originalmente en Píldoras de fe, bajo el Link: https://www.pildorasdefe.net/aprender/fe/conoce-la-verdadera-medida-del-exito - Puede copiar esta información en su Blog citando siempre la referencia a esta fuente consultada. Para compartir en sus redes sociales, utilice los botones compartir. Conozca términos legales - Pildorasdefe.net
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