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Categoría: Caminando en la fe

¿Qué le hace falta a los cursos de preparación para el matrimonio hoy en día? ¿Cuál es el propósito del sacramento del matrimonio?

Esto siempre ha generado algo de conflicto en nuestras parroquias ¿Qué le hace falta a los cursos de preparación para el matrimonio hoy en día? ¿Es suficiente la formación y el tiempo que se emplean normalmente en ellos?

Si hay algo que nos enseña la reciente controversia acerca de cuántos matrimonios realmente son válidos, es que nosotros en la Iglesia Católica tenemos un problema en cuanto al matrimonio. Aún si la mayoría de los matrimonios son válidos (y yo creo que lo son) ¿Cuántos son Realmente matrimonios sanos?

Ya sea que se trate de la aceptación del divorcio, la anti-concepción, o una serie de otros factores, yo no creo que se pueda argumentar razonablemente que la institución del matrimonio en la Iglesia Católica, goce de buena salud en estos momentos.

Buscar culpables no tiene sentido alguno. Desde la jerarquía de la Iglesia (incluidos los papas) hasta las iglesias domésticas todos hemos fallado en nuestra misión. 

Si bien es cierto que no debemos dejar que este fracaso nos lleve a intentar soluciones que no sean efectivas para tratar el problema, y que algunas veces inclusive vuelvan el problema más grave. Yo diría que eso es lo que está sucediendo en la mayoría de los cursos de preparación al matrimonio en todo el país. Digo esto no para emitir un juicio sobre quienes están involucrados en este tipo de trabajo de preparación matrimonial.

Normalmente son personas bien preparadas y santas que genuinamente están tratando de fortalecer la institución del matrimonio. Pero muchas veces se les pide que hagan las cosas equivocadas, y muchas veces ellas carecen del apoyo de toda la iglesia, (institucional y/o doméstica) para fortalecer la vocación del matrimonio.

Comprensión del Matrimonio.

El primer problema viene de cómo comprendemos el matrimonio. Mientras todos podemos recitar de memoria nuestro entendimiento de que el matrimonio es una vocación, ¿realmente nuestras acciones dicen lo mismo?

Si un individuo decide que quiere entrar en la vida religiosa, normalmente reciben esa vocación en su adolescencia y son cuidadosamente cultivados hacía ese llamado través de su educación, retiros etc. Una vez que han tomado la decisión, ellos entonces tienen varios años para discernir mientras van pasando diferentes etapas, como una forma de marcar si están espiritualmente listos para este nivel.

Declárese interesado ahora en la vocación del matrimonio y tal vez reciba algunas felicitaciones. Una vez que se ha comprometido, te dan una clase de entre 4-12 semanas y estás listo. A pesar de que la formación religiosa casi siempre requiere una instrucción espiritual sustancial, el elemento espiritual está casi siempre ausente de la preparación de la mayoría de los matrimonios, cuando lo que sabemos es que la oración debería ser la base de la familia.

Un claro desequilibrio.

Mientras que el sacerdocio está propiamente entendido como algo de suprema importancia, la vocación al matrimonio se le da poco pensamiento a la luz de lo que veíamos anteriormente. Podemos llamar a esto de muchas formas, pero la palabra correcta debería ser clericalismo, la idea de ser laico de alguna manera es menos importante para la iglesia que ser ordenado.

Importó muy poco que el Papa Pío XI condenase esta idea (señalándola como un prejuicio que aún no ha sido destruido) o que el Concilio Vaticano II condenara esta idea en Lumen Gentium.

¿Qué pasaría si nuestra iglesia adoptara la vocación y la desarrollara desde una temprana edad, y les diera a las personas las herramientas para prepararse para un matrimonio incluso desde la adolescencia?

Otro problema con la formación del matrimonio es que nuestra instrucción muchas veces olvida cual es el propósito del matrimonio y de cualquier otra vocación. ¿Cuál es el propósito del matrimonio? ¿Cuál es el punto de una vocación? ¡La santidad!

Una vocación es el camino que los cristianos viven en su llamado a la santidad. Nuestra participación en estas vocaciones es una señal de que hemos sido apartados del mundo, y que hemos ido reclamados por Jesucristo como Sus discípulos. ¿Cómo esta reciente compatibilidad prueba que las parejas son requeridas para buscar estas metas?  De acuerdo al Papa Pío X el verdadero punto de la instrucción religiosa es modificar la vida. (Acerbo Nimis, párrafo 13). Este anexo nos enseña que los cristianos deben alejarse de los vicios para prepararse y practicar la virtud.

¿En qué falla la preparación para el matrimonio?

La mayoría de la preparación para matrimonios falla en este sentido porque no está tratando de enseñar eso. En lugar de eso se enfocan en enseñar las cosas básicas del matrimonio: debe ser para siempre, no usen métodos anticonceptivos, etc.

No quisiera darte la impresión de que estoy poniendo en duda estas instrucciones para matrimonios. El matrimonio es para siempre, la contracepción es una grave maldad que no puede ser justificada, etc. pero realmente este enfoque es sumamente intelectual.

Yo diría que esto es un subproducto de una cultura eclesial que implícitamente acepta la mayoría de los matrimonios como no válido. Ellos están haciendo todo lo posible para volver un matrimonio capaz de pasar le evaluación de cualquier tribunal. Esta es una noble aspiración. Todos deberíamos aspirar a volver tantos matrimonios en validos como sea posible.

  • ¿Pero realmente es esto lo que significa transformar una vida?

  • ¿Dónde está el entendimiento en la preparación para matrimonio que diga que el matrimonio es el camino a la santidad y que, a pesar que estés dañado o herido, tú puedes volverte completo a través del matrimonio?

  • ¿Y ya que puedes volverte en uno completo, aquí está la información y los recursos prácticos que te ayudan a transformar en gracia tu vida?

Cuando vemos desde esta perspectiva, debería ser claro cuáles son  los siguientes pasos en la preparación de matrimonios en la vida actual: la preparación para el matrimonio muchas veces está separada de la vida rutinaria en nuestras parroquias. Tú puedes escuchar un anuncio que si necesitas preparación matrimonial, puedes ir a tu pastor y programar las clases. Yo haría las siguientes preguntas:

  • ¿Qué tan a menudo son ofrecidos los sacramentos para el propósito de la formación matrimonial?

  • ¿Qué tan a menudo se invita a las parejas de novios y comprometidos a confesarse juntos como pareja?

  • ¿Están los sacerdotes disponibles para el sacramento de la confesión para estas almas, o están aún en esas prácticas de 30 minutos un sábado por la tarde y lo abandonan si significa una espera de 45 segundos?

  • ¿Qué tan a  menudo se ofrece la adoración a esas parejas que están pensando casarse?

  • ¿Qué recurso de oración están disponibles para el camino que han discernido y que muchas veces tiene un noviazgo complicado?

Las parroquias no pueden hacer que los novios se vuelvan santos. Lo que una parroquia puede ofrecer es oportunidad de crecer en la santidad. ¿Qué estamos haciendo entonces?

Yo diría que el problema final descansa en el hecho de que la mayoría de la preparación matrimonial está preocupada principalmente en el entendimiento abstracto del matrimonio. Y aquí por qué el divorcio está mal. Y aquí por qué la anticoncepción está mal. Y aquí el por qué tú deberías practicar el método de planificación familiar.

Son pocas las parejas a las que se dan las herramientas para hacer que su matrimonio camine bien. La mayoría de los matrimonios no están fallando por la falta de compatibilidad. Ellas están fallando porque los matrimonios pueden ser difíciles.

Quitemos de ahí de los test de compatibilidad y todas esas lecciones de psicología pop. En su lugar, enseñemos los fundamentos espirituales de la disciplina financiera básica, y cómo manejar bien las cuentas de banco, aunque no es una virtud, podría ser capaz de ayudarles con la práctica de las virtudes.

Aún aquellos que usan métodos anticonceptivos probablemente te podrán decir, en una forma muy básica, porque la Iglesia Católica se opone a eso.

Aún aquellos que se casan rechazando los métodos anticonceptivos muchas veces se encuentran tentados a recurrir a ellos cuando pierden su trabajo, entonces no quieren traer un niño a una situación en la que no puedan sostenerlo, pero también no quieren posponer su relaciones de manera indefinida, especialmente cuando estas recesiones hacen que el desempleo dure tanto tiempo.

¿Qué mensaje está enviando nuestra preparación matrimonial para aquellos individuos y como luchar con esta real y fuerte tentación?

La mayoría de los adictos al trabajo que se divorcian no entran en sus matrimonios pensando en que se van a divorciar. De todas maneras ingresan al matrimonio con una pobre habilidad para balancear prioridades, como un resultado de pasar demasiado tiempo en la oficina, teniendo siempre en mente la poco sana obsesión de pagar las cuentas y mantener un estilo de vida de clase media alta.

La gente no cae en el abuso de sustancias porque ya sean adictos empedernidos, pero porque ellos muchas veces carecen de toda disciplina previa o de un buen sistema de apoyo.

¿Qué le hace falta a los cursos de preparación para el matrimonio?

Una gran cantidad de cursos de preparación matrimonial no le ofrecen nada a estas dificultades tan difíciles y que son reales, en lugar de eso se preocupan de memorizar abstracciones intelectuales.

Tal vez para todos estos problemas, el mayor problema reside precisamente en el poco entendimiento de la preparación matrimonial. El matrimonio no es un curso que preparas como si fueras entrar universidad. Es una vocación en la que te estás formado y estas siendo transformado por.

Hay muy poco que el libro de preparación matrimonial, escrito por el mejor de los autores (a quien le encantaría hablar en tu parroquia por un pequeño pago), pueda hacer en esta situación. Esto no es debido a su falta de entendimiento o de santidad de su parte.

Esto se debe a la naturaleza frágil del entendimiento de la preparación matrimonial como un evento temporal y segregado del resto de la vida cristiana, en lugar de cultivar esta vocación al matrimonio y entonces ayudar a parejas para que hagan esa vocación fructífera. Esto es un problema muy real, que muchas veces está subestimado.

Sabiendo esto entonces: ¿Qué le hace falta a los cursos de preparación para el matrimonio? El reto más grande que enfrentan los matrimonios hoy en día es cambiar esa preparación, dejar de ser un destino para ser un proceso, un proceso que continúa mucho después de que decimos "si, acepto". Si queremos hacer del matrimonio una institución más fuerte, se requiere nuestra atención inmediata, una mejor preparación en estos cursos.

Traducción y adaptación: Manuel Rivas, PildorasdeFe.net. Con información extraida de: Catholic Exchange

pildorasdefe manuel rivasManuel Rivas, Salvadoreño, feliz esposo y padre de familia. Testimonio fiel de como Dios puede tocar nuestras vidas. A través de estos medios quiero ayudar a llevar el mensaje de Jesús a todo el que lo necesite y poner mi vida a trabajar para su obra

Contenido publicado originalmente en Píldoras de fe, bajo el Link: https://www.pildorasdefe.net/aprender/fe/que-hace-falta-cursos-preparacion-para-el-matrimonio - Puede copiar esta información en su Blog citando siempre la referencia a esta fuente consultada. Para compartir en sus redes sociales, utilice los botones compartir. Conozca términos legales - Pildorasdefe.net
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