Mucho más que el celular, sin darnos cuenta, las personas usamos a diario nuestra nuestras ideas, sentimientos y cosas mucho más valiosas
¿Así que creías que el teléfono celular era una de las cosas que más usábamos las personas a diario?. Pues, aunque, hoy en día, el celular ha desplazado muchas cosas por ser una super minicomputadora de bolsillo con acceso a un mundo globalizado, hay otras cosas que seguimos usando más que este dispositivo.
Y es que, no debemos aferrarnos a estos dispositivos, porque ya, estudios recientes demuestran lo nocivo que suele ser en el uso exagerado de ellos.
Los teléfonos inteligentes están contribuyendo a que más y más personas se conviertan en "pensadores perezosos", ya nadie quiere consultar diccionarios. Casi todo el mundo depende de sus teléfonos para eventos importantes, números de teléfono, cumpleaños y tareas diarias.
Por otro lado, hay una contraria realidad a lo que se pensaba de que, el teléfono celular pretende conectarte con otra persona a través de mensajes de texto: pero lo que terminan es irónicamente distanciarles, se crean barreras en los matrimonios y las infidelidades están a flor de piel.
Mientras que los teléfonos son geniales por la tecnología que proporcionan, tómate un descanso del teléfono, ya que pueden impedirnos mantenernos concentrados.
Lo que usamos más que el celular.
Pero ahora, una buena noticia. Mucho más que tu teléfono celular, las personas usamos a diario nuestra autoestima, nuestras ideas, nuestros sentimientos. Ponemos con cuidado protectores en las pantallas, pero no sé si olvidamos limpiar de igual manera nuestros ojos, nuestra mirada.
Hay quienes todas las mañanas se maquillan con esmero y no se olvidan de vestir las prendas más adecuadas, ¿se acuerda también de sonreír? Ponemos en la muñeca el reloj antes de salir de casa, ¿qué ocurre con la vida?
4 cosas que usas todos los días más que el celular.
A continuación, si acaso has pasado desapercibido, te mostramos 4 cosas que usamos todos los días, incluso más que ese dispositivo celular de alta tecnología que lleva usted en su bolsillo o cartera a diario.
1. El tiempo
Usamos el tiempo, porque el tiempo se usa. Cuando no lo usamos, nos usa él, nos lleva, carga con nosotros sin capacidad para hacerle frente. Pero el tiempo se usa, se gasta o se malgasta.
Usamos nuestro pasado y también el tiempo futuro, de algún modo se vuelven serviles sin dejarse controlar al completo.
El presente resulta mero espejismo cuando paramos y meditamos lo que está sucediendo.
2. A nosotros mismos.
Mucho más que cualquier otra realidad, si cabe llamarlo así. Y nosotros mismos no tenemos recambio alguno, ni hay un armario con "varios yoes" que ir cambiando durante la semana.
Nos usamos de un modo particular: a través de las ideas, de la idea que tenemos sobre nosotros mismos, de la escucha de aquello que nos dice el deseo, la inteligencia, también el corazón.
3. El mundo.
En su doble vertiente. Por un lado, el Planeta, con mayúsculas. Eso que llamamos La Tierra y hemos sido capaces de ver desde fuera, todos los días es pisada con aciertos y desaciertos. En ella vertimos la huella de nuestra presencia y nos sirve con sus bienes.
No pocas veces nuestro uso reporta males profundos que hay que repensar incansablemente y no perder de vista.
Por otro lado, el mundo, nuestra idea del mundo, el mundo que nos rodea y el que hemos hecho nuestro de un modo u otro.
Ese mundo que es nuestra pobre reducción, que nos vuelve asequible pensar en el todo, en quien está lejos, en quien viaja abandonando su casa buscando otro mundo mejor -el nuestro-, en quien sufre en algún rincón de la propia ciudad sin hacer mucho ruido.
El mundo es usado cada día.
4. La libertad.
De nuevo, ambivalente. Frente a quienes piensan la libertad como aquella oportunidad para elegir, sin claudicar ni rendirse, afrontando la propia vida hegemónicamente, a mí me gusta pensar que la libertad parte de aquello a lo que realmente nos vemos unidos.
En cualquier caso, la indiscutible presencia de la libertad en el día a día, seamos capaces o no de explicarla convenientemente, nos muestra los complejos entresijos de la propia voluntad e inteligencia.
Un alumno del curso pasado me explicaba al final de una clase que había concluído que no existe libertad sin razón, sin la fuerza de las ideas. Respondí que ciertamente ése sólo es el inicio de otras muchas preguntas.
Debemos siempre alimentar estas 4 cosas a diario para que el uso del teléfono celular jamás les gane espacio, porque ya en este mundo tan activo de hoy de redes sociales, hay personas con síndromes agudos de adicción a las redes sociales a través de estas super computadoras miniaturas.
