Lecturas de hoy Miércoles - Evangelio de hoy Explicado (6 de Octubre)

Santo Evangelio de hoy explicado del Miércoles 6 de octubre, 2021 y las Lecturas de hoy para reflexionar. Palabra diaria y reflexión sobre el Evangelio del día, en Lucas 11,1-4 - Meditación de la Palabra del Santo Evangelio de hoy por el Papa Francisco. "Debemos revisar nuestra vida de oración y ver en qué podemos estar fallando en la oración, pues esta debe llevarnos a un encuentro personal con Dios". Se propone las lecturas de hoy con la oración del día para tu vida en el Miércoles XXVI del tiempo ordinario del Evangelio de hoy explicado. Palabra diaria para crecer con Dios.

Antífona de entrada.

(Cfr. Est 4,17): Dentro de tu voluntad, El Señor, todo está establecido y no hay nada que pueda resistir a tu voluntad. Porque tú has hecho todas las cosas, el cielo y la tierra y todo lo que se mantiene dentro del círculo del cielo; Tú eres el Señor de todo.

Oración Colecta.

Oración sacerdotal para el Miércoles XXVII del tiempo ordinario.

Dios todopoderoso y eterno, que en la abundancia de tu bondad supera los méritos y los deseos de los que te suplican, derrama tu misericordia sobre nosotros para perdonar lo que la conciencia teme, y para dar lo que la oración no se atreve a pedir. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, Dios, por los siglos de los siglos

Índice de las lecturas de hoy.

Celebración del día:

San Bruno, Patrono contra Maleficios.

Lecturas de hoy Miércoles.

Primera Lectura para el Evangelio de hoy en el Miércoles XXVI del tiempo ordinario. Lectura del Libro de Jonás 4:1-11: "Te preocupas por una planta. ¿No debería yo preocuparme por Nínive, la gran ciudad?".

Jonás se disgustó mucho y se enfadó porque Dios no llevó a cabo el mal que amenazó contra Nínive. Oró: "Te ruego, Señor, ¿no es esto lo que dije cuando aún estaba en mi país? Por eso hui al principio a Tarsis. Sabía que eres un Dios clemente y misericordioso, lento a la ira, rico en clemencia y reacio al castigo. Y ahora, Señor, por favor, quítame la vida; porque es mejor para mí morir que vivir". El Señor le preguntó: "¿Tienes motivos para enfadarte?". Jonás abandonó entonces la ciudad y se dirigió a un lugar al este de la misma, donde se construyó una cabaña y esperó bajo ella, a la sombra, para ver qué pasaba con la ciudad. Y cuando El Señor le proporcionó una planta de calabaza que crecía sobre la cabeza de Jonás, dándole una sombra que lo aliviaba de cualquier incomodidad, Jonás se sintió muy feliz por la planta. Pero a la mañana siguiente, al amanecer, Dios envió un gusano que atacó la planta, de modo que se marchitó. Y cuando salió el sol, Dios envió un viento ardiente del este; y el sol golpeó la cabeza de Jonás hasta que se desmayó. Entonces Jonás pidió la muerte, diciendo: "Estaría mejor muerto que vivo". Pero Dios le dijo a Jonás: "¿Tienes razón para enojarte por la planta?". "Tengo motivos para enfadarme", respondió Jonás, "tanto como para morir". Entonces El Señor dijo: "Estás preocupado por la planta que no te costó ningún trabajo y que no criaste; surgió en una noche y en una noche pereció. ¿Y no debería preocuparme por Nínive, la gran ciudad, en la que hay más de ciento veinte mil personas que no pueden distinguir su mano derecha de la izquierda, por no hablar del numeroso ganado?"

Salmo de hoy Miércoles.

Lectura del Salmo Responsorial tomada del Libro de los Salmos 85(86),3-4.5-6.9-10: "Señor, tú eres misericordioso y bondadoso.". (R).

• Ten piedad de mí, Señor, porque a ti invoco todo el día. Alegra el alma de tu siervo, porque a ti, Señor, elevo mi alma. (R).
• Porque tú, Señor, eres bueno y perdonador, abundante en bondades para todos los que te invocan. Escucha, oh Señor, mi oración y atiende al sonido de mi súplica. (R).
• Todas las naciones que has hecho vendrán a adorarte, oh Señor, y a glorificar tu nombre. Porque tú eres grande y haces maravillas; solo tú eres Dios. (R).

Aclamación del Evangelio de hoy.

"Aleluya, aleluya. Habéis recibido un espíritu de adopción como hijos por el que clamamos ¡Abba! ¡Padre! Aleluya, aleluya". (Aclamación de las Lecturas de hoy tomada de Romanos 8,15bc)

Evangelio de hoy - Lucas 11,1-4.

Evangelio de hoy explicado - Lecturas de hoy Miércoles para el Santo Evangelio del día (Señor, enséñanos a orar): En aquel tiempo, estaba Jesús orando en un lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: "Señor, enséñanos a orar como Juan enseñó a sus discípulos." Él les dijo: "Cuando oréis, decid: Padre, santificado sea tu nombre, venga tu reino. Danos cada día el pan de cada día y perdona nuestros pecados, porque nosotros mismos perdonamos a todos los que están en deuda con nosotros, y no nos sometas a la prueba final". Palabra del Señor.

Reflexión del Evangelio de hoy por Papa Francisco.

"La oración es un diálogo, es tener una relación con Dios". Papa Francisco.

A partir de las lecturas de hoy, podríamos preguntarnos ¿qué es realmente la oración? Es ante todo un diálogo, una relación con Dios. El hombre fue creado como un ser en relación personal con Dios, que encuentra su plena realización solo en el encuentro con su Creador.

Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, es en sí mismo, una relación perfecta de amor que es unidad. Porque hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios, también nosotros estamos llamados a entrar en una relación perfecta de amor. Y es la Misa, la Eucaristía, el momento privilegiado para estar con Cristo y, a través de Él, con Dios y con los hermanos. Pero dialogar significa también saber permanecer en silencio, en presencia del otro. La liturgia, dijo, no es un momento para charlar, sino para recogerse, para preparar el corazón para el encuentro con Jesús.

El propio Jesús se retiraba a menudo a un lugar apartad" para rezar; y sus discípulos, viendo su íntima relación con el Padre, le preguntaban cómo se reza. Jesús dice que lo primero necesario para la oración es poder llamar a Dios "Padre". Si no puedo decir "Padre" a Dios, no puedo rezar. Tenemos que aprender a decir "Padre", es decir, a ponernos en su presencia con confianza filial.

En este sentido debemos ser como niños, capaces de confiarnos enteramente a Dios, como hacen los niños con sus padres. Y, como los niños, debemos tener también el sentido del asombro, debemos dejarnos sorprender. Cuando hablamos con Dios en la oración, no es hablar con Dios como loros. En cambio, significa confiarnos y abrir el corazón para dejarnos sorprender. El encuentro con Dios en la misa es siempre un encuentro vivo, no es un encuentro en un museo.

En el encuentro de Nicodemo, Jesús habló de la necesidad de nacer de nuevo. Pero, ¿cómo es esto posible? Esta es una cuestión fundamental de nuestra fe, y este es el deseo de todo verdadero creyente: el deseo de renacer, la alegría de empezar de nuevo. ¿Tenemos este deseo? ¿Tiene cada uno de nosotros el deseo de renacer siempre para encontrar al Señor? ¿Tenéis este deseo?.

De hecho, el Señor nos sorprende mostrando que nos ama incluso en nuestra debilidad. En la Misa, en nuestro encuentro con Jesús, el Señor sale al encuentro de nuestra fragilidad para devolvernos a nuestra primera vocación: la de ser a imagen y semejanza de Dios. Este es el ambiente de la Eucaristía, esta es la oración. (Reflexión del Evangelio de hoy. Audiencia, 15 de Noviembre de 2017.)

Oración de hoy Miércoles para el Evangelio de hoy.

Reza con nosotros la oración de hoy Jueves por los enfermos, por el fin de la pandemia y por todas tus intenciones. Oración de Calma del día Jueves por eso que necesitamos. "Señor Jesús, tu Palabra disipa toda emoción negativa y me fortalece, pues me reconozco débil sin tu amor. Contigo sé que soy un vencedor, pues me llenas de fuerzas para serte fiel ante los retos de la vida. Libérame de todas esas malas inclinaciones que no me permiten amarte con todo mi corazón. Confío en tu intervención amorosa. Amén". (Qriswell Quero - @copyright 2021)