Evangelio del Día Miércoles: Hijo de David, ten compasión de nosotros

Santo Evangelio de hoy explicado del Miércoles 17 de Noviembre, 2021 y las Lecturas de hoy para reflexionar. Palabra diaria y reflexión sobre el Evangelio del día, en Lucas 19,11-28 - Meditación de la Palabra del Santo Evangelio de hoy por el Papa Francisco. "Cristo ha querido proveernos de tantas cosas buenas para que podamos salir adelante en toda circunstancia. Aprovechemos los dones que nos han entregado para emplearlos por el bien nuestro, el de nuestro prójimo y el de Cristo mismo". Se propone las lecturas de hoy con la oración del día para tu vida en el Miércoles XXXIII del tiempo ordinario del Evangelio de hoy explicado. Palabra diaria para crecer con Dios. "Pensamos que ser cristianos es no hacer el mal. Y no hacer el mal es bueno. Pero no hacer el bien no es bueno", Papa Francisco.

Antífona de entrada.

Cfr. Salmo 51,10: "Soy como un olivo que crece en la casa de Dios. Confío en la misericordia de Dios, por los siglos de los siglos".

Oración Colecta.

Oración sacerdotal para el Miércoles XXXIII del tiempo ordinario.

Oh Dios, por cuyo don Santa Isabel de Hungría reconoció y veneró a Cristo en los pobres concede, por su intercesión, que sirvamos con caridad indefectible a los necesitados y a los afligidos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, Dios, por los siglos de los siglos.

Índice de las lecturas de hoy.

Celebraciones del día:

Santa Isabel de Hungría, Patrona de los Enfermos.

Lecturas de hoy Miércoles.

Primera Lectura para el Evangelio de hoy en el Miércoles XXXIII del tiempo ordinario. Lectura del Libro de 2 Macabeos 7,1.20-31: "El creador del universo les devolverá el aliento y la vida".

Sucedió que siete hermanos con su madre fueron arrestados y torturados con látigos y azotes por el rey, para obligarlos a comer carne de cerdo en violación de la ley de Dios. Muy admirable y digna de eterno recuerdo fue la madre, que vio perecer a sus siete hijos en un solo día, y sin embargo lo soportó valientemente por su esperanza en El Señor. Llena de un espíritu noble que agitaba su corazón de mujer con un valor varonil, exhortó a cada uno de ellos en la lengua de sus antepasados con estas palabras: "No sé cómo llegasteis a la existencia en mi vientre; no fui yo quien os dio el aliento de vida, ni fui yo quien puso en orden los elementos de los que estáis compuestos cada uno de vosotros. Por lo tanto, puesto que es el Creador del universo quien da forma al comienzo de cada hombre, ya que él da origen a todo, él, en su misericordia, os devolverá tanto el aliento como la vida, ya que ahora os despreciáis a vosotros mismos en aras de su ley." Antíoco, sospechando un insulto en sus palabras, pensó que se estaba ridiculizando. Como el hermano menor aún vivía, el rey le apeló, no con meras palabras, sino con promesas bajo juramento, de hacerle rico y feliz si abandonaba sus costumbres ancestrales: le haría su Amigo y le confiaría un alto cargo. Como el joven no le prestó ninguna atención, el rey recurrió a la madre, instándola a aconsejar a su hijo para que salvara la vida. Después de haberla instado durante mucho tiempo, ella se dedicó a persuadir a su hijo. En señal de burla al cruel tirano, se inclinó hacia su hijo y le dijo en su lengua materna "Hijo, apiádate de mí, que te llevé en mi vientre durante nueve meses, te amamanté durante tres años, te crié, te eduqué y te mantuve hasta tu edad actual. Te ruego, hijo, que mires los cielos y la tierra y veas todo lo que hay en ellos; entonces sabrás que Dios no los hizo a partir de cosas existentes; y del mismo modo llegó a existir el género humano. No temáis a este verdugo, sino sed dignos de vuestros hermanos y aceptad la muerte, para que en el tiempo de la misericordia os reciba de nuevo con ellos." Apenas había terminado de hablar cuando el joven dijo: "¿A qué esperas? No obedeceré el mandato del rey. Obedezco el mandato de la ley dada a nuestros padres por medio de Moisés. Pero tú, que has tramado toda clase de aflicciones para los hebreos, no escaparás de las manos de Dios".

Salmo de hoy Miércoles.

Salmo Responsorial de las lecturas de hoy tomado del Libro de los Salmos 17(16),1bcd.5-6.8b.15: "El Señor, cuando aparezca tu gloria, mi alegría será plena". (R).

• Escucha, oh Señor, una demanda justa; atiende mi clamor; escucha mi oración de labios sin engaño. (R).
• Mis pasos han sido firmes en tus caminos, mis pies no han vacilado. Te invoco, pues me responderás, oh Dios; inclina tu oído hacia mí; escucha mi palabra. (R).
• Guárdame como la niña de tus ojos; escóndeme a la sombra de tus alas. Pero yo, en justicia, contemplaré tu rostro; al despertar, me contentaré con tu presencia. (R).

Aclamación del Evangelio de hoy.

"Aleluya, aleluya. Yo te elegí del mundo  para ir a dar un fruto duradero, dice el Señor. Aleluya, aleluya". (Aclamación de las Lecturas de hoy tomada de Juan 15,16)

Evangelio de hoy - Lucas 19,11-28.

Evangelio de hoy explicado - Lecturas de hoy Miércoles para el Santo Evangelio del día (¿Por qué no pusiste mi dinero en un banco?): En aquel tiempo, mientras la gente escuchaba hablar a Jesús, éste procedió a contar una parábola porque estaba cerca de Jerusalén y pensaban que el Reino de Dios aparecería allí inmediatamente. Entonces dijo: "Un noble se fue a un país lejano para obtener la realeza para sí mismo y luego regresar. Llamó a diez de sus siervos, les dio diez monedas de oro y les dijo: "Ocúpense de comerciar con ellas hasta que regrese". Sus conciudadanos, sin embargo, lo despreciaron y enviaron una delegación tras él para anunciarle: "No queremos que este hombre sea nuestro rey". Pero cuando regresó después de obtener la realeza, hizo llamar a los siervos, a los que había dado el dinero, para saber qué habían ganado con el comercio. El primero se presentó y dijo: "Señor, con tu moneda de oro has ganado diez más". Él respondió: "¡Bien hecho, buen siervo! Has sido fiel en este asunto tan pequeño; hazte cargo de diez ciudades". Luego vino el segundo e informó: "Tu moneda de oro, señor, ha ganado cinco más". También a este siervo le dijo: "Tú, encárgate de cinco ciudades". Entonces vino el otro siervo y le dijo: "Señor, aquí está tu moneda de oro; la tenía guardada en un pañuelo, porque tenía miedo de ti, ya que eres un hombre exigente; recoges lo que no pusiste y cosechas lo que no plantaste". Le dijo: "Con tus propias palabras te condenaré, siervo malvado. Sabías que yo era un hombre exigente, que tomaba lo que no ponía y cosechaba lo que no plantaba; ¿por qué no pusiste mi dinero en un banco? Así, a mi regreso, lo habría cobrado con intereses". Y a los que estaban allí les dijo: "Quitadle la moneda de oro y dadla al criado que tiene diez. Pero ellos le dijeron: "Señor, él tiene diez monedas de oro". Él respondió: "Os digo que a todo el que tenga se le dará más, pero al que no tenga se le quitará hasta lo que tenga. En cuanto a los enemigos míos que no me han querido como rey, tráelos aquí y mátalos delante de mí". Después de haber dicho esto, prosiguió su viaje hasta Jerusalén". Palabra del Señor.

Reflexión del Evangelio de hoy por Papa Francisco.

"Pensamos que ser cristianos es no hacer el mal. Y no hacer el mal es bueno. Pero no hacer el bien no es bueno". Papa Francisco.

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!, el Evangelio de hoy nos presenta la famosa parábola de los talentos. Forma parte del discurso de Jesús sobre los últimos tiempos, que precede inmediatamente a su pasión, muerte y resurrección.

La parábola, la hemos escuchado, cuenta de un rico señor que debe partir y, previendo una larga ausencia, encomienda sus bienes a tres de sus siervos: al primero le encomienda cinco talentos, al segundo dos, al tercero uno. Jesús especifica que la distribución se hace "según la capacidad de cada uno". Así hace el Señor con todos nosotros: nos conoce bien, sabe que no somos iguales y no quiere privilegiar a nadie en detrimento de otros, sino que encomienda a cada uno un capital de acuerdo con sus capacidades.

Durante la ausencia del amo, los dos primeros siervos se esforzaron hasta el punto de duplicar la suma que se les había encomendado. No así el tercer siervo, que esconde su talento en un hoyo: para evitar peligros, lo deja allí, a salvo de los ladrones, pero sin hacerlo fructífero. Llega el momento del regreso del amo, que pide cuentas a  sus siervos. Los dos primeros presentan el buen fruto de sus esfuerzos; han trabajado, y el amo los elogia, los recompensa y los invita a participar en su fiesta, en su alegría. El tercero, sin embargo, al darse cuenta de que está en falta, inmediatamente empieza a justificarse diciendo: "Señor, sé que eres un hombre duro, que cosechas donde no sembraste y recoges donde no esparciste, por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento bajo tierra; aquí tienes lo que es tuyo". Se defiende de su pereza acusando a su amo de ser "duro". Esta es una costumbre que también nosotros tenemos: muchas veces nos defendemos acusando a los demás. Pero ellos no tienen la culpa, la culpa es nuestra, el defecto es nuestro. Y este siervo acusa a los demás, acusa al amo, para justificarse. A menudo también nosotros hacemos lo mismo. Entonces el amo le recrimina: le llama "siervo malo y perezoso"; hace que le quiten su talento y lo echen de su casa.

Esta parábola vale para todos pero, como siempre, especialmente para los cristianos. También hoy es muy actual... Todos hemos recibido de Dios un patrimonio como seres humanos, una riqueza humana, del tipo que sea. Y como discípulos de Cristo, también hemos recibido la fe, el Evangelio, el Espíritu Santo, los sacramentos, y tantas otras cosas. Estos dones hay que emplearlos para hacer el bien, el bien en esta vida, como servicio a Dios y a los hermanos. Y hoy la Iglesia te dice, nos dice: "Utiliza lo que te ha dado Dios y mira a los pobres. Mira, hay muchos, también en nuestras ciudades, en el centro de nuestra ciudad, hay muchos. ¡Haz el bien!".

A veces pensamos que ser cristianos es no hacer el mal. Y no hacer el mal es bueno. Pero no hacer el bien no es bueno. Tenemos que hacer el bien, salir de nosotros mismos y mirar, mirar a quienes tienen más necesidad. Hay mucha hambre, incluso en el corazón de nuestras ciudades, y tantas veces entramos en esa lógica de la indiferencia: el pobre está ahí y miramos para el otro lado. Tiende tu mano al pobre: es Cristo. Sí, algunos dicen: "Estos sacerdotes, estos obispos que hablan de los pobres, de los pobres… ¡Nosotros queremos que nos hablen de la vida eterna!". Escuchad, hermano y hermana, los pobres están en el centro del Evangelio. Es Jesús quien nos ha enseñado a hablar a los pobres, es Jesús quien ha venido por los pobres. Tiende tu mano al pobre. Has recibido muchas cosas, ¿y dejas que tu hermano, tu hermana, muera de hambre?

Queridos hermanos y hermanas, que cada uno diga en su corazón esto que Jesús nos dice hoy, que repita en su corazón: "Tiende tu mano al pobre". Y Jesús nos dice otra cosa: "Sabes, el pobre soy yo". Jesús nos dice esto: "El pobre soy yo". La Virgen María recibió un gran don: Jesús; pero no se lo guardó para sí misma, sino que se lo dio al mundo, a su pueblo. Aprendamos de ella a tender la mano a los pobres. (Reflexión del Evangelio de hoy. Ángelus, 15 de Noviembre, 2020)

Oración de hoy Miércoles para el Evangelio de hoy.

Reza con nosotros la oración de hoy Miércoles por los enfermos, por el fin de la pandemia y por todas tus intenciones. Oración de Calma del día Miércoles por eso que necesitamos. "Señor, en tu amor por nosotros, y como Buen Padre proveedor, has querido enriquecer nuestra vida con talentos y dones para que, en tu nombre, seamos capaces de lograr grandes cosas. Queremos encomendarte todo de nosotros, nuestro intelecto, nuestra sabiduría y nuestra mente, para que nos ayudes a emplear esas riquezas que nos has dado por el bien común. Que podamos discernir el uso correcto de los talentos que nos has dado y entregarte abundantes frutos de amor y que sirvan para acercar a otros a ti. Reina en nuestros hogares. Que seamos fieles en lo mucho y en lo poco. Amén". (Qriswell Quero, Pildorasdefe.net)

Propósito del Evangelio de hoy.

El Papa Francisco dijo que "las personas que viven sus vidas en un apuro constante deben tomarse un tiempo".

Consejos del Papa para quien lleva su vida en apuros

Frase de reflexión.

Es hora de desarrollar una nueva forma de solidaridad universal basada en la fraternidad, el amor y la mutua comprensión; una solidaridad que valore a las personas por encima del beneficio económico; que busque nuevos modos de entender el desarrollo y el progreso. Papa Francisco.

Video reflexión del Evangelio de hoy explicado.

Al meditar las lecturas de hoy Miércoles y después de haber leído el texto de Evangelio del día, escucha ahora la reflexión correspondiente a las lecturas de hoy. Meditación del Santo Evangelio de hoy Lucas 19,11-28, en audio. Palabra diaria comentada para la vida. Reflexión de las lecturas y el Evangelio de hoy explicado para tu vida.

Pide ayuda al Espíritu Santo antes de comenzar a escuchar la reflexión de las lecturas del día para el Evangelio de hoy Miércoles.

Intenciones del Evangelio de hoy.

Rige tu vida con la Palabra de Dios. Al meditarlas lecturas de hoy Miércoles con el Santo Evangelio del día en Lucas 19,11-28, profundizas en tu relación personal con Dios. La oración del día expresa una petición de transformación en el Evangelio de hoy. "Dios es un Padre amoroso y fiel que quiere llenar a sus hijos con dones para que seamos multiplicadores de su Reino de alegría. Con sabiduría, usemos nuestros dones para entregar a Dios más de lo que nos pide, no porque sea un mandato, sino porque nuestro corazón enamorado y agradecido por su Presencia, sea quien nos impulse". Con la lectura de hoy Miércoles, pidamos por esas intenciones que quieres expresar. Escribe en los comentarios tus peticiones a través de las lecturas de hoy y su Palabra diaria en el Evangelio de hoy explicado para el día Miércoles 17 de Noviembre, 2021. Paz y bien a tu vida.