Evangelio del día Sábado, Lucas 8,4-15: La semilla que cayó en tierra fértil, son los que dan fruto

"La semilla que cayó en tierra fértil, son los que dan fruto", es el mensaje central del Santo Evangelio de hoy sábado con las Lecturas de hoy, 20 de septiembre, 2025. Evangelio del día explicado según San Lucas 8,4-15, con la Palabra diaria en el sábado de la semana 24 del tiempo ordinario.

El Evangelio de hoy nos muestra el pasaje de la parábola del sembrador, y es una de las enseñanzas más profundas y universales de Jesús, porque nos revela cómo la Palabra de Dios puede transformarnos. Presta atención a las lecturas de hoy.

Índice de lecturas.

Celebración del día:

San Andrés Kim, Pablo Chong y Compañeros Mártires de Corea

San Andrés Kim, sacerdote, y Pablo Chong se veneran en la nación de Corea celebrando los 103 compañeros mártires que confesaron con valentía la fe cristiana

Mensaje del Evangelio:

La semilla que cayó en tierra fértil, son los que dan fruto (Cf. Lucas 8,4-15)

Lecturas de hoy sábado.

1 Timoteo 6,13-16: Guarda el mandamiento sin mancha ni reproche hasta la aparición de nuestro Señor Jesucristo.

Amados: Te encarezco ante Dios, que da vida a todas las cosas, y ante Cristo Jesús, que dio testimonio bajo Poncio Pilato a favor de la noble confesión, que guardes el mandamiento sin mancha ni reproche hasta la aparición de nuestro Señor Jesucristo, que el bendito y único soberano hará manifiesto a su debido tiempo, el Rey de reyes y Señor de señores, el único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible y a quien ningún ser humano ha visto ni puede ver. A él sea el honor y el poder eterno. Amén. Palabra de Dios.

Salmo de hoy.

Salmo 100(99): Venid con alegría a la presencia del Señor. (R)

Cantad alegres al Señor todas las tierras, servid al Señor con alegría, venid ante él con cántico alegre. /R.

Sabed que el Señor es Dios, él nos hizo, suyos somos; su pueblo, el rebaño que cuida. /R.

Entrad por sus puertas con acción de gracias, sus atrios con alabanza; Dadle gracias, bendecid su nombre. /R.

Porque él es bueno: el Señor, cuya bondad es eterna, y su fidelidad, por todas las generaciones. /R.

Evangelio de hoy.

Lucas 8,4-15: En cuanto a la semilla que cayó en tierra fértil, son aquellos que acogen la palabra y dan mucho fruto mediante la perseverancia.

En aquellos días, como se reunía una gran multitud y acudía a Jesús gente de todas las ciudades, él les dijo, valiéndose de una parábola: "El sembrador salió a sembrar su semilla. Al sembrar, una parte de la semilla cayó al borde del camino, donde fue pisoteada y se la comieron los pájaros del cielo. Otra parte cayó sobre las piedras y, al brotar, se secó por falta de humedad. Otra cayó entre las espinas, y estas, brotando al mismo tiempo, la ahogaron. Otra parte cayó en tierra fértil, brotó y produjo fruto al ciento por uno". Y una vez que dijo esto, exclamó: "¡El que tenga oídos para oír, que oiga!". Sus discípulos le preguntaron qué significaba esta parábola, y Jesús les dijo: "A ustedes se les ha concedido conocer los misterios del Reino de Dios; a los demás, en cambio, se les habla en parábolas, para que miren sin ver y oigan sin comprender. La parábola quiere decir esto: La semilla es la Palabra de Dios. Los que están al borde del camino son los que escuchan, pero luego viene el demonio y arrebata la Palabra de sus corazones, para que no crean y se salven. Los que están sobre las piedras son los que reciben la Palabra con alegría, apenas la oyen; pero no tienen raíces: creen por un tiempo, y en el momento de la tentación se vuelven atrás. Lo que cayó entre espinas son los que escuchan, pero con las preocupaciones, las riquezas y los placeres de la vida, se van dejando ahogar poco a poco, y no llegan a madurar. Lo que cayó en tierra fértil son los que escuchan la Palabra con un corazón bien dispuesto, la retienen, y dan fruto gracias a su perseverancia". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Comentarios al Evangelio.

La parábola del sembrador nos habla de "cultivar". Habla de varios tipos de tierra, de formas de sembrar y de dar fruto, y de cómo todos ellos están relacionados. Desde el Génesis, Dios nos ha instado en silencio a "cultivar y cuidar la tierra". Dios no solo nos da la vida: nos da la tierra, nos da toda la creación. No solo le da al hombre una pareja y un sinfín de posibilidades: también le da al ser humano una tarea, le da una misión... Nuestro mundo es un regalo que nos ha hecho Dios para que, con él, lo hagamos nuestro. Dios no quiso la creación para sí mismo, para verse reflejado en ella. Al contrario: la creación es un regalo que hay que compartir. Es el espacio que Dios nos da para construir con los demás, para construir un "nosotros"... (Homilía del Evangelio de hoy. Viaje Apostólico a Ecuador, Quito, 15 de julio de 2015.)

Evangelio del día (video).

¿Qué mensaje tiene Dios para mí en el día de hoy? Escucha la meditación en audio del Evangelio de hoy sábado según San Lucas 8,4-15: "La semilla que cayó en tierra fértil, son los que dan fruto", con el Padre Pedro Brassesco.

Pidamos ayuda al Espíritu Santo, para que nos ayude a meditar la reflexión de las lecturas de hoy sábado.

Reza el Rosario de hoy

Une las enseñanzas del Evangelio al rezo del Santo Rosario de hoy, el arma de estos tiempos: por todas tus intenciones y todas nuestras necesidades.

Frase del día.

La Virgen María, Madre de la Iglesia, nos enseña a ser el Pueblo santo de Dios (Papa León, 6 de septiembre de 2025)

Intenciones del día.

En el Evangelio de hoy sábado, según San Lucas 8,4-15, leemos: "La semilla que cayó en tierra fértil, son los que dan fruto". ¿Qué nos dice el Evangelio del día de hoy? La Palabra diaria nos llama a abrir el corazón con humildad y disponibilidad para acoger la Palabra de Dios y dejar que transforme nuestra vida.

¿Qué me dice este texto del Evangelio del día? Escribe en los comentarios las peticiones que el Evangelio de hoy sábado haya podido suscitar en ti. Mensaje del Evangelio del día, según San Lucas 8,4-15: "La semilla que cayó en tierra fértil, son los que dan fruto". Hoy, se nos invita a abrir de par en par nuestro corazón a la Palabra de Dios. No basta con escucharla superficialmente; se nos llama a meditarla, a hacerla parte de nuestra vida cotidiana. Estaremos orando por tus intenciones.