Evangelio de hoy Domingo, 19 de Febrero, 2023. Lecturas de hoy y Reflexión del Papa Francisco (Mateo 5,38-48): Sean perfectos como es perfecto el Padre del Cielo
¡Sean perfectos como es perfecto el Padre!.
Santo Evangelio de hoy explicado del Domingo, 19 de Febrero, 2023 y las Lecturas de hoy para reflexionar. Palabra diaria con el Evangelio del dÃa según San Mateo 5,38-48: "Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa merecen?... Sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo". Meditación del Evangelio (VII Domingo del Tiempo Ordinario). Reflexión del Papa Francisco para hoy: "Permanecer siempre, fielmente, en el amor, a pesar de todo, incluso frente al mal y a nuestro enemigo"
Ãndice de lecturas de hoy.
Celebración del dÃa:
Ãlvaro de Córdoba fue un sacerdote de la Orden de Predicadores que se hizo célebre por contemplar la Pasión del Señor. Precursor de la devoción del VÃa Crucis
AntÃfona de hoy.
El Señor, confÃo en tu misericordia. Mi corazón se alegrará en tu salvación. Cantaré al Señor que ha sido generoso conmigo. (Cfr. Salmo 12,6)
Oración colecta.
Te rogamos, Dios todopoderoso, nos concedas que, ponderando siempre las cosas espirituales, cumplamos de palabra y de obra lo que te agrada. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del EspÃritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
Lecturas de hoy Domingo.
Primera Lectura para el Evangelio de hoy Domingo. Lectura del Libro de LevÃtico 19,1-2,17-18: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo".
El Señor habló a Moisés y le dijo: "Habla a toda la comunidad de los hijos de Israel y diles: Sed santos, porque yo, El Señor, vuestro Dios, soy santo. No debes guardar odio a tu hermano en tu corazón. Debes contarle abiertamente a él, a tu prójimo, su ofensa; asà no te cargarás con un pecado. No te vengarás ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo. Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor".
Salmo de hoy Domingo.
Salmo Responsorial de las lecturas de la Santa Misa de hoy, tomado del Salmo 103(102),1-4.8.10.12-13.
"El Señor es compasión y amor". (R)
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Alma mÃa, da gracias al Señor, bendiga todo mi ser su santo nombre. Alma mÃa, da gracias al Señor y no olvides nunca todas sus bendiciones.
"El Señor es compasión y amor". (R)
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Ãl es quien perdona todas tus culpas, quien cura cada uno de tus males, quien redime tu vida de la tumba, quien te corona de amor y compasión.
"El Señor es compasión y amor". (R)
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El Señor es compasión y amor, lento a la cólera y rico en misericordia. No nos trata según nuestros pecados ni nos paga según nuestras faltas.
"El Señor es compasión y amor". (R)
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Tan lejos como el este está del oeste, aleja nuestros pecados. Como un padre se compadece de sus hijos, El Señor se compadece de los que le temen.
"El Señor es compasión y amor". (R)
Segunda Lectura de hoy.
Segunda lectura para el Evangelio de hoy es tomada de 1 Corintios 3,16-23: "Vosotros sois de Cristo y Cristo es de Dios".
¿No os habéis dado cuenta de que sois templo de Dios y de que el EspÃritu de Dios vive entre vosotros? Si alguien destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él, porque el templo de Dios es sagrado; y vosotros sois ese templo. No os equivoquéis: si alguno de vosotros se cree sabio, en el sentido ordinario de la palabra, tiene que aprender a ser necio antes de poder ser realmente sabio. ¿Por qué? Porque la sabidurÃa de este mundo es necedad para Dios. Como dice la Escritura: "El Señor conoce los pensamientos de los sabios: sabe cuán inútiles son; o también: A Dios no le convencen los argumentos de los sabios". Asà que no hay nada de lo que jactarse en nada humano: Pablo, Apolos, Cefas, el mundo, la vida y la muerte, el presente y el futuro, todos son servidores vuestros; pero vosotros sois de Cristo y Cristo es de Dios.
Aclamación de hoy.
¡Aleluya, aleluya! Alaba, Jerusalén, al Señor. Ãl envÃa su palabra a la tierra. ¡Aleluya! (Aclamación del Evangelio de hoy tomada del Salmo 147,12.15)
Evangelio de hoy: Mateo 5,38-48.
Evangelio de hoy explicado - Lecturas de hoy Domingo, para el Santo Evangelio del dÃa: "Jesús se transfiguró en presencia de ellos".
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discÃpulos: "Ustedes han oÃdo que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente. Pero yo les digo que no hagan frente al que les hace mal: al contrario, si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, preséntale también la otra. Al que quiere hacerte un juicio para quitarte la túnica, déjale también el manto; y si te exige que lo acompañes un kilómetro, camina dos con él. Da al que te pide, y no le vuelvas la espalda al que quiere pedirte algo prestado. Ustedes han oÃdo que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores; asà serán hijos del Padre que está en el cielo, porque él hace salir su sol sobre malos y buenos y hace caer la lluvia sobre justos e injustos. Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen lo mismo los publicanos? Y si saludan solamente a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen lo mismo los paganos? Por lo tanto, sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo. Palabra del Señor.
Reflexión del Papa Francisco.
"Permanecer siempre, fielmente, en el amor, a pesar de todo, incluso frente al mal y a nuestro enemigo". Papa Francisco.
Las palabras de Jesús en el Evangelio de hoy (cf. Mt 5,38-48) nos invitan a amar siempre, es decir, a permanecer siempre en su amor, a cultivar ese amor y a ponerlo en práctica, sea cual sea la situación en la que vivamos. Nótese, sin embargo, que la visión de Jesús es totalmente práctica; no dice que vaya a ser fácil, ni habla de amor sentimental o romántico, como si en nuestras relaciones humanas no hubiera momentos de conflicto o motivos de hostilidad entre los pueblos. Jesús no es idealista, sino realista: habla explÃcitamente del "mal" y de los "enemigos" (vv. 38, 43). Sabe que en nuestras relaciones existe una lucha cotidiana entre el amor y el odio. También dentro de nuestros corazones hay un choque diario entre la luz y las tinieblas: entre nuestros muchos propósitos y deseos, y la debilidad pecaminosa que a menudo se apodera de nosotros y nos arrastra a hacer el mal. Ãl sabe también que, a pesar de todos nuestros esfuerzos generosos, no siempre recibimos el bien que esperamos y, de hecho, a veces, incomprensiblemente, sufrimos el mal. Es más, sufre cuando ve en nuestros dÃas y en muchas partes del mundo formas de ejercer el poder que se alimentan de la opresión y la violencia, que buscan ampliar su propio espacio restringiendo el de los demás, imponiendo su propia dominación y coartando libertades básicas, y oprimiendo asà a los débiles. Y asÃ, dice Jesús, existen entre nosotros el conflicto, la opresión y la enemistad
A la luz de todo esto, la pregunta importante que debemos hacernos es: ¿Qué debemos hacer en tales situaciones? La respuesta de Jesús es sorprendente, audaz y atrevida. Les dice a sus discÃpulos que tengan el valor de arriesgarse a algo que parece que va a fracasar. Les pide que permanezcan siempre, fielmente, en el amor, a pesar de todo, incluso frente al mal y a nuestro enemigo. Una reacción puramente humana nos limitarÃa a buscar el "ojo por ojo, diente por diente", pero eso serÃa hacer justicia utilizando las mismas armas del mal que se emplean contra nosotros. Jesús se atreve a proponer algo nuevo, distinto, impensable, algo que es a su manera. "Yo os digo: No resistáis al que es malo. Si alguien te golpea en la mejilla derecha, vuélvele también la otra" (v. 39). Eso es lo que nos pide el Señor: no soñar idealistamente con un mundo de fraternidad, sino optar, empezando por nosotros mismos, por practicar la fraternidad universal, concreta y valientemente, perseverando en el bien, incluso cuando nos hacen mal, rompiendo la espiral de la venganza, desarmando la violencia, desmilitarizando el corazón. El apóstol Pablo se hace eco de Jesús cuando escribe: "No te dejes vencer por el mal, sino que vence con el bien el mal" (Rm 12,21).
Lo que Jesús nos pide no se refiere en primer lugar a los grandes problemas de la humanidad, sino a las situaciones concretas de nuestra vida cotidiana: nuestras relaciones en la familia y en la comunidad cristiana, en el lugar de trabajo y en la sociedad. Habrá casos de fricción y momentos de tensión, habrá conflictos y puntos de vista opuestos, pero quien sigue al PrÃncipe de la Paz debe esforzarse siempre por la paz. Y la paz no puede restablecerse si a una palabra dura se responde con otra aún más dura, si una bofetada lleva a otra. No, hay que "desarmarse", romper las cadenas del mal, romper la espiral de violencia, acabar con el resentimiento, la queja y la autocompasión. Necesitamos seguir amando, siempre. Es la manera que tiene Jesús de dar gloria al Dios del cielo y de construir la paz en la tierra. Amar siempre... (HomilÃa del Papa Francisco sobre el Evangelio de hoy)
Frase de reflexión.
"Dios nos ama gratuitamente, dando el primer paso hacia nosotros sin que lo merezcamos; y, por ende, nosotros no podemos celebrar su amor sin dar a nuestra vez el primer paso para reconciliarnos con quienes nos han herido". (Papa Francisco)
Reflexión del Evangelio de hoy.
Al meditar las lecturas y el Evangelio del dÃa explicado, escuchemos ahora la meditación en audio del Santo Evangelio de hoy Domingo, según San Mateo 5,38-48: "¿Quién dicen que soy yo?".
Pidamos ayuda al EspÃritu Santo, para que nos ayude a meditar lo que nos ha dicho a cada uno de nosotros, la reflexión del Evangelio de hoy.
Intenciones del dÃa.
Reflexión del Santo Evangelio de hoy Domingo, 19 de Febrero, 2023, según San Mateo 5,38-48: "Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa merecen?... Sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo". La oración del dÃa nos ayuda con la meditación. ¿Qué pudiste reflexionar con el Evangelio del dÃa? Escribe en los comentarios tus peticiones de oración.
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