Evangelio del día y reflexión del Papa Francisco. Lucas 17,1-6. Evangelio de hoy meditado. Una fe capaz de mover montañas
Tener una fe capaz de mover montañas.
Evangelio del día - Lucas 17,1-6
Meditación del Evangelio del día - (Tener fe del tamaño de un grano de mostaza) En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "No es posible evitar que existan ocasiones de pecado, pero ¡ay de aquel que las provoca! Más le valdría ser arrojado al mar con una piedra de molino sujeta al cuello, que ser ocasión de pecado para la gente sencilla. Tengan, pues, cuidado. Si tu hermano te ofende, trata de corregirlo; y si se arrepiente, perdónalo. Y si te ofende siete veces al día, y siete veces viene a ti para decirte que se arrepiente, perdónalo". Los apóstoles dijeron entonces al Señor: "Auméntanos la fe". El Señor les contestó: "Si tuvieran fe, aunque fuera tan pequeña como una semilla de mostaza, podrían decirle a ese árbol frondoso: "Arráncate de raíz y plántate en el mar", y los obedecería"». Palabra del Señor.
Reflexión del Papa Francisco
Sobre el Evangelio de hoy - El pasaje del Evangelio comienza así: Los apóstoles le dijeron al Señor: "Auméntanos la fe". Me parece que todos nosotros podemos hacer nuestra esta invocación. También nosotros, como los Apóstoles, digamos al Señor Jesús: Auméntanos la fe. Sí, Señor, nuestra fe es pequeña, nuestra fe es débil, frágil, pero te la ofrecemos así como es, para que Tú la hagas crecer.
[...] Y, ¿qué nos responde el Señor? Responde: "Si tuviesen fe como un granito de mostaza, dirían a ese árbol frondoso: Arráncate de raíz y plántate en el mar, y les obedecería"
La semilla de la mostaza es pequeñísima, pero Jesús dice que basta tener una fe así, pequeña, pero auténtica, sincera, para hacer cosas humanamente imposibles, impensables. Y es verdad. Todos conocemos a personas sencillas, humildes, pero con una fe muy firme, que de verdad mueven montañas.
Pensemos, por ejemplo, en algunas mamás y papás que afrontan situaciones muy difíciles; o en algunos enfermos, incluso gravísimos, que transmiten serenidad a quien va a visitarles.
Estas personas, precisamente por su fe, no presumen de lo que hacen, es más, como pide Jesús en el Evangelio, dicen: "Somos siervos inútiles, hemos hecho lo que teníamos que hacer" (Lc 17,10). Cuánta gente entre nosotros tiene esta fe fuerte, humilde, que hace tanto bien.
[...] ... Cada uno de nosotros, en la propia vida de cada día, puede dar testimonio de Cristo, con la fuerza de Dios, la fuerza de la fe. Con la pequeñísima fe que tenemos, pero que es fuerte. Con esta fuerza dar testimonio de Jesucristo, ser cristianos con la vida, con nuestro testimonio.
¿Cómo conseguimos esta fuerza? La tomamos de Dios en la oración. La oración es el respiro de la fe: en una relación de confianza, en una relación de amor, no puede faltar el diálogo, y la oración es el diálogo del alma con Dios... (Reflexión antes del rezo del Ángelus, 6 de octubre de 2013)
Oración para el Evangelio de hoy
Señor, deseo ajustarme a tu voluntad para que hagas tu obra en mí y me ayudes a asumir con responsabilidad tanto mis éxitos como mis fracasos. Necesito de tu mano sanadora. Ven y libérame de esos sentimientos de inseguridad que me hacen perder el horizonte de vida y aturden mi corazón. Yo creo en Ti, Buen Señor, pero aumenta mi fe y que sea firme como la roca. Quiero acercarme a Ti, abrirte mi corazón y dejar que hagas de mí tu morada. No quiero una fe tambaleante y llena de dudas, angustias y desesperos. Quiero que seas mi escudo y mi roca fuerte, mi fortaleza firme y segura. Aquí estoy Señor, dispuesto a tocar tan solo tu manto para que renueves mi vida y desterrar de mí la tristeza y el dolor y aceptar tu propuesta de vida. Dame una fe apasionada con la que aprenda a amar y esperar, que quede convencido que de Ti me viene todo lo que me conviene para mi felicidad. Ven Señor, necesito de Ti y de tus fuerzas, permanece cerca de mí y guía mis acciones y pensamientos para avanzar en tu dirección. Toca mi corazón y mi mente, toca mis heridas y sánalas, para que siempre esté dispuesto a amar con claridad. Confío en tu bendición poderosa. Amén.
Propósito para hoy.
Antes de comenzar el día y todas las actividades, pide a Dios: "Señor, aumente mi fe y que mi corazón sea manso y humilde como el tuyo"
Frase de reflexión.
"El Señor siempre nos perdona y nos acompaña. Es cuestión nuestra dejarnos perdonar y acompañar". Papa Francisco.
Otros Evangelios del día.
Evangelio de hoy Jueves - Lecturas del día, 15 de mayo, 2025
Evangelio de hoy Jueves - Lecturas del día 15/05/25 (Reflexión Papa Francisco) Evangelio del día, Juan 13,16-20: El que reciba al que yo envíe, me recibe a mí
Evangelio de hoy Miércoles - Lecturas del día, 14 de mayo, 2025
Evangelio de hoy Miércoles - Lecturas del día 14/05/25 (Reflexión Papa Francisco) Evangelio del día, Juan 15,9-17: No son ustedes los que me eligieron a mí
