Evangelio de hoy Domingo - Lecturas del día 10/08/25 - Reflexión del Santo Evangelio del día, Lucas 12,32-48: Estén preparados, ceñidos y con las lámparas encendidas
Estén preparados, ceñidos y con las lámparas encendidas.
"Estén preparados, ceñidos y con las lámparas encendidas", es el mensaje central del Santo Evangelio de hoy domingo con las Lecturas de hoy, 10 de agosto, 2025. Evangelio del día explicado según San Lucas 12,32-48, con la Palabra diaria en la semana 19 del tiempo ordinario.
El Evangelio de hoy, nos muestra a Jesús que nos libera del temor, enseñándonos que el Padre del cielo cuida de sus hijos con ternura de pastor y mirada de Padre. Presta atención a las lecturas de hoy.
Índice de lecturas.
Celebración del día:
Mensaje del Evangelio:
Estén preparados, ceñidos y con las lámparas encendidas (Cf. Lucas 12,32-48)
Lecturas de hoy domingo.
Sabiduría 18,6-9: Nos hiciste gloriosos al llamarnos a ti.
Esa noche había sido predicha a nuestros antepasados, para que, una vez que vieran en qué clase de juramentos habían depositado su confianza, se animaran con alegría. Esta era la expectativa de tu pueblo, la salvación de los virtuosos y la ruina de sus enemigos; pues por el mismo acto con el que te vengaste de nuestros enemigos nos hiciste gloriosos llamándonos a ti. Los devotos hijos de los hombres dignos, ofrecieron sacrificios en secreto, y este pacto divino lo hicieron de común acuerdo: que los santos compartirían por igual las bendiciones y los peligros; y en seguida comenzaron a entonar los himnos de los padres. Palabra de Dios.
Salmo de hoy.
Salmos 33(32): Dichoso el pueblo que el Señor ha elegido como suyo. (R).
Haz sonar tu alegría al Señor, oh tú, justo porque la alabanza es propia de los corazones leales. Son felices aquellos cuyo Dios es el Señor, el pueblo que él ha elegido como suyo. /R.
El Señor mira a los que le veneran, a los que esperan en su amor, para rescatar sus almas de la muerte, para mantenerlos vivos en el hambre. /R.
Nuestra alma espera al Señor. El Señor es nuestra ayuda y nuestro escudo. Que tu amor esté sobre nosotros, oh Señor, mientras ponemos toda nuestra esperanza en ti. /R.
Segunda lectura.
Hebreos 11,1-2.8-19: Abraham esperaba una ciudad fundada, diseñada y construida por Dios.
Ahora bien, la fe es la garantía de los bienes que se esperan, la plena certeza de las realidades que no se ven. Por ella nuestros antepasados fueron considerados dignos de aprobación. Por la fe, Abraham, obedeciendo al llamado de Dios, partió hacia el lugar que iba a recibir en herencia, sin saber a dónde iba. Por la fe, vivió como extranjero en la Tierra prometida, habitando en carpas, lo mismo que Isaac y Jacob, herederos con él de la misma promesa. Porque Abraham esperaba aquella ciudad de sólidos cimientos, cuyo arquitecto y constructor es Dios. También la estéril Sara, por la fe, recibió el poder de concebir, a pesar de su edad avanzada, porque juzgó digno de fe al que se lo prometía. Y por eso, de un solo hombre, y de un hombre ya cercano a la muerte, nació una descendencia numerosa como las estrellas del cielo e incontable como la arena que está a la orilla del mar. Todos ellos murieron en la fe, sin alcanzar el cumplimiento de las promesas: las vieron y las saludaron de lejos, reconociendo que eran extranjeros y peregrinos en la tierra. Los que hablan así demuestran claramente que buscan una patria; y si hubieran pensado en aquella de la que habían salido, habrían tenido oportunidad de regresar. Pero aspiraban a una patria mejor, nada menos que la celestial. Por eso, Dios no se avergüenza de llamarse su Dios y, de hecho, les ha preparado una Ciudad. Por la fe, Abraham, cuando fue puesto a prueba, presentó a Isaac como ofrenda:él ofrecía a su hijo único, al heredero de las promesas, 18.a aquel de quien se había anunciado: De Isaac nacerá la descendencia que llevará tu nombre. Y lo ofreció, porque pensaba que Dios tenía poder, aun para resucitar a los muertos. Por eso recuperó a su hijo, y esto fue como un símbolo. Palabra de Dios.
Evangelio de hoy.
Lucas 12,32-48: Ustedes también deben estar preparados.
En aquellos días, Jesús dijo a sus discípulos: "no temas, pequeño Rebaño, porque el Padre de ustedes ha querido darles el Reino. Vendan sus bienes y denlos como limosna. Háganse bolsas que no se desgasten y acumulen un tesoro inagotable en el cielo, donde no se acerca el ladrón ni destruye la polilla. Porque allí donde está su tesoro, estará también su corazón. Estén preparados, ceñidos y con las lámparas encendidas. Sean como los hombres que esperan el regreso de su señor, que fue a una boda, para abrirle apenas llegue y llame a la puerta. ¡Felices los servidores a quienes el señor encuentra velando a su llegada! Les aseguro que él mismo recogerá su túnica, los hará sentar a la mesa y se pondrá a servirlos. ¡Felices ellos, si el señor llega a medianoche o antes del alba y los encuentra así! Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora va a llegar el ladrón, no dejaría perforar las paredes de su casa. Ustedes también estén preparados, porque el Hijo del hombre llegará a la hora menos pensada". Pedro preguntó entonces: "Señor, ¿esta parábola la dices para nosotros o para todos?". El Señor le dijo: "¿Cuál es el administrador fiel y previsor, a quien el Señor pondrá al frente de su personal para distribuirle la ración de trigo en el momento oportuno? ¡Feliz aquel a quien su señor, al llegar, encuentre ocupado en este trabajo! Les aseguro que lo hará administrador de todos sus bienes. Pero si este servidor piensa: "Mi señor tardará en llegar", y se dedica a golpear a los servidores y a las sirvientas, y se pone a comer, a beber y a emborracharse, su señor llegará el día y la hora menos pensada, lo castigará y le hará correr la misma suerte que los infieles. El servidor que, conociendo la voluntad de su señor, no tuvo las cosas preparadas y no obró conforme a lo que él había dispuesto, recibirá un castigo severo. Pero aquel que, sin saberlo, se hizo también culpable, será castigado menos severamente. Al que se le dio mucho, se le pedirá mucho; y al que se le confió mucho, se le reclamará mucho más". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Comentarios al Evangelio.
Ven, Espíritu Santo, y habita nuestro corazón para enseñarnos a confiar plenamente en el cuidado del Padre. Líbranos de la ansiedad que nos ata al mañana y de la dependencia de lo material. Muéstranos que Él cuida de nosotros con ternura infinita, como cuida de sus hijos más pequeños, y haz que nuestra esperanza no dependa de lo que acumulamos, sino de quién somos en su Reino. Inspira en nosotros la actitud vigilante del siervo fiel. Que esperemos el regreso del Señor con ojos despiertos, corazón generoso y manos prontas a servir. (Redacción: Qriswell Quero, Pildorasdefe.net)
Evangelio del día (video).
¿Qué mensaje tiene Dios para mí en el día de hoy? Escucha la meditación en audio del Evangelio de hoy domingo según San Lucas 12,32-48: "Estén preparados, ceñidos y con las lámparas encendidas", con el Padre Pedro Brassesco.
Pidamos ayuda al Espíritu Santo, para que nos ayude a meditar la reflexión de las lecturas de hoy domingo.
Coronilla a la Misericordia.
Une las enseñanzas del Evangelio al rezo de la Coronilla a la Divina Misericordia del día, por todas tus intenciones y todas nuestras necesidades.
Frase del día.
Me gustaría invitar a cada uno de ustedes a decirle al Señor: "Gracias, Jesús, por llamarme. Mi deseo es seguir siendo uno de tus amigos, para que, abrazándote, yo también pueda ser un compañero de todos los que encuentre en el camino. Concédeme, Señor, que aquellos que me encuentren puedan encontrarte a ti, incluso a través de mis limitaciones y debilidades". (Papa León, 2 de agosto, 2025)
Intenciones del día.
En el Evangelio de hoy domingo, según San Lucas 12,32-48, leemos: "Estén preparados, ceñidos y con las lámparas encendidas". ¿Qué nos dice el Evangelio del día de hoy? La Palabra diaria nos llama a vivir con una fe confiada, vigilante y generosa.
¿Qué me dice este texto del Evangelio del día? Escribe en los comentarios las peticiones que el Evangelio de hoy domingo haya podido suscitar en ti. Mensaje del Evangelio del día, según San Lucas 12,32-48: "Estén preparados, ceñidos y con las lámparas encendidas". Hoy, se nos invita a una fe confiada y activa. Estaremos orando por tus intenciones.
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