Papa Francisco: ¿Estás en el camino de la hipocresía o en el camino del amor ¿Te dejas amar por la misericordia de Dios?
"O estás en el camino del amor, o estás en el camino de la hipocresía", una pregunta retórica que el Papa Francisco utilizó para dar una reflexión en su homilía de la Santa Misa que celebró en la Casa de Santa Marta en el Vaticano.
En su reflexió, el Papa Francisco habló sobre la hipocresía, algo tan dañino para las relaciones. La "hipocresía" se refiere al acto de exigir o aparentar creer en algo, pero actuando de una manera contraria a lo que se dice. La palabra se deriva del término griego ὑπόκρισις (hypokrisis) que significa: "actuar" (de actor), es prácticamente alguien que lleva una máscara", o en otras palabras, alguien que pretende ser lo que no es
Jesús describe la hipocresía como el triste estado de una persona que se reduce a sí mismo para ser un actor en un escenario, ya que no conoce el amor del Padre. Hay muchas personas que viven su vida en una búsqueda desesperada de la aprobación humana y aplausos.
Ellos disciernen su dignidad y su valor, no de Dios, (que en efecto, es un extraño para ellos), sino de lo que otros seres humanos piensen de ellos. Ellos están dispuestos a adaptarse a menudo a cualquier forma dramática para ganar la aprobación de los demás.
El Papa Francisco nos habla a continuación acerca de las consecuencias de seguir por ese camino de la hipocresía:
Al comienzo fueron los Profetas, luego les tocó a los Santos. Con ellos, Dios ha construido en el tiempo la historia de su relación con los hombres. Y, sin embargo, a pesar de que estos elegidos eran excelentes, a pesar de sus enseñanzas y obras, la historia de la salvación es accidentada, pavimentada con tantas hipocresías e infidelidades.
Dios sigue llorando hoy.
Ésta es la Historia de Dios. Parece que aquí Dios estuviera llorando. Te amé tanto, te di tanto, y tú Todo contra mí. También Jesús lloró, mirando Jerusalén. Porque en el corazón de Jesús estaba toda esta historia, en la que la fidelidad había desaparecido.
Hacemos nuestra voluntad, pero haciendo esto en el camino de la vida seguimos un camino de endurecimiento: el corazón se endurece, se petrifica. Y la Palabra del Señor no entra. Y el pueblo se aleja. También nuestra historia personal se puede volver así.
Y hoy, en este día cuaresmal, podemos preguntarnos:
"¿Escucho la voz de Dios, o hago lo que yo quiero, lo que a mí me gusta?"
También el episodio del Evangelio muestra un ejemplo de «corazón endurecido», sordo a la voz de Dios. Jesús cura a un endemoniado y, en cambio, recibe una acusación:
"Tú expulsas a los demonios con el poder del demonio. Eres un brujo demoniaco".
Es la acusación típica de los legalistas, creen que la vida está regulada por las leyes que establecen ellos.
Los Santos llevan adelante la vida de la Iglesia.
También esto ocurrió en la Historia de la Iglesia... Pero, piensen en la pobre Juana de Arco: hoy es Santa... Pobrecita: estos doctores la quemaron viva, porque decían que era hereje, acusada de herejía... Pero eran los doctores, aquellos que conocían la doctrina segura, estos fariseos: alejados del amor de Dios.
Cerca de nosotros, piensen en el Beato Rosmini: todos sus libros en el índice. No se podían leer, era pecado leerlos. Hoy es Beato.
En la Historia de Dios con su pueblo, el Señor mandaba a los Profetas para decirle a su pueblo que lo amaba. En la Iglesia, el Señor manda a los Santos. Son los Santos los que llevan adelante la vida de la Iglesia: son los Santos. No son los poderosos, no son los hipócritas: no. Los Santos.
Los Santos son los que no tienen miedo de dejarse acariciar por la misericordia de Dios. Y por ello los Santos son hombres y mujeres que comprenden tantas miserias, tantas miserias humanas, y acompañan al pueblo de cerca. No desprecian al pueblo.
Estás en el camino del amor o en el de la hipocresía.
Jesús dice: "El que no está conmigo, está contra mí". Pero ¿no habrá un camino de compromiso, un poco aquí y un poco allá? No. O estás en el camino del amor, o estás en el camino de la hipocresía.
O te dejas amar por la misericordia de Dios, o haces lo que quieres, según tu corazón, que se va endureciendo, cada vez más, por ese camino.
- "El que no está conmigo, está contra mí": no hay un tercer camino de compromiso. O eres santo, o te vas por el otro camino.
- "El que no recoge conmigo", deja las cosas No. Peor aún: desparrama, arruina. Es un corruptor. Es un corrupto, que corrompe
