Papa Francisco administró el Sacramento de la Confirmación a un joven de 16 años de edad, Giuseppe, quien padece de Cáncer
Vaticano, 14/09/16.- En una breve ceremonia al aire libre, el Papa Francisco administró el Sacramento de la Confirmación a un joven de 16 años de edad que padece de Cáncer, Giuseppe Chioloa, quien había llegado al Vaticano en ambulancia desde Florencia.
El Papa Francisco es elogiado por muchos por ser sensible a las necesidades de los enfermos y discapacitados.
Giuseppe, quien está siendo tratado en la sala de oncología de un hospital de Florencia, anteriormente había escrito al Papa Francisco con una solicitud para reunirse con él
El adolescente se le concedió su deseo, y el sacramento fue administrado el 10 de septiembre, antes de que el Papa se reuniera con alrededor de 30.000 personas durante la audiencia general especial por el Año de la Misericordia en la plaza de San Pedro.
Los padres del joven, Carmelo y Maria Giuseppina, y su hermana, Dafne, también estuvieron presentes, al igual que el capellán del Hospital Infantil Meyer, donde Chiolo está recibiendo tratamiento.
En su reunión con Giuseppe, ofreció palabras de consuelo a sus padres y a otros familiares que acompañaban al joven. Además, el Papa Francis también se reunió con una chica que sufrió de parálisis por una herida de bala.
En su audiencia, el Papa Francisco dijo que en la misericordia de Dios, Jesús es enviado al mundo para que pudiéramos recibir una vida nueva marcada por el perdón, el amor y la alegría.
Dios no abandona en la prueba.
Ciertamente, es cierto que la vida nos pone pruebas y algunas veces sufrimos a causa de ellas. Sin embargo, en esos momentos, estamos llamados a fijar la mirada en el Jesús crucificado que sufre por nosotros y con nosotros como prueba de que Dios nunca nos abandonará.
El amor de Dios no tiene límites. Toda nuestra vida, aunque marcada por la fragilidad del pecado, se coloca bajo la mirada de Dios que nos ama
El Papa Francisco continuó hablando de la realidad del pecado y de la grandeza del amor de Dios cuando dirigió el rezo del mediodía de la oración del Ángelus con los visitantes en la plaza de San Pedro.
Dios es un Padre amoroso.
Jesús nos muestra el verdadero rostro de Dios: un padre con los brazos abiertos que trata a los pecadores con ternura y compasión
Lo más llamativo de la parábola del hijo pródigo, no es tanto la triste historia de un joven que cae en la degradación, sino sus palabras decisivas: "Me levantaré e iré con mi padre". El camino de su regreso a casa es el camino de la esperanza y nueva vida.
Al igual que el padre de la parábola, Dios espera el regreso de sus hijos, no para que pueda tener la oportunidad de regañarlos o humillarlos, sino para que pueda derramar su amor sobre ellos.
La fiesta en el cielo.
La parábola del hijo pródigo, así como las parábolas sobre el pastor que encuentra a su oveja perdida y el de la mujer que encuentra su moneda perdida, terminan con celebraciones debido a que lo que se había perdido ha sido encontrado
Quiero preguntartes algo: "¿Alguna vez has pensado que cada vez que te acercas al confesionario, hay una alegría y celebración en el cielo?"
Las parábolas deben llenar las personas con esperanza y valor, ya que, con la gracia de Dios, no hay pecado de la cual una persona no puede levantarse de nuevo.
