Papa Francisco: Un verdadero apóstol continúa siendo un evangelizador valiente y alegre incluso ante la persecución y una muerte segura
"Un verdadero apóstol es aquel que continúa siendo un valiente y alegre evangelizador incluso ante la persecución y una muerte segura", así lo dijo el Papa Francisco durante su audiencia general que realiza cada miércoles en el Vaticano.
El Papa Francisco ha concluido una serie de conferencias sobre los Hechos de los Apóstoles con una preciosa reflexión sobre el encarcelamiento de San Pablo en Roma.
La Palabra de Dios no puede ser encadenada.
Al elegir cerrar los Hechos de los Apóstoles no con el martirio de San Pablo, sino con su continua predicación del Evangelio, incluso cuando está bajo arresto domiciliario, San Lucas quiso mostrar que la palabra de Dios no puede ser encadenada.
Esta casa abierta a todos los corazones es la imagen de la Iglesia que, aunque perseguida, incomprendida y encadenada, no se cansa de acoger con corazón de madre a cada hombre y mujer para anunciarles el amor del Padre que se ha hecho visible en Jesús.
El traicionero viaje y las aventuras de San Pablo hasta el corazón del imperio, no debilitó el Evangelio que predicaba sino que lo fortaleció, mostrando que, la dirección de los acontecimientos, no pertenece a los hombres sino al Espíritu Santo, que da fecundidad a la acción misionera de la Iglesia.
Ser alegre y valiente incluso ante la muerte.
Durante su encarcelamiento, el apóstol San Pablo se encontraría con notables judíos en su empeño por mostrar el cumplimiento de las promesas hechas al pueblo elegido a través de la muerte y la resurrección de Cristo.
Aunque no todos estaban convencidos de su predicación, San Pablo siguió acogiendo a todos los que querían recibir el anuncio del reino de Dios y conocer a Cristo, lo cual es una gracia por la que todos los cristianos deberían rezar.
Que el Señor nos permita, como a Pablo, impregnar nuestras casas con el Evangelio y convertirlas en cenáculos de fraternidad, donde podamos acoger a Cristo vivo, que viene a nuestro encuentro en cada persona y en cada época.