Papa Francisco: Jesús nos ama así como somos, sin maquillaje, con amor y compasión que soporta nuestros pecados, errores y nuestras fallas
Papa Francisco: Jesús nos ama tal como somos.
El domingo el Papa Francisco centró sus palabras antes de recitar el Ángelus en el Evangelio del día. Destacó la fe de la mujer cananea que buscó la curación de su hija y mostró que la fe humilde no tiene límites. Al mismo tiempo, el Santo Padre nos recordó que "Jesús nos ama tal como somos, que Dios nos ama y quiere nuestro bienestar, nos ama sin maquillaje".
La reflexión del Papa Francisco vino sobre el Evangelio del día del domingo que habla sobre la curación de la hija de la mujer cananea que provocó que el Señor admirara su fe.
La prueba de Jesús.
Mientras Jesús está en territorio extranjero al norte de Galilea, una mujer cananea se le acercó rogándole que curara a su hija. "Ten piedad de mí, Señor" es el grito de una madre que se siente indefensa, un "grito que nace de una vida marcada por el sufrimiento", dijo el Papa Francisco.
La madre insiste, a pesar de que "Jesús inicialmente la ignora", e incluso después de que Jesús dice que su misión "se dirige sólo a ´las ovejas perdidas de la casa de Israel". Al respecto, el Papa Francisco dijo que, en ese punto, "Jesús la pone a prueba, citando un proverbio: No es justo tomar la comida de los niños y tirarla a los perros".
Lo que toca el corazón de Dios.
El Papa Francisco afirmó que, "la respuesta que dio, muestra que la mujer siente al Dios Altísimo presente en Jesús: "Sí, Señor, pero incluso los perros comen las migajas que caen de la mesa de sus amos." Esa sabiduría llena de confianza "toca el corazón del Maestro", provocando que admire su fe con las palabras "Mujer, grande es tu fe". Que se haga por ti lo que quieras" (v. 28).
El Papa Francisco reflexionó entonces sobre "Qué tipo de fe es grande". Nuestra fe es grande cuando llevamos nuestro pasado herido a los pies de Jesús, "pidiéndole que lo cure, que le dé sentido", indicó el Santo Padre.
Señor, si quieres, puedes curarme.
El Papa Francisco continuó diciendo que "cada uno de nosotros tiene su propia historia, una historia a menudo difícil, llena de dolor, desgracias y pecados. "¿Qué hago con mi historia?", preguntó el Papa. "¿La escondo?" No. En cambio, "Debemos llevarlo al Señor", con la oración, "Señor, si quieres, puedes curarme".
Esto es lo que nos enseña la mujer del Evangelio del domingo, afirmó el Papa Francisco, invitando a todos a considerar su propia historia de vida y a hacer suya la oración de la mujer cananea. Vayamos a Jesús, llamemos a su corazón y digámosle: "Señor, si quieres, puedes curarme", exhortó el Papa a los fieles.
Jesús nos ama tal como somos.
Al respecto de esto, el Papa Francisco indicó que "seremos capaces de hacerlo si siempre tenemos el rostro de Jesús ante nosotros.
El Papa Francisco insistió en que Jesús nos ama como somos, sin maquillaje, con un amor y una compasión "que soporta nuestros pecados, nuestros errores y nuestras fallas".
Encontrar a Jesús que nos ama.
El Papa Francisco invitó una vez más a todos a llevar una copia de los Evangelios con ellos, en sus bolsillos o carteras, o incluso en su teléfono - porque es allí, en los Evangelios, "que encontrarán a Jesús tal como es, tal como se presenta... Encontrarán a Jesús que nos ama, que nos ama mucho, que quiere tremendamente nuestro bienestar".
El Papa Francisco concluyó su reflexión con la oración para que la Santísima Virgen María "interceda con su oración para que la alegría de la fe y el deseo de comunicarla con el testimonio de una vida coherente crezca en cada bautizado", y para que se nos dé el valor de acercarnos a Jesús y orar, "Señor, si quieres, puedes curarme", exhortó el Santo Padre refiriéndose a cuánto Dios nos ama a cada uno de nosotros así como somos.