Papa Francisco: Los cristianos están llamados a vivir la fe, no en aislamiento, sino en comunidad, como un pueblo amado por Dios
"Los hombres y mujeres laicos viven su vocación cristiana compartiendo los dones que recibieron de Dios con los demás y no guardándolos para ellos mismos", así lo dijo el Papa Francisco en un mensaje a los participantes de una conferencia para laicos católicos en Madrid.
La conferencia que tuvo por duración solo dos días, titulada "El pueblo de Dios saliendo", fue patrocinada por la conferencia episcopal española. Según su página web, el objetivo del evento era "dinamizar a los laicos en España a partir del liderazgo y la participación de los propios laicos".
La fe forma una comunidad.
Al respecto de la conferencia, El Papa Francisco señaló:
La conferencia comenzó el día de la fiesta de los Santos Cirilo y Metodio, los santos patrones de Europa que promovieron una gran evangelización en este continente, llevando el mensaje del Evangelio a quienes no lo conocían, haciéndolo comprensible y cercano a los pueblos de su tiempo, con un lenguaje y unas formas nuevas.
Con su ingenio y su testimonio, fueron capaces de llevar la luz y la alegría del Evangelio a un mundo complejo y hostil. El fruto se vio en cómo muchos creyeron y se adhirieron a la fe, formando una comunidad.
Papa Francisco: La fe no se vive en aislamiento sino en comunidad.
En su mensaje, el Papa Francisco dijo además lo siguiente:
Los cristianos están llamados a vivir la fe, no individualmente o en aislamiento, sino en comunidad, como un pueblo amado y querido por Dios.
Para ello, es esencial ser consciente de que somos parte de una comunidad cristiana. No somos un grupo más, ni una ONG, sino la familia de Dios reunida en torno al mismo Señor.
Mientras profundizan en su fe a través de la liturgia y la oración, los laicos y laicas están llamados a dejar atrás sus comodidades y dar a otros una razón para esperar, no con respuestas prefabricadas, sino con respuestas encarnadas y contextualizadas.
El mandato misionero es siempre actual y vuelve a nosotros con la misma fuerza de siempre, para hacer resonar la voz siempre nueva del Evangelio en este mundo en el que vivimos, particularmente en esta vieja Europa donde la Buena Noticia está asfixiada por tantas voces de muerte y desesperación.
Cuidarse de las tentaciones.
El Papa Francisco pidió a los participantes en la conferencia que predicaran el Evangelio con pasión y alegría a través del testimonio cristiano y les instó a evitar a toda costa las tentaciones a las que se enfrentan muchos laicos.
Entre esas tentaciones, estaban el clericalismo, que es una plaga y os encierra en la sacristía, así como la competitividad y el arribismo eclesial, la rigidez y la negatividad, que sofoca lo específico de vuestra llamada a la santidad en el mundo de hoy.
No tengas miedo de golpear las calles, de entrar en cada rincón de la sociedad, de llegar a las afueras de la ciudad, de tocar las heridas de nuestra gente.
Esta es la iglesia de Dios, que se arremanga la camisa para salir al encuentro del otro sin juzgarlo ni condenarlo, sino más bien tenderle la mano para apoyarlo, animarlo o simplemente acompañarlo en su vida.
