Papa Francisco: Al leer las bienaventuranzas pueden entender este camino muy hermoso y seguro de felicidad que el Señor nos da
Las bienaventuranzas son un camino hacia la alegría y la verdadera felicidad trazada por Jesús para toda la humanidad, así lo indicó el Papa Francisco durante su audiencia general semanal en el salón Pablo VI.
Comenzando ahora con una nueva serie de charlas sobre las bienaventuranzas, el Papa Francisco dijo que hay más en las bienaventuranzas que sólo una alegría pasajera o un disfrute ocasional.
Las Bienaventuranzas: carnet de identidad del cristiano.
Es difícil no ser tocado por estas palabras, Contienen el´carnet de identidad de un cristiano porque delinean el rostro de Jesús mismo; su forma de vida.
Hay una diferencia entre el placer y la felicidad. La primera no asegura la segunda y a veces la pone en riesgo, mientras que la felicidad también puede vivir con el sufrimiento, lo cual ocurre a menudo.
Las bienaventuranzas: camino a la verdadera felicidad.
Como Dios que dio a Moisés y al pueblo de Israel los Diez Mandamientos en el Monte Sinaí, Jesús elige una ladera para enseñar una nueva ley: ser pobre, ser manso, ser misericordioso.
Sin embargo, estos nuevos mandamientos son más que un conjunto de reglas porque Cristo no se propuso imponer nada sino que eligió revelar el camino a la felicidad repitiendo la palabra "bienaventurado".
¿Qué significan las bienaventuranzas?
¿Pero qué significa la palabra "bievanturado"? La palabra griega original "makarios" no significa alguien que tiene el estómago lleno o que está bien, sino una persona que está en una condición de gracia, que progresa en la gracia de Dios y que progresa en el camino de Dios.
El Papa Francisco invitó a los fieles a leer las bienaventuranzas en su tiempo libre "para que puedan entender este camino muy hermoso y seguro de felicidad que el Señor nos da".
Para darse a sí mismo a nosotros, Dios a menudo elige caminos impensables, tal vez esos (caminos) de nuestras limitaciones, nuestras lágrimas, nuestras derrotas.
Esta es la alegría de la Pascua de la que hablan nuestros hermanos y hermanas ortodoxos sobre la Pascua; el que lleva los estigmas pero está vivo, que ha pasado por la muerte y ha experimentado el poder de Dios.