Recemos con el segundo día de la Novena a María Auxiliadora. El apodo de Auxiliadora se refiere específicamente a la ayuda que María da como gran intercesora
Novena a María Auxiliadora. Día 2: Rechazo al mundo, demonio y carne.
María Auxiliadora de los Cristianos, es uno de los numerosos nombres por los que los católicos hemos llegado a conocer y amar a la Virgen María. Auxiliadora se refiere específicamente a la ayuda que María da como poderosa intercesora, es decir, la que ora con Dios y para nosotros. Para el día 2 de la Novena a María Auxiliadora vamos a pedir su intercesión para que la Virgen nos ayude a librarnos de las trampas del mundo, del demonio y de la carne.
Virgen María Auxiliadora.
El título de "Auxiliadora" se ha aplicado a la Virgen María al menos desde el siglo IV. Debido a su cercanía a Cristo y su papel único en la realización del plan de Dios, todos los católicos tradicionalmente la hemos considerado un intercesora particularmente eficaz y activa en la Iglesia.
El título tal como lo conocemos ahora nació en 1571, cuando el Imperio Otomano se preparó para invadir Europa. Frente a esta amenaza, el Papa Pío V pidió a los católicos que oren por la intercesión de María. Los turcos fueron derrotados en la Batalla de Lepanto, llevando al Papa a aclamar a María como Nuestra Señora, Auxilio de los Cristianos.
Más adelante, el Papa Pío VII, fue encarcelado por Napoleón en 1808 y permaneció cautivo durante casi seis años. Después de su liberación, instituyó el 24 de mayo como la fiesta de María Auxiliadora en agradecimiento por su intercesión.
Novena a la Virgen María Auxiliadora.
En la segunda mitad del siglo XIX, San Juan Bosco tuvo una particular reverencia por este título, e hizo de María Auxiliadora, la patrona de su orden religiosa, los Salesianos. Aún hoy, muchos católicos llegan a conocer este nombre para María a través de la influencia de los padres salesianos. A través del segundo día de la Novena a María Auxiliadora, pedimos la gracia de poder vencer al mundo, al demonio y la carne.
1. Oraciones iniciales de la Novena.
Señal de la Cruz.
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acto de contrición.
Jesús, mi Señor y Redentor: Yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy, y me pesa de todo corazón, porque con ellos, ofendí a un Dios tan bueno. Propongo firmemente no volver a pecar, y confió en que, por tu infinita misericordia, me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna. Amén.
2. Oración Inicial de invocación.
Oh Dios Todopoderoso y Misericordioso, que en defensa del pueblo cristiano estableciste admirablemente en la Beatísima Virgen María un perpetuo auxilio; concédenos propicio, que fortalecidos con tal protección, luchando en esta vida podamos en la muerte, conseguir victoria del enemigo maligno. Por el mismo Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.
3. Oraciones de ofrecimiento.
Rezar tres Avemarías, un Gloria y la siguiente jaculatoria: "María Auxilio de los Cristianos, Ruega por nosotros".
4. Oración para el segundo día de la Novena.
¡Oh, María Santísima, Madre de bondad y de misericordia!, tú que siempre libraste al pueblo cristiano, con tu poderoso patrocinio, de los asaltos e insidias del enemigo, te suplicamos que protejas a nuestras almas de las acometidas del demonio, del mundo y de la carne, para que alcancemos completa victoria sobre los enemigos de nuestra salvación. Por el mismo Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.
Rezar tres Avemarías y un Gloria.
5. Invocación de la Novena a María Auxiliadora.
¡Oh María! Virgen poderosa, grande e ilustre defensora de la Iglesia. Singular Auxilio de los Cristianos, terrible como un ejército ordenado en batalla. Tú sola has triunfado en todas las herejías del mundo. ¡Oh Madre!, en nuestras angustias, en nuestras luchas, en nuestros apuros, líbranos del enemigo, y en la hora de nuestra muerte, llévanos al Paraíso. Amén.
6. Súplica a María Auxiliadora.
Necesitando un favor especial, y confiando en tu bondad, a Ti recurro, poderoso Auxilio de los Cristianos. Conocedor de las innumerables gracias que diariamente concedes a tus devotos, he puesto siempre en Ti toda mi confianza; y hoy, humildemente, postrado a tus plantas, te suplico, con todo el fervor de mi alma. Por la Salud y el Bienestar de todos los Sacerdotes del mundo, quienes entregan su vida y su tiempo de forma desmedida para llevar el Gran mensaje de Amor de tu amadísimo Hijo nuestro Señor Jesucristo. Ten misericordia de todos ellos. Además, concédeme la siguiente gracia que pido ahora...
Pida aquí la gracia que desea obtener.
Bien sé, Madre querida que yo no merezco nada; y aún temo que mis culpas sean un obstáculo a tu bondad. Más Tú puedes, dulcísima Señora, sacarme de este lastimoso estado y hacer que sirva con fidelidad a Ti y a tu divino Hijo, a fin de que yo también pueda experimentar la maravillosa eficacia de tu santo Auxilio. María, Auxiliadora de los Cristianos, Ruega por nosotros. Amén.
Novena a María Auxiliadora.
A continuación, todos y cada uno de los días de la Novena a la Santísima Virgen María Auxiliadora de los Cristianos.
- Primer día - Novena a María auxiliadora.
- Segundo día - Novena a María Auxiliadora.
- Tercer día - Novena a María Auxiliadora.
- Cuarto día - Novena a María Auxiliadora.
- Quinto día - Novena a María Auxiliadora.
- Sexto día - Novena a María Auxiliadora.
- Séptimo día - Novena a María Auxiliadora.
- Octavo día - Novena a María Auxiliadora.
- Noveno día - Novena a María Auxiliadora.
Invoquemos la poderosa fuerza de la Novena a María auxiliadora en este segundo día y pidamos a Dios la fuerza y la gracia de poder vencer todas las tentaciones que en el camino nos ponga el mundo, el demonio y la carne. María, auxilio de los Cristianos, estuvo presente junto a los apóstoles en Jerusalén en Pentecostés, en los comienzos de la Iglesia primitiva. Ella sigue siendo la protectora y la guía de la Iglesia a lo largo de los siglos. Pon tus intenciones en los comentarios y preséntalos a María auxilio de los Cristianos.