Este sitio web utiliza Cookies para mejorar la experiencia de usuario, además de mejorar la velocidad y la seguridad del sitio durante su visita. Estas cookies se utilizan para adaptar el contenido de la web a las preferencias del Usuario del Servicio y optimizar el uso del sitio, las cuales permiten que el dispositivo reconozca al usuario y muestre adecuadamente el servicio ofrecido, adaptada a sus necesidades individuales. Puede retirar su consentimiento u oponerse al procesamiento de datos basado en intereses legítimos en cualquier momento haciendo clic en "Configuración" o en nuestra Política de Cookies en este sitio web. Te invitamos a leer nuestra política de privacidad
FACEBOOK
TWITTER
WHATSAPP
TELEGRAM
Categoría: Celebración del día
Boletín diario del Evangelio de hoy por email

San Juan Cancio de Kety, siendo joven sacerdote, lo nombraron profesor de la universidad. Los ratos libres los dedicaba a visitar pobres y enfermos

San Juan Cancio de Kety. Sacerdote y maestro. Biografía y obra.

San Juan Cancio fue un sacerdote polaco, filósofo, escolástico, físico y teólogo que se hizo famoso por su gran generosidad y compasión hacia los pobres, especialmente hacia los estudiantes necesitados de la universidad. Subsistió en lo estrictamente necesario para mantener su vida, dando limosnas regularmente a los pobres. San Juan Cancio es el santo patrono de los maestros, profesores universitarios, estudiantes, sacerdotes y peregrinos.

 

Fiesta: 23 de diciembre.

 

San Juan Cancio sentía una afinidad especial hacia los estudiantes necesitados en la universidad, ayudando a cuidar sus necesidades espirituales, físicas y académicas. Ya sea en el aula o en el púlpito, todos lo conocían como un firme defensor de la fe y enemigo de los herejes. El mismo San Juan Pablo II tuvo una fuerte devoción hacia San Juan Cancio.

Biografía de San Juan Cancio.

A San Juan Cancio, cuando era estudiante, los compañeros le decían que el ayunar y dejar de comer carne era dañoso para la salud, y él les respondía que los antiguos monjes nunca comían carne y ayunaban muchas veces y llegaban hasta los ochenta años llenos de salud física y mental.

Un día, estando almorzando, vio pasar por frente a la puerta a un mendigo muy hambriento. Salió y le regaló su almuerzo. Sintió entonces una alegría tan grande al recordar que quien atiende al pobre, atiende a Cristo, que después, cuando sea profesor de la universidad, todos los días le dará un almuerzo a un pobre.

Cuando alguien le decía: "Ya viene el pobre", él añadía: "Ya viene Jesucristo", porque recordaba lo que dijo Jesús: "Yo les diré: tuve hambre y me dieron de comer. Porque todo favor que han hecho a cualquiera de estos mis humildes hermanos, yo lo recibo como si me lo hubieran hecho a Mí en persona" (Mateo 25, 40)

Siendo joven sacerdote, a San Juan Cancio lo nombraron profesor de la universidad. Pero otros sintieron envidia contra él por este cargo, e hicieron que lo nombraran como párroco de un pueblo lejano.

Allá se hizo querer tanto, que el día que lo trasladaron otra vez hacia la capital, centenares de feligreses lo acompañaron por varios kilómetros, dando grandes demostraciones de tristeza. Él se despidió de ellos con estas palabras: "La tristeza no es provechosa. Si algún bien les he hecho en estos años canten un himno de acción de gracias a Dios, pero vivan siempre alegres y contentos, que así lo quiere Dios".

Nuevamente, a San Juan Cancio lo nombraron profesor de la Universidad de Cracovia (que es la segunda ciudad de Polonia) y durante muchos años dio allí la clase de Sagrada Escritura o explicación de la Santa Biblia. Su fama llegó a ser sumamente grande.

Los ratos libres los dedicaba a visitar pobres y enfermos. Lo que ganaba estaba a disposición de los pobres de la ciudad, que muchas veces lo dejaron en la ruina. En las discusiones repetía lo que decía San Agustín de Hipona: "Combatimos el pecado, pero amamos al pecador. Atacamos el error, pero no queremos violencia contra nadie, la violencia siempre hace daño, en cambio, la paciencia y la bondad abren las puertas de los corazones".

Cuando San Juan Cancio predicaba acerca del pecado, lloraba al recordar la ingratitud de los pecadores hacia Dios, y la gente al verlo llorar se conmovía y cambiaba de conducta. A sus alumnos les repetía estos consejos: "Cuídense de ofender, que después es difícil hacer olvidar la ofensa. Eviten murmurar, porque después resulta muy difícil devolver la fama que se ha quitado".

Sus alumnos y sus beneficiados recordaron con gratitud su nombre por muchos años. Fueron centenares los sacerdotes formados espiritualmente por él. La gente lo llamaba: "el padre de los pobres".

Muerte de San Juan Cancio.

Sintiendo que llegaba la muerte y siendo ya muy anciano, San Juan Cancio dejó todas las demás actividades y se dedicó únicamente a prepararse bien antes de morir. Y el 24 de diciembre de 1473, rodeado por sus muy amados profesores de la universidad, después de recibir los santos sacramentos, murió santamente.

En su sepulcro se obraron tantos milagros y por su intercesión se consiguieron tan admirables favores, que el sumo pontífice lo declaró santo. También en las universidades se producen santos. Como ejemplo San Juan Cancio. Que él ruegue siempre a Dios por todos los alumnos y profesores de todas las universidades del mundo. Amén.

Santos de la semana

Adaptación, contenido agregado y edición: Qriswell Quero, PildorasdeFe.net | Con información extraída de: EWTN.com
Biografía de Santos - Celebraciones y Fiestas de la Iglesia

pildorasdefe qriswell quero firma autorQriswell Quero, Venezolano, esposo y padre de familia, servidor, ingeniero y misionero de la fe. Comprometido con el anuncio del Evangelio. Creyente sólido de que siempre existen nuevos comienzos. Quien a Dios tiene nada lo detiene.

Contenido publicado en Píldoras de fe - Para compartir de forma correcta este contenido use los botones de compartir en redes sociales disponibles para ello. Lea nuestro aviso para cualquier otra información: Términos legales - Pildorasdefe.net
Boletín diario del Evangelio de hoy por email
Apoya esta misión


Si crees que este apostolado ha sido de bendición para tu vida, y si está en tus posibilidades hacer una ofrenda voluntaria, de modo que sigamos llevando de forma gratuita esta buena obra, puedes hacerla a continuación.

Recursos de Utilidad