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Categoría: Testimonios

Les hago saber las graves consecuencias de no esperar hasta el matrimonio. Les cuento mi historia con el deseo de que sean luz para ustedes

Esperar hasta el matrimonio para tener intimidad con tu pareja puede parecer una costumbre anticuada, pero te sorprenderá saber que la abstinencia se sigue practicando hoy en día. Según numerosos estudios, concuerdan que, alrededor del 3% por ciento de la población de Estados Unidos, esperan hasta que se casan para tener intimidad.

A menudo estas personas son consideradas como anomalías por el otro 97%. Infunden toneladas y toneladas de mitos o ideas falsas sobre aquellos a los que han elegido el celibato temporal y voluntario. Algunos de los mitos más grandes, es creer que las personas "normales", "inteligentes" y "atractivas" (según el mundo moderno) no esperan para tener intimidad con su pareja, o que los que se abstienen son seres asexuales o tienen un "impulso sexual inferior a lo normal".

Hoy, vamos a traerte una historia extraída del Blog La Opción V, que trata un poco sobre la experiencia de una chica sobre el hecho de no esperar hasta el matrimonio. Y al final podrás leer los estudios científicos que hablan sobre este tema.

El NO esperar hasta el matrimonio.

Quiero contarles mi historia con el deseo de que las lecciones que aprendí no solo me sirvan a mí, sino que sean luz para ustedes. Tengan en cuenta las graves consecuencias de no esperar hasta el matrimonio y todo lo que esto puede dejar. Espero que los cuestione, que los mueva, que los anime a dejar aquello que tengan que dejar y que los motive a buscar lo grande.

Hace ya unos años había comenzado una relación. ¡Ah! ¡Yo estaba tan ilusionada! Lo admiraba, lo quería tanto, lo amaba y pensaba que siempre estaríamos juntos porque habíamos afrontado muchas dificultades a lo largo de nuestra historia de amor.

El tiempo fue pasando y yo me iba cuestionando sobre la importancia de la virginidad y el esperar hasta el matrimonio.

Empecé a pensar que era suficiente amar a una persona y el deseo de querer compartir algo tan grande e importante con alguien muy especial para mí. Fue así que le entregué todo a este chico.

Además, sutilmente él me persuadía, hacía que cuestionara mis anhelos, me convenció de que querer esperar a mi esposo era una locura, que si dos personas se amaban era suficiente.

Me decía que parecía un borrego siguiendo lo que me decían en la iglesia, que no cuestionaba si eso estaba bien o no, que me habían "lavado el cerebro", que "hacer el amor" no podía ser algo impuro si nos amábamos, que pensara por mí misma.

Renunciando a Dios.

Sin darme cuenta él era el que me estaba "lavando el cerebro", me estaba llevando como oveja al matadero. Dejé de pensar por mí misma y terminé pensando como él, sin cuestionar sus ideas porque lo amaba, porque confiaba en él y en lo que él me decía.

Por escucharlo a él terminé renunciando a mis ideales, renunciando a Dios como el centro de mi vida, había dejado que ese chico ateo al que amaba cuestionara mi fe y finalmente se burlara de mí.

Convencida de que no había nada de malo si nos amábamos, no percibía la entrega sexual como algo impuro.

Para mí éramos dos almas uniéndonos profundamente, y qué mayor amor que la unión sexual, una experiencia hermosa, que trasciende y que merece ser compartida solo con quien ames y te ame de verdad, no mientras dure, sino PARA TODA LA VIDA.

Poco a poco la "belleza de esa unión" se fue desvaneciendo. Una parte de mí lo notaba y me destrozaba el alma, pero no quería aceptarlo. No sabía cómo pararlo, cómo cambiarlo. Se fue el respeto, no había entrega, no había amor.

Pasó de ser algo hermoso a perder el significado de esa entrega, de esa unión ya ni siquiera era unión, se volvió simplemente un complacer sus deseos y los míos. Eso trajo vacíos, peleas y finalmente ese amor murió.

Hubo además otras consecuencias. Producto de las relaciones sexuales mi salud se complicó y tuve que pasar consultas médicas y tratamientos sola, casi en secreto.

Me moría de miedo, tenía tantas dudas, temía no poder tener hijos, lloraba de dolor, pero más que el dolor físico, lloraba por el dolor de hallarme sola enfrentando eso.

En esos momentos deseaba haber esperado a mi esposo, porque probablemente con él habría ocurrido lo mismo con mi cuerpo, pero la diferencia sería que estaría acompañada por él enfrentando eso, sería verdaderamente amada por ese hombre en la adversidad de ese momento, él habría sido mi soporte, mi compañía.

"Fue entonces que entendí que mis ideales habían sido una locura o un imposible"

Yo quería ser amada por un hombre que pudiese sacrificarse por mi bien, que estuviese dispuesto a esperar hasta el matrimonio, que entendiese la belleza de esa unión, que supiese que es para siempre, que estuviese comprometido a estar juntos en las adversidades, porque es entonces cuando más se necesitan dos personas y cuando más amor se pueden mostrar.

El comienzo de la restauración

Quería ser amada por un hombre que respetara mis creencias, pero sobretodo que las compartiera, que me elevara a Dios siempre y que Él fuera lo más importante y hermoso que pudiéramos compartir en nuestra relación.

El 25 de junio del 2012, por pimera vez, puse en oración a mi futuro esposo. Prometí esperarlo y le pedí a Dios que él también lo hiciera.

Meses después tuve la confesión más hermosa de mi vida:

"Dios te ha dado una hoja en blanco, para que escribas una nueva historia, en la que el amor verdadero es posible para ti".

Supe que podía recuperar todo lo que había perdido.

Hoy, esos han vuelto a ser mis ideales. Desde mi dolorosa experiencia les digo que no duden jamás en tener ideales altos para encontrar y construir un amor verdadero.

¡Háganse respetar y no dejen que nadie, especialmente la persona a la que aman, trate de rebajar esos ideales! Si permiten eso podrían llegar a tener graves consencuencias.

Y tú no te conformes con menos que eso, porque Dios no quiere menos que eso para quienes están llamados al matrimonio.

Cada uno recibe lo pide, y quien realmente te aprecie y quiera tu compañía sabrá respetar lo que le pidas, porque querrá algo duradero. Cuando uno ama de verdad hace cualquier sacrificio y lo que sea necesario para no dañar a quien ama.

Estudios demuestran que ESPERAR construye relaciones más fuertes.

Podría ser común que las parejas de hoy en día tengan intimidad antes del matrimonio, pero estudios recientes demuestran que las parejas que esperan a tener intimidad hasta el matrimonio son más felices y tienen relaciones más fuertes que las parejas que tienen relaciones sexuales antes de sus votos.

Es más, las parejas que retrasan la intimidad hasta la noche de bodas tienen matrimonios más estables y más felices que las parejas que tienen intimidad premarital, según el estudio, que aparece en la revista Journal of Family Psychology.

  • Referencia: Dean M. Busby, Jason S. Carroll, Brian J. Willoughby. Compatibility or restraint? The effects of sexual timing on marriage relationships.Journal of Family Psychology, 2010; 24 (6): 766 DOI: 10.1037/a0021690

El estudio involucró a 2.035 participantes casados en una evaluación en línea del matrimonio llamada "RELATE". Según el estudio, las personas que esperaron hasta el matrimonio:

  • Calificaron la calidad sexual un 15% más alto que las personas que tuvieron sexo prematrimonial.
  • Calificaron la estabilidad de la relación como un 22% más alta.
  • Calificaron la satisfacción con sus relaciones un 20% más alto.

Los beneficios para las parejas que NO habían esperado hasta el matrimonio para tener intimidad, eran aproximadamente la mitad de fuertes para las parejas que se volvían sexualmente activas más tarde en sus relaciones pero antes del matrimonio.

"La mayoría de las investigaciones sobre el tema se centran en las experiencias de los individuos y no en el momento de la relación", afirmó el autor del estudio, el Dr. Dean Busby, profesor de la Facultad de vida familiar de la Universidad Brigham Young. "Hay más en una relación que la intimidad sexual, pero encontramos que los que esperaban más tiempo eran más felices con los aspectos sexuales de su relación".

"Puede ser que las parejas reporten mayor satisfacción y calidad sexual si han esperado porque el tiempo extra les da más tiempo para aprender sobre el otro y desarrollar las habilidades necesarias para las buenas relaciones", indicó el Dr. Busby.

El doctor Mark Regnerus, de la Universidad de Texas, que no participó en el estudio, dice que todo esto sugiere que, las parejas que "dan prioridad al sexo desde el principio de una relación, a menudo encuentran que sus relaciones están poco desarrolladas en lo que respecta a las cualidades que hacen que las relaciones sean estables y que los cónyuges sean fiables y dignos de confianza".

El doctor Regnerus, es el autor de un próximo libro titulado "Sexo prematrimonial en América", publicado por Oxford University Press.

La religión y la castidad.

Busby y sus colegas controlaron la influencia de la participación religiosa en su análisis porque a menudo juega un papel en cuando las parejas deciden iniciar el sexo.

"Independientemente de la religiosidad, la espera ayuda a la relación a formar mejores procesos de comunicación, y estos ayudan a mejorar la estabilidad a largo plazo y la satisfacción de la relación", dice Busby.

El estudio dice que el 21% de los encuestados eran católicos, el 39% protestantes, el 6% mormones, el 17% miembros de "otra religión" y el 17% no indicaron ninguna afiliación religiosa.

Algunos autores escriben que, la intimidad sexual en las primeras etapas del noviazgo, es a veces vista como una parte importante para probar la compatibilidad, y determinar si una relación funcionaría más tarde.

Pero los investigadores y estudios recientes han confirmado que sus hallazgos son una clara evidencia de que, "cuanto más tiempo esperaban las parejas para involucrarse sexualmente, mejor era la calidad sexual, la comunicación en la relación, la satisfacción en la relación y la estabilidad percibida de la relación en el matrimonio." Esperar hasta el matrimonio es lo más conveniente.

Adaptación y contenido agregado: Qriswell Quero, PildorasdeFe.net | Con información de extraída de: La Opción V

pildorasdefe qriswell quero firma autorQriswell Quero, Venezolano, esposo y padre de familia, servidor, ingeniero y misionero de la fe. Comprometido con el anuncio del Evangelio. Creyente sólido de que siempre existen nuevos comienzos. Quien a Dios tiene nada lo detiene.

Contenido publicado originalmente en Píldoras de fe, bajo el Link: https://www.pildorasdefe.net/testimonios/consecuencias-de-no-esperar-hasta-el-matrimonio - Puede copiar esta información en su Blog citando siempre la referencia a esta fuente consultada. Para compartir en sus redes sociales, utilice los botones compartir. Conozca términos legales - Pildorasdefe.net
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