El matrimonio llama a un compromiso más profundo entre marido y mujer. Aquí tienes buenasrazones por las que hay que pedir permiso al esposo
Muchos pensarán que es un error pedirle permiso al esposo para ciertas cosas; pero voy a contarles aglo. Una amiga me pidió una vez que saliéramos juntas una noche y yo naturalmente contesté a como usualmente lo hago a este tipo de invitaciones:
- "¡Me encantaría! Déjame preguntarle primero a Dave y luego te dejo saber "
Mi amiga puso los ojos en blanco y sonriendo de forma irónica contestó:
- "¿En serio? ¿Necesitas pedirle permiso a tu esposo? Uff. Mi esposo y yo nunca nos pedimos permiso. Yo hago mis cosas. Él hace las suyas".
No podía creer que ella había dicho eso. ¿Por qué iba a ser esto un problema?
Seguro. Hay ocasiones en las que honestamente no quiero pedirle permiso a Dave pero lo hago de igual manera porque ÉL ES MI ESPOSO. Lo amo. Somos uno. Nuestras vidas son interdependientes. Por lo tanto, cada decisión personal que tomamos trae inmediatamente consecuencias conjuntas.
No es que nos pidamos permiso para cosas menores como qué ropa ponernos o que comer, sino que siempre nos hemos consultado mutuamente acerca de casi cualquier cosa. Y eso me gusta. Eso funciona para nosotros.
A pesar de mi opinión y mis sentimientos acerca del asunto, la respuesta de mi amiga me dejó pensando... ¿Es esto normal o es raro que le pregunte a mi esposo antes de agendar eventos o de hacer cambios mayores en mi estilo de vida?
5 razones por las que le pido permiso a mi esposo.
Honestamente no lo sé. Pero sí sé que mi esposo y yo tenemos un mejor matrimonio gracias a esto y aquí les explico el porqué:
1. Pedir permiso es una muestra de respeto.
Cuando Dave me pregunta si puede ir a algún lugar o si puede hacer algo, me siento amada y respetada. Estamos casados después de todo. ¿Por qué no consultarnos mutuamente antes de agendar un evento, aplicar a un nuevo trabajo o mudarnos?
Estas cosas nos afectan a AMBOS de manera que necesitamos discutirlas por respeto a la otra persona.
2. Pedir permiso en el matrimonio Garantiza menos conflictos.
La frase "simplemente hazlo y luego pides disculpas" no funciona en el matrimonio. Debemos consultarnos mutuamente antes para que no haya necesidad de discutir al respecto luego.
Cuando desde antemano decidimos conjuntamente, no importa cuál sea el resultado, podemos permanecer unidos y evitar señalar con el dedo luego.
3. Ambos nos sentimos empoderados.
Algunos pueden decir que pedir permiso crea un matrimonio que parece más una relación padre-hijo pero ese no es el caso cuando AMBOS piden permiso. Por favor permítanme ser muy clara acá.
NO es saludable o incluso aceptable cuando sólo una persona en la pareja pide permiso y la otra hace lo que le place y viene y va cuando quiere. Esto es manipulador y anti-amoroso y puede llevar a un comportamiento abusivo.
Cuando vamos a consultar una decisión con nuestra pareja, ambos terminamos empoderados. No significa que no pudimos haber tomado esa decisión particular por nosotros mismos, sino que simplemente no quisimos.
Amamos y respetamos a nuestra pareja lo suficiente como para buscar su guía y expresarles nuestro deseo de tomar una decisión colectiva.
Habrá momentos en los que marido y mujer se encontrarán en una encrucijada cuando se trate de tomar alguna decisión. En este caso, la Biblia nos dice que el esposo debe decidir (Efesios 5,22-33).
4. Tomamos mejores decisiones.
Cuando consultamos a nuestra pareja antes de tomar una decisión como si salir con las amigas, ir a ver un juego con los amigos, tomar otro trabajo, cambiar empleos, escoger el horario para ir al gimnasio, cambiar de guardería, regresar a estudiar, participar en la junta de padres en el colegio de sus hijos, etc., conocemos mejor la perspectiva y la posición del otro y podemos tomar una decisión más informada. Nos ayudamos mutuamente a sopesar los pros y los contras y así decidir si algo es beneficioso o si es el mejor momento para hacer algo.
Claro, algunos escenarios de los que he descrito son decisiones más importantes que otros, pero todos son lo suficientemente importantes para discutirlos como pareja.
5. Nos mantiene comprometidos en la vida del otro.
Tristemente, escucho muy a menudo de parejas casadas que se sienten solos y aislados. Algunos se han convertidos solamente en compañeros de cuarto viviendo vidas separadas como barcos que se cruzan por las noches en el mar.
Se despiertan, se saludan, van al trabajo sin llamarse o enviarse siquiera un mensaje de texto durante el día, llegan a casa, llevan a los niños a donde necesitan, cenan sin dirigirse una palabra o incluso en lugares separados, tal vez se reúnen con un amigo o centran su atención en los niños durante la noche, dicen "buenas noches" y van a la cama, en dos mundos diferentes, a miles de kilómetros de distancia.
¿Qué sucedió? Dejaron de comprometerse en los "momentos diarios". Dejaron de hablarse. Dejaron de intentar. Asumieron que podían hacerlo todo solos y así lo hicieron.
¿Para qué estar casado si quiere hacer todo por tu cuenta?
Debemos saber y ser parte de todo lo que sucede en la vida de nuestra pareja. Esto mantiene viva la llama. No es por casualidad que llamamos a la etapa previa a nuestro matrimonio "Compromiso".
Cuando estamos comprometidos, planeamos nuestra boda, soñamos con el futuro, pasamos cada momento juntos y nos entusiasma lo que Dios nos depara.
Esa etapa no debería terminar nunca. El matrimonio llama a un compromiso más profundo entre marido y mujer y el pedir permiso es interesarnos por la opinión del otro es una parte importante del permanecer conectados.
