San Dionisio, conocido como San Dionisio Areopagita, fue discípulo del Apóstol San Pablo: Obispo de Atenas y predicador de la jerarquía de los Ángeles
San Dionisio Areopagita: Predicador de la Jerarquía Angelical.
San Dionisio Areopagita, fue un hombre pagano convertido al cristianismo por una predicación realizada por el mismo Apóstol San Pablo, en Atenas. Él llevó a la fe más allá del oeste, fijando su sede en París. Fue un filósofo muy culto de Grecia y uno de líderes de la ciudad de Atenas, un consejero, o como dirían algunos, uno de los cabecillas del Senado ateniense. En su total conversión realizó un estudio angelical y se convirtió en predicador de la Jerarquía de los Ángeles.
Fiesta: 3 de octubre.
Martirologio Romano: Conmemoración de san Dionisio Areopagita, quien, habiéndose hecho cristiano al escuchar la predicación del apóstol san Pablo hablando ante el Areópago, llegó a convertirse en el primer obispo de Atenas.
Biografía de San Dionisio Areopagita.
San Dionisio Areopagita nació en el año 9 de la era cristiana, y según cuenta la tradición, había viajado a Heliópolis en Egipto para aprender matemáticas y astrología. Allí observaría, por sí mismo, aquel eclipse de Sol contrario a todas las leyes de la naturaleza, que se produjo a raíz de la muerte del Hijo de Dios en la Cruz
Sus maestros no podían explicarle esto a él de otro modo, sino como un signo de los cambios en las cosas divinas. En sus cartas a San Policarpo él mismo diría que el astrólogo cuestionó que él había respondido más bien por inspiración divina que por cualquier conocimiento natural. Y él mismo clamó:
"O bien el Dios de la naturaleza está sufriendo, o todo el mecanismo del mundo va a ser destruido para volver a su estado antiguo del caos".
La conversión de San Dionisio.
Con este evento y las dudas en su razón y corazón, San Dionisio Areopagita ya estaba siendo preparado para su conversión veinte años más tarde, relacionado en el Libro de los Hechos de los Apóstoles, capítulo diecisiete, de San Lucas.
"Al oír las palabras "resurrección de los muertos", unos se burlaban y otros decían: "Otro día te oiremos hablar sobre esto". Así fue cómo Pablo se alejó de ellos. Sin embargo, algunos lo siguieron y abrazaron la fe. Entre ellos, estaban Dionisio el Areopagita, una mujer llamada Dámaris y algunos otros". (Hechos 17,32-34)
Así entonces, cuando el Apóstol San Pablo predicó en el lugar de la colina de Ares (Hechos 17:16-34), San Dionisio Areopagita aceptó su proclamación salvadora y se convirtió en cristiano. Según lo que narra la tradición, durante tres años, San Dionisio permaneció como compañero del santo apóstol Pablo en la predicación de la Palabra de Dios.
A través de San Pablo, se estableció la sede de Atenas, con San Dionisio como su primer obispo, y esta congregación, la cual él extendería a través de toda la región, se convirtió en una de las más importantes de Grecia.
San Dionisio Areopagita y la Santísima Virgen.
San Dionisio Areopagita, lleno del Espíritu de Dios, quiso conocer toda la vida de nuestro Señor Jesucristo, conocer a los apóstoles, los milagros y obras de Jesús en los distintos pueblos. Sintió también un deseo ardiente por conocer a la Madre de Dios, la Virgen María, por lo que se dispuso a dejar Atenas por un tiempo para ir a Jerusalén a conocerla.
Al respecto de esta visita, San Dionisio Areopagita escribió maravillado al Apóstol San Pablo una de las expresiones más bellas que en toda mi vida he podido encontrar sobre la Santísima Virgen María.
"Testifico por Dios, que aparte del propio Dios, no hay nada más lleno de tal poder y gracia divina. Nadie puede comprender plenamente lo que vi. Confieso ante Dios: cuando estaba con Juan, que ella brillaba entre los Apóstoles como el sol en el cielo. Cuando fui llevado ante el rostro de la Santísima Virgen, experimenté una sensación que no se puede expresar. Ante mí brillaba una especie de resplandor divino que traspasaba mi espíritu. Percibí la fragancia de indescriptibles aromas y me llené de tal deleite que mi cuerpo colapsó y me desmayé, y mi espíritu apenas pudo soportar estos signos y marcas de eterna majestad y poder celestial. La gracia de ella abrumó mi corazón y sacudió mi espíritu. Si no tuviera en mente su instrucción, la habría confundido con el mismísimo Dios. Es imposible estar ante una bendición mayor que la que yo he visto". (San Dionisio)
San Dionisio Areopagita hizo varios viajes fuera de Grecia. También estuvo presente cuando los Apóstoles estaban reunidos en la Dormición y gloriosa Asunción de la Madre de Dios (Theotokos). Él escribió acerca de ella, y se convirtió en un amigo de San Juan, su tutor. Mantuvo correspondencia con San Timoteo, San Tito, San Policarpo y otros de los sucesores de los apóstoles.
Parece que fue después de una conversación que sostuvo con San Juan el Apóstol, que San Dionisio Areopagita decidió ir a Occidente para predicar a los idólatras de esa región. Él dejó a San Publio como su sucesor en Atenas, y partió hacia Roma con Eleuterio y Rústico. El Papa San Clemente de Roma confirmó este viaje, y añadió diez sacerdotes más al grupo.
El martirio de San Dionisio.
A través de San Dionisio y sus discípulos, a quienes él envió a evangelizar a varios distritos, se establecieron sedes en Rouen, Chartres, Evreux, Verdun, y Beauvais. Junto con sus dos compañeros originales, Eleuterio y Rústico, San Dionisio se fue a París, donde construyó cuatro oratorios.
El primer cristiano bautizado, quien los recibió en su casa, fue decapitado, denunciado por su propia esposa pagana, a un oficial romano, haciéndole ver como cómplice de sus tres invitados. Los tres misioneros fueron encarcelados y encadenados, sometidos a crueles torturas para que desistieran de su ministerio, pero mientras más los azotaban, más bendecían al Señor por permitirles sufrir en su Santo Nombre.
Otros tormentos fueron ideados, pero el obispo y sus discípulos conservaron la fe en Dios. En este momento, San Dionisio contaba con alrededor de 100 años de edad. Según la tradición, durante esa noche, San Dionisio celebró la Divina Liturgia con los ángeles del Señor, hasta que, llegado el amanecer, los mártires fueron decapitados. Según una antigua tradición, algunos dicen que el propio San Dionisio tomó su cabeza, caminó hasta la iglesia y allí cayó muerto.
Un gran grupo de cristianos, seguidores de estos grandes mártires, lloraron en esta ocasión. Al igual que otros muchos en la ciudad y en toda la región, también fueron masacrados muchos cristianos, quienes con gran acto de valor conservaban su fe hasta el final. La esposa del primer cristiano parisino y mártir, al final, se arrepintió de lo que hizo y se convirtió, para luego morir junto con los demás cristianos.
Los Coros de Ángeles según San Dionisio.
Los escritos de San Dionisio Areopagita tienen un gran significado para la Iglesia. Cuatro de sus libros han sobrevivido hasta nuestros días:
- Sobre la Jerarquía Celestial
- Sobre la Jerarquía Eclesiástica
- Sobre los nombres de Dios
- Sobre la Teología Mística
Adicional a esto, también hay diez cartas escritas a varias personas que aún se conservan.
En el libro: "Jerarquía Celestial" se presume que San Dionisio lo escribió mientras estaba predicando por alguno de los países de Europa Occidental. En él, habla acerca de la enseñanza cristiana sobre el mundo angélico. La jerarquía angelical, según San Dionisio, comprende los nueve coros angelicales:
- Querubines: las figuras que Dios manda adornar el arca (Éxodo 25,18) y el templo de salomón (1 Reyes 6,29-39)
- Serafines: los que arden con el amor (Isaías 6,2-6) y guardan la entrada al paraíso (Génesis 3,24)
- Tronos: Colosense 1,16
- Dominaciones: Efesios 1,21; Colosenses 1,16.
- Potestades: 1 Corintios 15,24; Efesios 1,21
- Virtudes: Romanos 8,38; 1 Colosenses 15,24
- Principados: Romanos 8,38; 1 Colosenses 15,24
- Arcángeles: Miguel, Gabriel y Rafael, protectores y mensajeros de Dios. Aunque conocemos que son 7 en total, (Libro de Tobías) no conocemos el nombre de los otros 4.
- Ángeles: Los que nos custodian, ángeles de la guarda.
El propósito de la Jerarquía Angelical divinamente establecida es el ascenso hacia la santidad a través de la purificación, la iluminación y la perfección. La Iglesia aún no ha tenido una definición exacta sobre la jerarquía entre cada uno de los Coros de Ángeles, es decir, no es dogma de fe conocer el orden y el rango de cada uno de ellos.
Oración a San Dionisio Areopagita.
Oh Señor, que concediste la gracia a tu siervo San Dionisio Areopagita, de conocer a la Santísima Virgen María y de estar entre tus queridos apóstoles, ayúdanos en nuestro camino de fe. Que podamos tener un verdadero encuentro personal con Cristo para llenarnos de su amor y predicar su misericordia en todo nuestro entorno. Oh San Dionisio, Tú que predicaste sobre la Jerarquía de los Ángeles, llévanos al conocimiento de la verdadera fe y ruega por nosotros junto a los Santos Ángeles del Cielo. Por el mismo Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Recursos sobre los Ángeles.
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