Este sitio web utiliza Cookies para mejorar la experiencia de usuario, además de mejorar la velocidad y la seguridad del sitio durante su visita. Estas cookies se utilizan para adaptar el contenido de la web a las preferencias del Usuario del Servicio y optimizar el uso del sitio, las cuales permiten que el dispositivo reconozca al usuario y muestre adecuadamente el servicio ofrecido, adaptada a sus necesidades individuales. Puede retirar su consentimiento u oponerse al procesamiento de datos basado en intereses legítimos en cualquier momento haciendo clic en "Configuración" o en nuestra Política de Cookies en este sitio web. Te invitamos a leer nuestra política de privacidad
FACEBOOK
TWITTER
WHATSAPP
TELEGRAM
Categoría: Matrimonio y noviazgo

Debes mirar a tu cónyuge como alguien que Dios creó especialmente para ti. A través de los ojos de Dios podrás amar más a tu pareja

Mira a tu cónyuge a través de los ojos de Dios.

Hace muchos años, mi esposa y yo estuvimos una al lado del otro frente al altar del Señor, prometiendo amarnos y honrarnos el uno al otro "hasta que la muerte nos separe". Les aseguro que yo no tenía ni idea de en qué me estaba metiendo. Ese "prometo serte fiel" no la entendía completamente, pensaba que solo se refería a algo físico.

Había hecho (y roto) promesas antes, y debo admitirlo: esos votos eran poco más que las palabras que tenía que decir si quería casarme. Estaba repitiendo lo que debía repetir en el altar. Mi mente estaba centrada solo en la parte divertida de la boda que estaba por venir. El beso y la luna de miel...

No es que tuviera la intención de tomar mis votos a la ligera. Comprendí que el matrimonio era algo sagrado y tenía la intención de mantener mi parte del trato. Después de todo, yo estaba enamorado de mi esposa hasta lo más profundo. Pero el concepto de Dios uniendo sobrenaturalmente nuestros corazones y almas en alianza, les confieso que fue extraño para mí.

Dios fue quien nos unió en matrimonio

Por mucho que nos amamos, nunca se me ocurrió que Dios fue quien nos unió. A los ojos de Dios, nuestra historia fue mucho más significativa que dos niños pequeños que se enamoraron y decidieron engancharse.

La Escritura nos enseña que Dios está íntimamente involucrado en nuestras vidas. La historia de Adán y Eva nos muestra que nuestro compañero es alguien creado por Dios específicamente con nosotros en mente.

Dios formó a Adán y Eva para construir un matrimonio feliz, una relación de amor para toda la vida, caminar juntos de la mano en el jardín, mantenerse mutuamente abrigados por la noche, resolver problemas cuando no estaban de acuerdo, crecer en amor y aprender a navegar la vida juntos como una pareja casada.

Dios trajo a mi esposa a mi vida con el mismo propósito. Ella fue creada para mí. Yo fui creado para ella. Dios nos imaginó como una pareja mucho antes de que nos conociéramos.

Dios sabía exactamente lo que yo necesitaba en una compañera de vida. Él creó a mi esposa con los dones, talentos y atributos que yo más necesitaba en una esposa. Él me creó a mí además para satisfacer las necesidades de ella también y entregarme por ella.

Dios nos unió y empujó nuestra relación para lograr las metas que ninguno de nosotros estaba preparado para lograr por nuestra cuenta. Cuando nos paramos ante Él en el altar, Él unió de manera sobrenatural nuestros corazones y nuestras vidas en la sagrada alianza del matrimonio.

Ahora puedo verlo con mayotr claridad. Pero mirando hacia atrás, veo lo poco preparados que estábamos, lo inmaduros que éramos y lo poco que entendíamos sobre lo que nos estábamos metiendo. Apenas sobrevivimos esos primeros años.

Mira a tu cónyuge con los ojos de Dios.

Pero esto es lo que sé: si hubiera visto a mi esposa como alguien que Dios creó especialmente para mí, nunca la habría faltado al respeto tan a menudo como lo hice en nuestros primeros años juntos. Nunca la hubiera tomado por sentado. La habría amado más, la habría tratado mejor y habría sido más paciente, considerado y tierno.

Hubiera escuchado mejor y hubiera trabajado más para satisfacer las necesidades de mi esposa y todos sus anhelos. La habría apreciado, nutrido, alentado, atesorado y ayudado a convertirme en lo que Dios quería que fuera.

Si hubiera visto nuestra relación desde la perspectiva de Dios, la diferencia habría sido asombrosa. Hoy, te desafío a mirar a tu esposa, tu cónyuge, a tu pareja, a través de los ojos del Dios que te unió por una razón.

Recursos sobre el matrimonio.

Adaptación y contenido agregado: Qriswell Quero, PildorasdeFe.net | Con información de extraída de: Marriage Today

pildorasdefe qriswell quero firma autorQriswell Quero, Venezolano, esposo y padre de familia, servidor, ingeniero y misionero de la fe. Comprometido con el anuncio del Evangelio. Creyente sólido de que siempre existen nuevos comienzos. Quien a Dios tiene nada lo detiene.

Contenido publicado originalmente en Píldoras de fe, bajo el Link: https://www.pildorasdefe.net/amor/familia/mira-a-tu-conyuge-a-traves-de-los-ojos-de-dios - Puede copiar esta información en su Blog citando siempre la referencia a esta fuente consultada. Para compartir en sus redes sociales, utilice los botones compartir. Conozca términos legales - Pildorasdefe.net
Apoya esta misión


Si crees que este apostolado ha sido de bendición para tu vida, y si está en tus posibilidades hacer una ofrenda voluntaria, de modo que sigamos llevando de forma gratuita esta buena obra, puedes hacerla a continuación.

Recursos de Utilidad

Categoría:

Matrimonio y noviazgo

Como perdonar la infidelidad del Conyuge

Perdonar la infidelidad del Cónyuge es un acto que puede ser inmediato, pero la recuperación es un proceso de sanación interior que puede ser largo o corto