Dios se ocupa de ustedes, depositen en ÉL todas sus preocupaciones

Siempre podemos acudir con confianza a nuestro Padre y entregarle en sus manos consoladoras y sanadoras, nuestros corazones abrumados. De hecho, el mismo San Pedro nos lo recuerda en su carta: "Depositen en Dios todas sus preocupaciones, Él se ocupa de ustedes" (1 Pedro 5.7) ¿Qué significa esta promesa para nosotros?

Depositar en Dios las preocupaciones.

Aunque los días difíciles no son nada agradables para ninguno de nosotros, pueden llegar a convertirse en un medio de fortaleza para nuestro espíritu. Las pruebas y las tentaciones son las que, por llamarlo así, nos van puliendo y redefinen nuestro carácter. Nuestro modo de enfrentar estos retos nos convierte en personas que Dios puede utilizar para ejercer una influencia en el mundo y en los corazones de otros. Es por ello esa invitación que nos hace San Pedro a depositar en Dios las preocupaciones.

Puede que el día de hoy tengamos un día difícil, pero tenemos la certeza de un Dios que acompaña, un Dios que camina a nuestro lado, un Dios que nos va preparando para una llamada increíble y, como dice el salmista, siempre está dispuesto a "librarnos de todas nuestras angustias" (Cfr. Salmo 34,18).

Confiar en Dios.

Cuando veas el futuro con temor, recuérdate a ti mismo cómo Dios ha sido fiel en el pasado con aquellos que pusieron su confianza en Él y depositaron sus preocupaciones. Él siempre nos ha provisto algo para mirar cuando surgen nuevos desafíos. En lugar de confiar en los cambios terrenales, confía en el carácter de Dios. Confía en el hecho de que Él es tanto el principio como el fin de todo, el proveedor de todas las cosas buenas y el sustentador de los que le siguen.

Entregar a Dios las preocupaciones.

Cuando Dios se ofrece a llevar todas nuestras cargas e inquietudes (1 Pedro 5,7), realmente quiere decir que podemos llevar cualquier cosa. Él nunca nos dará algo más grande de lo que podamos soportar. Así que, miremos hacia arriba: Mira al rostro de Cristo, Mira su Sagrado Corazón encendido en llamas de amor por ti. Ofrezcámosle nuestro día, nuestros problemas. Él es el único que puede soportar el peso del mundo entero y también el de nuestros corazones afligidos. Debemos confiar en que, esa misma gracia de Dios que te ha sostenido hasta este momento, también te sostendrá en los días venideros.

Sobre fe y confianza.

A continuación te ofrecemos algunas oraciones para entregarte en fe y confianza en Dios y depositar en Él todas tus preocupaciones.