Hay momentos en los que los vientos de la adversidad, la tempestad de las emociones amenazan nuestra barca y parece que Jesús no está presente, sino ausente
2 momentos en la vida en los que Jesús parece ausente.
Te invito a pensar en algún momento del día en la esperanza que Dios nos promete. "Solo Dios es nuestra esperanza", solo Él podrá encontrar un lugar donde protegerte, que te permitirá nunca darle lugar al miedo y a las distintas formas del mal. Te aconsejo que vivas y te responsabilices como el adulto que eres, pero confía y disfruta siempre con la sencillez de un niño. Hay momentos en los que las tempestades que nos agitan amenazan la barca de nuestras seguridades y pareciera que Jesús no está presente, sino que se siente ausente ¿Será cierto?
Debes estar seguro y convencerte de que el Señor no faltará a su promesa de amor y que te ayuda siempre en los momentos más difíciles, Él vendrá en tu auxilio en el momento que menos lo aguardes. ¡Confía! Repite conmigo: "Señor, sé luz y fortaleza en todas mis dificultades y problemas, sé sabiduría y entendimiento para que abras caminos de solución. ¡Yo creo en Ti, Señor! ¡Yo te amo! Quiero amarte más, quiero ser lo que quieres que sea. Amén".
Jesús se siente ausente en estos 2 momentos.
En los momentos de grandes dificultades, a veces no encontramos una Palabra de Dios, una acción que nos haga confiar y creer de nuevo. Es como si los problemas bloquearan todos nuestros sentidos y no nos dejaran posibilidades de captar la presencia sublime de Dios. Creo que es lo que experimentan los discípulos:
"Luego subió a la barca y sus discípulos lo siguieron. De repente se levantó en el lago una tempestad tan fuerte que las olas inundaban la barca. Pero Jesús estaba dormido. Los discípulos fueron a despertarlo. Señor, sálvanos que nos vamos a ahogar Hombres de poca fe (contestó), ¿por qué tienen tanto miedo? Entonces se levantó y reprendió a los vientos y a las olas, y todo quedó completamente tranquilo. Los discípulos no salían de su asombro y decían: ¿qué clase de hombre es este que hasta los vientos y las olas le obedecen?" (Mateo 8,23-27)
Son esos momentos en los que los vientos de la adversidad, las olas del dolor, la tempestad de las emociones amenazan nuestra barca y Él parece no estar presente.
-
Pon de tu parte y confía en Dios. Tú haces lo posible y Él lo imposible
Revisa tu vida y date cuenta si las actitudes que están teniendo son coherentes con lo que deseas alcanzar. Confía en Dios
El otro tipo de experiencias son esos días en los que al despertar nos sentimos vacíos, la rutina nos aburre y todo parece no tener sentido, son momentos de "hastío por la vida". Allí quisiéramos sentir que su voz se levanta y Él nos explica el sentido de todo, la dirección de la vida y el valor de cada acto. Pero nada, Él permanece callado. Lo importante es tener claro que a pesar de eso que sentimos, Él está ahí y se hará notar de la mejor manera. Por eso, lo importante es ser consciente de que aunque no lo sintamos ahí está y actuará.
Oración cuando se siente la ausencia de Dios.
Amado Señor de mi vida, gracias por estar atento a mis necesidades y a todo lo que sucede a mi alrededor y sobre todo en mi hogar. Te doy gracias porque, de cada situación difícil, Tú me muestras que allí hay presente una enseñanza que debo poner en práctica. No podría salir adelante si tu ayuda fiel y generosa, esa ayuda que día tras día me ofreces, aún a pesar de mis continuas fallas. Gracias por tu amor Señor, por tu bondad, por tu fidelidad. Sé que contigo a mi lado puedo convertir todas esas circunstancias en beneficio para mi propio crecimiento.
Aunque a veces sienta tu ausencia en las situaciones de mi vida, sé que Tú jamás te apartas de mi corazón, si no que más bien, me das las fuerzas para vencer. Y si tropiezo, seguro estarás allí para levantarme.
Oh mi Dios, tengo la plena certeza de que tu amor me protege y me bendice. Por eso, hoy te pido, ven e infunde en mí, un deseo más profundo de amarte, de estar contigo, de saborear un pedazo de tu Reino en cada Eucaristía. No te olvides de sanar también mi corazón de esos sentimientos que a veces no puedo controlar, ira, frustración, egoísmo; líbrame de esos males, quiero sentirme libre para vivir una relación más personal contigo. Te amo y te confío mi vida. Amén.
