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Categoría: Reflexiones

La envidia es un pecado capital inspirado por el demonio que conduce a celos y mentiras haciendo que las personas hagan cosas inmorales

La envidia es uno de los pecados capitales graves inspirados por el demonio que conde a celos, mentiras, destrucción y hasta la muerte misma (física o emocional). Es el deseo mlicioso en la conciencia dolorosa o resentida de una persona por querer disfrutar de una ventaja con respecto a la posición del otro, unida al deseo de poseer aún más.

La envidia en la Biblia.

Los ejemplos del Antiguo Testamento del pecado de envidias y celos incluyen la rivalidad de los hermanos de José por el favor que José recibió de la mano de Dios (Léase Génesis 37,12-36; Hechos 7,9 ).

También podemos apreciar la Envidia en el envalontamiento de Saúl hacia David por sus proezas físicas y espirituales (1 Samuel 18 ).

La envidia conduce inevitablemente a un daño emocional y espiritual. La persona que la padece se deja abrumar por un alto sentido de debilitamiento personal y de una subvaloración de sus propios dones, afectando el bienestar mental, físico, espiritual y emocional

"Porque donde hay envidia (celos) y discordia, hay también desorden y toda clase de maldad". (Santiago 3,16)

Sin ningún tipo de control, la envidia lleva gradualmente a una forma de vida destructiva y de remordimiento y en última instancia, al alejamiento de Dios y de la vida eterna del Reino.

"Se sabe muy bien cuáles son las obras de la carne: fornicación, impureza y libertinaje, idolatría y superstición, enemistades y peleas, rivalidades y violencias, ambiciones y discordias, sectarismos, disensiones, envidias, ebriedades y orgías, y todos los excesos de esta naturaleza. Les vuelvo a repetir que los que hacen estas cosas no poseerán el Reino de Dios" (Gálatas 5,19-21)

¿Qué dice la Biblia sobre la envidia?

Si leemos la Biblia podemos encontrar que el pecado de la envidia se remonta a uno de los Diez Mandamientos:

"No codiciarás".

Este mandamiento se relaciona directamente con el pecado mortal de la envidia, ya que se nos instruye a no desear las posesiones o atributos de otros. La codicia proviene de la envidia.

En el Libro del Génesis se puede identificar a  la envidia como la motivación principal que tuvo Caín para asesinar a su hermano Abel. Caín envidiaba a Abel porque Dios favorecía las ofrendas que le daba Abel. En una de las primeras historias de la Biblia que nos describe de forma clara sobre el poder destructivo que puede generar la envidia

La envidia puede generar un desperdicio de tu tiempo y energía en tu vida. No conduce a nada bueno, la Biblia nos dice que es como correr tras el viento:

"Yo vi que todo el esfuerzo y toda la eficacia de una obra no son más que rivalidad de unos contra otros (envidia). También esto es vanidad y correr tras el viento. El necio se cruza de brazos y se devora a sí mismo. Más vale un puñado con tranquilidad, que las dos manos bien llenas a costa de fatigas y de correr tras el viento". (Eclesiastés 4,4-8)

Ejemplo de Envidia en el mundo real.

Extraído del Blog de Comentarios de un laico, queremos presentarte ahora un ejemplo de lo que la Envidia puede hacer en este mundo:

Uno de los dúos musicales más famosos de todos los tiempos fue el grupo de Milli Vanilli. Los cantantes eran exóticos, porque ambos eran de origen alemán y además eran negros. ¡Curiosa combinación! ¿verdad?

El productor de Milli Vanilli quería crear un dúo musical de origen europeo que compitiera contra la poderosa industria musical de los Estados Unidos.

Milli Vanilli y su productor querían que el grupo musical fuera exótico, diferente, que cantara música pop en inglés y que compitiera contra los cantantes de Estados Unidos.

El dúo Milli Vanilli alcanzó la fama muy rápido. En poco tiempo eran amados en toda Europa, incluso por los estadounidenses. Recibieron uno de los premios más importantes de la música: El premio Grammy.

La envidia llevó a Milli Vanilli a las mentiras

Con la llegada del éxito produjeron millones de discos y realizaron muchos conciertos alrededor de todo el mundo... Y vino la desgracia:

Milli Vanilli eran un par de impostores. Ellos no eran los que cantaban, eran otros músicos los que cantaban por ellos. Durante los conciertos y los videos, Milli Vanilli sólo movían la boca, pero eran otros quienes cantaban. Esos otros nunca recibieron ni un sólo aplauso.

Milli Vanilli y su productor querían competir con los cantantes de Estados Unidos y crearon una completa farsa. ¿Saben cómo se llama eso? El pecado capital de la envidia.

Tienes que saber que la envidia es un pecado capital inspirado por Satanás que hace que las personas hagan cosas inmorales para obtener lo que tienen otras personas.

La Envidia es sentir tristeza porque a otro le va bien o sentir alegría cuando a otro le va mal. Cuando las personas son envidiosas se comparan con los demás y nada mas tienen ojos para ver lo que el otro hace o tiene y que tú no.

La sana competencia es buena y muy sana, pero hay que tener cuidado de no caer en la trampa del demonio, la envidia, la mentira y la farsa.

A Milli Vanilli le quitaron el premio Grammy y todas las productoras musicales borraron toda su música porque era una farsa.

Uno de los cantantes de Milli Vanilli se deprimió tanto por el escándalo que empezó a usar drogas. Unos meses después lo encontraron muerto por una sobredosis. El otro cantante es la burla y el rechazo de la gente que lo conoce. Hace muchos días no se sabe nada de ese cantante.

No le des entrada al demonio a través de la Envidia.

El Cuaresma, es un tiempo de encuentro con el Señor Jesús en oración, ayunos y limosnas. En este tiempo en particular el demonio es dónde más ataca, pues en Cuaresma el demonio anda suelto.

El demonio es astuto, y en esta cuaresma va a intentar de todo por distraer tu atención de lo que estás haciendo para que te fijes en lo que hacen los demás.

El demonio tratará de que mires a los lados y para que veas si tu compañero lo está haciendo mejor que Tú.

Cuidado, los cristianos no estamos compitiendo el uno contra el otro, no debemos sentir envidia por los demás, más bien sigamos el consejo que nos dejó San Pablo:

"Anímense, entonces, y edifíquense los unos a los otros" (1 Tesalonisences 5.11)

Tenemos que aceptar con alegría todos los dones y carismas que el Señor Jesús, en su tan grande misericordia, nos ha dado a cada uno de nosotros.

Utlicemos cada uno esos dones en pro y beneficio de los demás. Evitemos por todos los medios, no caer en la trampa de la envidia como le ocurrió al grupo musical Milli Vanilli.

¿Qué te parecio este breve ejemplo de lo que es la envidia? Puedes dejar algo en los comentarios y compartimos. Ahora quiero mostrarte unas herramientas muy útiles que pueden ayudarte en el cómo vencer la envidia para siempre.

Cómo vencer la envidia.

Aunque la envidia es dañia de por sí, sentir envidia no te hace un pecador. Esto forma parte de nuestra concupiscencia natural del ser humano. Lo malo es dejarse arrastrar por la envidia.

La mayoría de nosotros puede reconocer rápidamente la importancia de cómo aprender a dejar de sentir envidia. Y todos somos conscientes de los efectos perjudiciales de la envidia:

  • Fomentan la discrodia y la angustia.
  • Nos hace perder de vista los dones que tenemos.
  • Atan nuestra libertad.
  • Te llena de ansiedad.
  • Conducen al resentimiento y la amargura.
  • Pueden llevarnos a una depresión.
  • Nos condude a nuestra destrucción espiritual.

Debemos librar una batalla constante en nuestro corazón y nuestra alma para vencer la envidia. Experimentamos envidia por la apariencia, los talentos, las relaciones, etc. 

Es hora de liberarse de la envidia. Ciertamente, cada uno de nosotros desea vivir libre de celos y envidia. Aquí tienes, sin ningún orden en particular, cómo vencer la envidia.

1. Tenga en cuenta sus bendiciones y dones.

Tienes talento. Tienes un don dado por Dios. Eres único e irrepetible. Tu vida es demasiado valiosa para ser vivida como todos los demás. Tienes innumerables razones para estar agradecido por la vida que Dios te ha dado. ¡Recuérdalo!

2. Pasa tiempo con gente agradecida.

La gratitud es contagiosa. Encuentra personas agradecidas que experimenten satisfacción en sus vidas y pasa tiempo de calidad con ellas. Cuanto más tiempo inviertas con ellos, más sabrás apreciar las bondades que tienes.

3. Sé generoso.

Haz de la generosidad un hábito esencial en tu vida. Comparte un poco de tus finanzas con alguien necesitado. Dona tu tiempo (aunque sean 30 minutos a la semana) a visitar una casa hogar de ancianos y habla con alguno de ellos. Apoya una causa noble de evangelización. A medida que pases más tiempo con aquellos que tienen menos que tú, más encontrarás satisfacción y significado en tu vida.

4. Deja las comparaciones. Nadie lo tiene todo.

No compares tu vida con la de los demás. Siempre parecerá que hay gente que tiene más que tú o que ha podido lograr las cosas más fácilmente. Ante esto, recuerda que nadie lo tiene todo. Cada persona con la que te encuentras tiene problemas, pruebas y debilidades, como tú. Nadie está exento. Nadie lo tiene todo.

5. Evita la cultura de la competencia. Sé humilde.

La sociedad de hoy está plagada por una competencia cruel y desleal en muchos aspectos, sobre todo en lo laboral. Una de las herramientas más eficaces de los anunciantes en nuestra cultura moderna, es fomentar los celos y la envidia entre nosotros. Después de todo, si ellos logran hacer que deseemos constantemente las posesiones o los logros de otros, ellos nos habrán llevado a su terreno: EL CONSUMISMO. Resiste y permanece en guardia. Ellos quieren que consumas a toda costa, así te destruyas en el intento.

6. Celebra el éxito de los demás.

Celebra genuinamente los logros y éxitos de los demás. Cuando alguien recibe algo que usted desea, alégrese por él. Si tú te estás esforzando por alcanzarlo, probablemente ellos también lo hicieron. Deja de ver la vida como una competencia. Experimenta la felicidad en la alegría de los demás y podrás dar un paso gigantesco en superar la envidia de una vez por todas.

Es hora, de una vez por todas, de liberarse de los celos y la envidia, de dejar de ser prisioneros de ellos.

La envidia es el pecado de los celos por las bendiciones y logros de los demás. Pide la gracia de Dios para alejarte de ella y verás como abrirás paso a tus propias bencidiciones.

Más sobre la envidia.

Adaptación y contenido agregado: Qriswell Quero, PildorasdeFe.net | Con información de extraída de: FanPage de Comentarios de un Laico

pildorasdefe qriswell quero firma autorQriswell Quero, Venezolano, esposo y padre de familia, servidor, ingeniero y misionero de la fe. Comprometido con el anuncio del Evangelio. Creyente sólido de que siempre existen nuevos comienzos. Quien a Dios tiene nada lo detiene.

Contenido publicado originalmente en Píldoras de fe, bajo el Link: https://www.pildorasdefe.net/aprender/reflexiones/la-envidia-es-una-trampa-del-demonio-conduce-a-celos-mentiras - Puede copiar esta información en su Blog citando siempre la referencia a esta fuente consultada. Para compartir en sus redes sociales, utilice los botones compartir. Conozca términos legales - Pildorasdefe.net
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