Este sitio web utiliza Cookies para mejorar la experiencia de usuario, además de mejorar la velocidad y la seguridad del sitio durante su visita. Estas cookies se utilizan para adaptar el contenido de la web a las preferencias del Usuario del Servicio y optimizar el uso del sitio, las cuales permiten que el dispositivo reconozca al usuario y muestre adecuadamente el servicio ofrecido, adaptada a sus necesidades individuales. Puede retirar su consentimiento u oponerse al procesamiento de datos basado en intereses legítimos en cualquier momento haciendo clic en "Configuración" o en nuestra Política de Cookies en este sitio web. Te invitamos a leer nuestra política de privacidad
FACEBOOK
TWITTER
WHATSAPP
TELEGRAM
Categoría: Evangelio dominical
Grupo Oficial de Pildorasdefe en Whatsapp

El dinero comprará una cama, pero no sueños; medicinas, pero no salud, una casa; pero no un hogar. El apego al dinero es la trampa mortal del demonio para el alma

¿Tener dinero es una trampa del demonio? ¿Podría robarnos el alma?.

El apego al dinero es como una trampa invisible que puede usar el demonio contra nosotros, que puede consumir nuestras vidas sin que nos demos cuenta. A menudo, buscamos la seguridad y la felicidad en la acumulación de dineros, de riquezas, bienes, creyendo que mientras más cosas tengamos, mayor satisfacción tendremos. Sin embargo, el dinero en sí mismo no es malo, pero el apego desmedido a él puede alejarnos de lo que realmente importa.

 

Apego al dinero: consecuencias negativas.

 

La adicción al dinero puede ser tan insidiosa como cualquier otra forma de adicción. Al igual que las personas pueden obsesionarse con sustancias o comportamientos, un apego excesivo al dinero puede distorsionar nuestras prioridades y valores. El dinero, en sí mismo, es una herramienta para alcanzar objetivos, proporcionar seguridad e incluso ayudar a los demás, pero cuando se convierte en una obsesión, puede acarrear consecuencias negativas.

El dinero es un medio para alcanzar un fin, no el fin en sí mismo. Una vida bien vivida es aquella en la que encontramos satisfacción en nuestra relación con Dios, con los demás, la superación personal en la fe y lo espiritual, en lugar de limitarnos a acumular riquezas. Liberarse de la adicción al dinero puede llevarnos a una vida más plena, centrada en lo que realmente importa: nuestra relación con Dios.

Hay jóvenes que dijeron NO al Señor; pero hay jóvenes que dijeron SÍ al Señor. Muchos de estos jóvenes que dijeron que SÍ, y que luego se convirtieron en Santos, fueron impactados por frases evangélicas. Por ejemplo, San Antonio Abad, escuchó una vez:

 

"Si quieres ser perfecto, vende lo que tienes, y dáselo a los pobres, y luego ven y sígueme" (Mc 19,17.30)

 

San Antonio Abad, más adelante, oyó esta segunda esta frase: "No se preocupen por el día de mañana", para entonces asegurar a su hermana en un convento de monjas para su educación, dio el resto a los pobres y se fue al desierto. Y muchos jóvenes le siguieron.

También, un crucifijo le dijo a San Francisco de Asís (Años 1182-1226):

 

"Francisco, ve y repara mi iglesia, que se está cayendo en ruinas."

 

De inmediato, San Francisco de Asís, vendió lo que tenía y se puso a reconstruir la Capilla de San Damián y otras más, hasta que escuchó estas palabras del evangelio:

 

"No lleven monedero, ni bolsón, ni sandalias, ni se detengan a visitar a conocidos".

 

San Francisco de Asís cambió su afán de reconstruir las Iglesias por la vida austera y la prédica del Evangelio.

"¿De qué te sirve ganar todo el mundo, si pierdes tu alma?", era la frase que le repetía San Ignacio de Loyola a San Francisco Javier, quien, en aquel entonces, era campeón en deporte universitario. Al final, por estas palabras, San Francisco Javier se convirtió y junto a San Ignacio formaron parte del primer grupo de jesuitas

San Agustín de Hipona, estando en su jardín con un amigo, oyó la voz de un niño de una casa vecina que decía: "Toma y lee". Entonces, San Agustín tomó la Biblia y leyó algo que le cambió la vida:

 

"Actuemos con decencia como de día: basta de banquetes y borracheras, basta de lujuria y libertinaje, no más envidias y peleas. Revístanse del Señor Jesucristo y no se dejen conducir por los deseos del instinto" (Romanos 13,13-14)

 

Papa Francisco: El dinero es el estiércol del demonio
[El dinero es el estiércol del demonio, nos hace idólatras y enferma nuestra mente con el orgullo, nos aleja de la fe, corrompe. Papa Francisco, 20 de septiembre, 2013] 

 

Palabras radicales para la conversión

 

En el Evangelio, también muchos jóvenes dijeron Sí, al Señor, pero otros muchos dijeron No al Señor. Este es el caso del joven rico de este evangelio, a quien Jesús respondió con las frases más radicales de la Escritura.

Después de una misa, en que expliqué esta frase: "Si quieres ser perfecto, vende lo que tienes, y dáselo a los pobres y luego ven y sígueme", una joven me comentaba: "Esa perspectiva es muy dura: quedarse sin comida y durmiendo en la calle".

Entonces, yo le respondí: "Jesús presenta dos posibilidades: la normal y universal para todos, que es cumplir los Mandamientos. Pero, al insistir el joven, Jesús le presenta el plan especial de vivir como Él vivió: Dalo a los pobres..." Eso hizo San Onofre de Egipto, San Ignacio de Loyola. Eso hacen hoy día quienes entran en la vida religiosa.

Las frases que Jesús dirige a sus discípulos después de que este hombre "se fue triste, porque era muy rico", son de una contundencia implacable: "¡Qué difícil va a ser para los ricos entrar en el reino de Dios! Es más fácil para un camello pasar por el ojo de una aguja, que para un rico entrar en el reino de Dios"

No se trata simplemente de dar un consejo a los que buscan la perfección en la vida religiosa. Resulta casi imposible que un rico entre en el Reino de Dios.

 

El dinero comprará:

 

  • Una cama, pero no sueños.
  • Libros, pero no el cerebro.
  • Comida, pero no apetito.
  • Adornos, pero no Belleza.
  • Una casa, pero no un hogar.
  • Medicinas, pero no salud.
  • Lujos, pero no cultura.
  • Diversión, pero no felicidad.
  • Un crucifijo, pero no un salvador.
  • Un banco en la iglesia, pero no en el Cielo.

 

Lo que el dinero no puede comprar, Dios lo da libremente sin cobrar. Al joven rico que busca a Jesús, aunque sabe cuál es el medio para ser un hombre bueno, le falta lo más importante, poner en el primer plano de sus preocupaciones o de su proyecto personal la justicia querida por Dios.

Esta justicia que Dios quiere, comienza por el desprendimiento de la riqueza; así podrá ser sensible a las carencias de los demás? (Schökel, Lc. 18,18-30

 

¿El dinero es una trampa del demonio?

 

Efectivamente. Te contaré algo sobre "La cacería del mono":

 

"Algunos indígenas tienen una forma original de entrampar monos. Parten un coco por la mitad, vacían ambas mitades, y en una de ellas hacen un agujero suficientemente grande como para que pase la mano de un mono.

Entonces colocan una naranja en la otra mitad del coco, unen bien las dos mitades y las atan con un mecate a un árbol.

Tarde o temprano un ingenuo mono aparece entre las ramas, huele la deliciosa naranja y la descubre dentro del coco. El mono mete su mano por el agujero, agarra con fuerza la naranja, y trata de hacerla pasar por el agujero. Imposible. Mientras tanto, los cazadores se van acercando".

 

¿Te dio lástima el pobre mono? ¿Qué consejo le darías?: "Suelta la naranja, para que tu mano pueda escaparse por el agujero, y huye"... El mono no puede tener a la vez la naranja y la libertad. Está entrampado.

Esto es exactamente lo que Jesús le dice al joven rico. Lo ve en peligro de perder su oportunidad de la vida eterna por culpa de su adhesión a la riqueza. Y le recomienda: "Deja tu riqueza y salva así tu vida eterna". Más aún, si el mono pudiera orar, rezaría así: "Dios mío, ayúdame. Pero no me pidas que suelte la naranja"

Esto te puede resultar cómico. Pero así rezaría el joven rico: "Dame la vida eterna, Señor; pero no me pidas dejar mi riqueza". (1.er binario de los Ejercicios de S. Ignacio).

Las enseñanzas de Jesús pueden parecer duras e incomprensibles, pero al final nos las da por nuestro bien. Vienen de alguien que nos ama y que conoce mejor que nosotros, qué es lo que más nos conviene tener o dejar. Jesús le dice a este joven y a muchos jóvenes de hoy en día: "Vete, vende lo que tienes, dalo a los pobres, y tendrás un tesoro en el cielo; y ven, y sígueme".

 

Oración para no sentir apego al dinero.

 

Querido Dios, te ruego que me ayudes a liberarme de cualquier deseo de vanidad que hay en mi corazón, sobre todo ese apego al dinero y las posesiones materiales que tanto corrompe el alma.

Reconozco que el dinero puede ser una distracción en mi vida, y deseo centrarme en ti, en tu amor y en tu voluntad. Ayúdame a recordar que el verdadero valor está en mi relación contigo, en amar a los demás y en servir a los necesitados. Permíteme confiar en tu providencia y en tu cuidado divino, en lugar de depender en exceso de las riquezas terrenales.

Enséñame a ser generoso y a compartir lo que tengo con aquellos que están en necesidad. Ayúdame a encontrar la paz y la satisfacción en ti, y a entender que el dinero no puede llenar el vacío en mi corazón.

Dios, te entrego mi preocupación por el dinero y te pido que me guíes hacia un camino de desapego y amor incondicional. Que tu voluntad se haga en mi vida, y que mi corazón esté siempre abierto a tu gracia. En el nombre de Jesús, te lo ruego. Amén

Redacción y edición: Padre José Martínez de Toda, S.J.,

pildorasdefe padre jose todaCoordinador del Sector Comunicación de la CPAL (Conferencia de Provinciales Jesuitas de América Latina) Venezuela

Contenido publicado originalmente en Píldoras de fe, bajo el Link: https://www.pildorasdefe.net/liturgia/dinero-es-trampa-demonio-roba-alma-corazon - Puede copiar esta información en su Blog citando siempre la referencia a esta fuente consultada. Para compartir en sus redes sociales, utilice los botones compartir. Conozca términos legales - Pildorasdefe.net
Apoya esta misión


Si crees que este apostolado ha sido de bendición para tu vida, y si está en tus posibilidades hacer una ofrenda voluntaria, de modo que sigamos llevando de forma gratuita esta buena obra, puedes hacerla a continuación.
Pon tus intenciones de oración

Tus peticiones importan, te invitamos a dejar tus intenciones de oración. Estaremos orando por todas tus necesidades. (Espera un momento que se cargue el sistema de comentarios)

Recursos de Utilidad